Un amor sorpresa

Capítulo 28: Lexy

—Ya estoy bien. Solo estaba asustada. Lucy está fuera de peligro, y eso es lo importante. —No digas tonterías, Sky —exclama Viper, con firmeza—. No te vamos a dejar sola. Es más, te vienes a casa.

—También puedes venir a la mía —añado, con voz suave.

La miro y veo en sus ojos el reflejo del miedo. No es solo por el asalto. Es el temor de sentirse vulnerable, de que su espacio ya no sea seguro. Sé lo que es.

Viper saca su teléfono sin perder tiempo.

—Voy a llamar a una empresa de limpieza para que dejen tu departamento impecable, y también a un cerrajero. Por precaución.

—No fue un robo planeado —murmura Sky—. Dejé mal cerrada la puerta. Ellos vieron la oportunidad. Dos mujeres solas…

Un escalofrío me recorre, más frío que el aire acondicionado del hospital. La escena se dibuja en mi mente de forma aterradora: estar en casa, tranquila, conversando, y que de repente dos hombres armados entren como si nada. Mi santuario, mi hogar, violado en un instante. ¿Podría alguna vez volver a sentirme realmente a salvo en mis propias cuatro paredes? La imagen de esos hombres irrumpiendo, borrando de golpe la paz, me perseguirá. Y si esto le pasó a Sky, ¿qué me impediría a mí, o a cualquiera, ser la próxima? El control, esa ilusión de seguridad que tanto valoro, se desmorona ante esta realidad brutal.

—Debió ser horrible —digo, más para mí que para ellas. No puedo evitar pensar que pudo pasarme a mí. A cualquiera.

Lucy no debió enfrentarlos, pero la entiendo. Hay límites que una no puede permitir que se crucen. Una cosa es perder cosas materiales; otra muy distinta es entregarse al miedo y al intento de abuso.

—Nosotras no planeábamos hacer nada, hasta que él dijo lo que haría con nosotras… —la voz de Skyler se quiebra.

—Por suerte la bala no tocó órganos vitales, y el vecino actuó a tiempo —añado—. Si no, esto podría haber terminado muy distinto.

—A partir de ahora vas a revisar diez veces la puerta antes de salir —dice Viper, con tono firme pero dulce, tomando la mano de Sky—. Vamos a tu casa a buscar tus cosas.

Sky baja la mirada.

—No sé si pueda entrar a mi departamento ahora.

—No te preocupes, no hace falta —le asegura Viper—. Tengo cepillos de dientes nuevos, algo de ropa tuya, y puedes usar la mía.

Sonrío, enternecida.

—Podrías dominar el mundo, Viper. Ella suelta una risa.

—Con dominar mis casos me basta.

Me encanta verla así. Detrás de su actitud dura, hay un corazón enorme. Y esta situación la ha sacado a relucir.

—Antes de irme, quiero ver a Lucy y esperar a que llegue su esposo. Si no les molesta... —Claro que no, Sky —responde Viper enseguida.

—¿Segura? —cuestiona Sky—. Sé que los hospitales te ponen mal.

—Segura. Aquí te espero. No me va a dar un ataque de pánico ni nada.

Ríe.

—Gracias —le dice.

Sky camina hacia la sala de urgencias. Viper me mira con una sonrisa distinta, de esas que nacen del corazón.

—Entonces… voy a tener un sobrino.

—Sí —respondo, y no puedo evitar reír.

—Qué emoción —susurra mientras toma mis manos con delicadeza—. Sky quería que fuera niña para llenarla de cosas rosas, pero a mí me alegra que sea niño. Son más simples. Y quiero poder enseñarle cómo tratar bien a las mujeres. Solo espero que no sea como Fox antes de conocerte.

Su comentario me hace sonreír, pero también pensar. Fox ha cambiado mucho, eso es cierto. Aunque aún me cuesta creer cuánto ha significado para él este bebé.

—Lo criaremos de la mejor manera… pero nada está escrito.

—Eso es verdad —asiente—. Por cierto, me llamó tu suegra. Está organizando el baby shower. Yo ni sabía que teníamos que hacer uno. Skyler le dijo que sí, y habló en nombre de las dos.

—Ya imaginaba que tú no estabas al tanto —comento con una sonrisa. Viper no es de celebraciones. Lo suyo es lo práctico, lo útil.

—No me importa que lo hagan, espero que no te ofendas.

—Claro que no, Vi. Te conozco. Sé cómo eres.

A veces me pregunto cómo sería mi vida sin amigas como ella. Con todo lo que pasé, saber que cuento con personas que me entienden sin juzgar es una bendición.

—No quiero quedar como la mala amiga, así que hablé con Skyler. Ella y tu suegra se encargarán de todo. Y, por cierto, tu suegra va a hacer algo grande.

Exhalo hondo.

—Ya puedo imaginarlo.

Viper me abraza.

—Me hace feliz verte tan bien con Fox. Es genial que te lleves bien con tus suegros.

—Él está comprometido conmigo y con el bebé. Pero lo de vivir juntos… aún lo estoy pensando.

—Es lo lógico, pero si no te sientes lista, tómate tu tiempo. No dejes que nadie te presione.

Sus palabras me reconfortan. Ella entiende lo que significa conservar el control sobre mi vida. Aun cuando hay amor, el miedo a ceder demasiado no desaparece tan fácil.



#47 en Novela romántica
#19 en Chick lit
#6 en Otros
#6 en Humor

En el texto hay: comedia, drama, embarazo

Editado: 06.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.