Un amor sorpresa

Capítulo 20: Lexy

Cuando pienso que tendré un día tranquilo, luego de pasar toda la mañana trabajando inspirada, Viper me llamó para decirme que en las noticias siguen hablando sobre la misteriosa mujer que acompañó a Fox Farley al evento. Todos están ansiosos por saber si es cierto lo del supuesto embarazo y si él es el padre.

Tan bien que la pasamos en su casa la otra noche, cenando y conversando, a pesar de la breve interrupción de su madre y, aun así, los periodistas siguen empeñados en hurgar en lo que no les concierne.

¿Qué les importa si Fox tiene pareja o no? ¿Por qué tanto interés en un bebé que ni siquiera ha nacido? Mi embarazo no afecta a nadie, salvo a mí y a quien quiera acompañarme en esto.

Nunca voy a entender la fascinación de la gente por meterse en la vida de los famosos. La mayoría solo busca motivos para criticar, en lugar de mostrar apoyo.

Aunque mi nombre no ha salido a la luz y las fotos no muestran bien mi rostro, no me agrada que algunas personas me llamen trepadora o interesada, insinuando que atrapé a Fox con un hijo para obligarlo a quedarse conmigo, solo porque él dijo alguna vez que no planeaba casarse.

Hablan sin saber nada. No lo conocen de verdad ni entienden que todos podemos cambiar de opinión. Algunos sueñan con casarse y luego cambian de idea; otros juran que nunca se casarán y un día se sorprenden deseándolo.

Fox me confesó que en algún momento se imaginó con esposa e hijos, pero no mientras su trabajo lo mantuviera viajando de un lado a otro. Ahora, todo es distinto.

Estoy preparando una ensalada cuando mi teléfono vuelve a sonar. Contesto enseguida y reconozco la voz emocionada de Skyler.

—¿Viste las noticias?

—¿Te refieres a la mujer misteriosa embarazada de Fox? Sí, siguen hablando de eso como si no hubiera nada más importante.

—No, Lexy. Me refiero a la declaración oficial de Fox.

Frunzo el ceño.

—¿Qué declaración?

—Enciende la televisión, rápido. Está dando una conferencia de prensa en el lugar donde abrirá su nuevo negocio.

Enciendo la televisión, siguiendo sus instrucciones, y ahí está Fox, de pie frente al enorme cartel que diseñé para su futuro centro recreativo. Subo el volumen.

—¿Es verdad que decidió sentar cabeza y que esa mujer está esperando un hijo suyo? —pregunta un reportero.

Fox suspira, visiblemente molesto.

—No entiendo la obsesión con mi vida privada. Siempre he ignorado los rumores, pero algunos comentarios en mis redes me han irritado. Dicen que la mujer en cuestión me retuvo con un hijo, como si fuera la única forma de comprometerme. Eso no es cierto. Jamás dije que no quería casarme ni formar una familia, solo que no era mi prioridad mientras viajaba tanto y no había encontrado a la mujer indicada. Hoy es distinto, porque yo soy distinto. Ella es especial. Puedo decir, sin dudar, que es la persona que he esperado toda mi vida. Es una pena que hablen mal de ella sin conocerla, o crean conocerme solo por seguir mi carrera.

Mi corazón se acelera ante sus palabras.

—Ese hombre va a la velocidad de la luz. —murmura Sky, divertida.

—No me dijo nada de esto a mí. Le dejé claro que quería ir despacio...

—Es su forma de protegerte. Cuanto más silencio haga, más insistirán. Si aclara todo, la prensa se cansará y buscará otro escándalo. Créeme, soy editora y escritora; sé cómo funciona.

En la pantalla, otro periodista lanza la pregunta inevitable:

—¿Entonces planea casarse?

Fox sonríe apenas.

—Tal vez. Pero eso es asunto nuestro, de ella y mío.

Trago saliva. El periodista insiste:

—¿Y el bebé es suyo?

Apoyo la mano sobre mi pecho, conteniendo la respiración.

—Sí, el bebé es mío. No fue un accidente. Es un hijo que ambos deseamos y estamos esperando con ilusión. Y agradecería que dejaran de entrometerse. Ella necesita tranquilidad y respeto, no chismes malintencionados. No es ninguna oportunista. Es una mujer trabajadora, dueña de su empresa, inteligente, amable y, para mí, absolutamente hermosa. Exijo que respeten nuestra privacidad; de lo contrario, tomaré medidas. Nunca me ha importado lo que se diga de mí, pero esta vez se trata de mi familia, y protegerlos es mi única prioridad.

Me quedo inmóvil, con la voz de Sky llenando el silencio.

—Vaya discurso. Tu bebé tiene un padre, ¿eh? ¿Sigues ahí, Lexy?

—Acaba de decirle a todo el mundo que es el padre de mi hijo cuando ni siquiera estamos juntos de verdad. Apenas nos estamos conociendo, no hemos tenido nada íntimo ni llegamos a querernos aún. Y aunque entiendo que es estrategia, igual me impacta.

—No te angusties. Fox solo quiso defenderte. Es lindo que se haga responsable, aunque técnicamente no lo sea. Ya sé que no crees en cuentos de hadas, pero no destruyas la magia analizándolo todo. Dale una oportunidad, no saldrá corriendo.

Fox sigue hablando, ahora sobre su proyecto empresarial. Apago la televisión y me siento a terminar mi ensalada, mientras sigo charlando con Sky.



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En el texto hay: comedia, drama, embarazo

Editado: 06.08.2025

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