No entiendo el motivo por el que estoy nerviosa mientras espero que Fox Farley acuda a nuestro encuentro laboral. Ni siquiera suelo ponerme nerviosa con las citas.
Reviso el celular y río por el chat grupal con mis amigas.
Skyler: Yo creo que debería enfocarse solo en el embarazo por el momento. Ya tendrá tiempo de buscar un hombre.
Viper: Puede tener lo mejor de los dos mundos. No puede huir de alguien como Fox Farley.
Skyler: Sí puede porque es algo laboral.
Viper: Se puede trabajar y tener algo personal al mismo tiempo, siempre que los dos estén de acuerdo. Hablo por experiencia.
Viper: Lexy, nena, toma el toro por las patas.
Skyler: Es cuernos.
Viper: Para tener cuernos hay que tener novio, y no es el caso.
Skyler envía un emoticón de la carita dada vuelta. Yo me río y presiono responder.
Lexy: Dejen de hablar de mí a mis espaldas. Fox será mi nuevo cliente si logramos encajar.
Viper: No es a tus espaldas porque estás en el grupo. Y estoy segura de que se van a llevar bien en más de un sentido.
—¿Algo divertido?
Me sobresalto y logro agarrar el teléfono antes de que se caiga. Fox me está observando con una sonrisa, y evito ponerme colorada.
¿Habrá leído el chat con mis amigas? No, no creo.
Dejo el celular, humedezco los labios con nerviosismo y me pongo de pie.
—No debería aparecer detrás de las personas sin avisar.
—No me trates de usted. Solo Fox. Y te veías muy concentrada con lo que sea que estabas haciendo.
Asiento.
—Bien. Ahora mi atención es toda tuya.
—Eso me gusta.
Toma asiento frente a mí y yo lo imito, estando segura de que no leyó mi chat.
Intento enfocarme en el trabajo y no en lo atractivo que es. También evito hacerle preguntas sobre su accidente, que me dio mucha curiosidad.
Solo se sabe que tuvo un accidente tras perder el control del auto por un error técnico, estuvo grave, pero se recuperó. Aunque cuando regresó, le fue mal en su primera carrera; luego de eso, dijo que se retiraba definitivamente porque quería enfocarse en otras cosas luego de que el accidente le abriera la mente. Sin embargo, muchos decían que fue despedido y otros, que renunció a la fuerza por no poder ganar una nueva carrera, y prefería retirarse antes que pasar por eso y arruinar su buena reputación.
Fox Farley es famoso por ser uno de los mejores corredores de la Fórmula Uno y por salir con modelos guapas, huyendo del compromiso.
También es parte de una familia con dinero. Su padre es uno de los mejores asesores financieros en Canadá, y su madre tiene una línea de joyería que vende en las mejores tiendas. Aunque su prioridad es su esposo, prefiriendo ser ama de casa, mujer de sociedad y amante de las fiestas benéficas para diferentes organizaciones. Lo que está bien si ella es feliz.
Dejo de pensar en ello para enfocarme en lo que Fox desea, y apenas comienza a hablar me doy cuenta de que este no es solo un proyecto laboral para él, sino personal, que lo entusiasma mucho.
Mientras él habla y me comenta lo que desea, tomo notas.
—No tienes el lugar ni el equipo, pero quieres comenzar con la identidad corporativa.
—Mi hermano me dijo que era una locura, pero mi amigo Alfie me ayudará a encontrar el lugar y me pondrá en contacto con alguien que puede proporcionarme los simuladores. Aunque antes de poner en marcha todo esto, debo armar el proyecto y presentárselo a mi asesor financiero.
Asiento.
—Okay, podemos hablar de las piezas gráficas que deseas, las que sean necesarias, pasarte un presupuesto estimativo y, cuando tengas definido que te quieres lanzar, puedes contactarme para comenzar a trabajar en serio y ultimar detalles para pasar al presupuesto final y definitivo.
Él sonríe.
—Eso sería genial. Te voy a pagar.
Río.
—No te preocupes, no te lo dejaré gratis. Me gustan las carreras de autos y pienso que eres un buen corredor, pero trabajo es trabajo. Solo a mis dos mejores amigas les hago favores, y es así porque una me da asesoría legal y la otra me ayuda en lo que soy pésima y ella es buena… Ya me fui por las ramas. Volviendo al tema, puedo hacerte algo según tus deseos y enviártelo con el presupuesto y la factura. ¿Qué opinas?
—Genial. Esto es más fácil de lo que creí.
—Espero que sea así de simple cuando trabajemos en serio. Al principio todo está bien y definido, luego vienen los cambios que nunca se terminan, y aunque cobro bien por el tiempo, puede saturar un poco la mente.
—Tienes buenas reseñas en tu página.
—Solo porque mi mente saturada la guardo para mí. Los clientes no se enteran o no les importan.
—Bueno, yo intentaré ser un cliente fácil, porque no sé nada de esto y dejaré que me guíes.
—Genial.
El olor a frito me revuelve el estómago. Llevo la mano al vientre al sentir que las náuseas me dominan. Oh, no, no ahora. Lo último que necesito es vomitar frente al cliente guapo que está dispuesto a pagar y a ponerme las cosas fáciles.
Cierro los ojos, controlo las náuseas y bebo el agua de a poco. No se van por completo, pero al menos ya no deseo vomitar.
—¿Estás bien? Te pusiste pálida.
Asiento.
—Sí, la parte fea del embarazo son las náuseas.
Genial, ahora sabe que estoy embarazada. Si pensaba en algo más allá del trabajo, seguro lo pensará dos veces.
Tal vez sea lo mejor.
—¿Estás embarazada?
—Sí, dos meses y medio. Las náuseas son horribles, sobre todo a la mañana. El olor a fritura me descolocó un poco.
Editado: 06.08.2025