Un amor un poco inusual

Cambiando de opinión

Mery

 

— **¿Cómo pudiste romper mi récord? ** — le escribí a Nico, luego de que tuviera un mayor puntaje que yo en uno de mis juegos favoritos.

 

—**¡Mi mente es superior! :D** — respondió el al cabo de unos minutos, sabía que ese pequeño de cabello rizado era muy inteligente, tal vez un niño superdotado, sin embargo lo presumía demasiado, al menos a mi parecer. 

 

—**Ya veremos cuando yo te supere** — traté de no parecer muy competitiva, sin embargo cuando se trataba de cosas en las que yo era buena no podía evitarlo. 

 

La verdad Nico seguía siendo un niño odioso y egocéntrico, obviamente me desagradaban esas características, sin embargo de cierta manera había empezado a agradarme un poco, era divertido tener alguien a quien superar, yo no era una "niña superdotada", aunque sí era una de las mejores en mi clase y también era muy buena en algunos juegos online, aunque nunca me llegué a considerar como "gamer". 

 

No estaba segura de cuál era la forma en que consideraba a Nico en aquel momento, pero a medida que los meses pasaban todo era un poco más confuso para mí, me desagradaba y al mismo tiempo me agradaba. 

 

Nico.... Nico... en aquel momento ese nombre estaba en mi cabeza todo el tiempo, tal vez... No... no era para nada posible y ni siquiera quería pensarlo, era probable que aquel pequeño brócoli me haya empezado a gustar, pero no, era imposible, tal vez sólo estaba confundida. Eso era lo que pensaba en aquel momento, aún así seguía pensando en aquello mientras hacía la tarea y no podía concentrarme. 

 

Siempre hacía mis tareas con música, pero en ese momento no parecía ayudarme, escuchaba una canción cuya letra convenientemente decía: "me gustas, te odio ¿Cuál será? no lo sé". Obviamente eso no me ayudaba a dejar de pensar en el tema, el nombre de ese egocéntrico niño "Nico" seguía rondando en mi mente.

 

—Ya es suficiente — apagué la música y me tumbé en mi cama algo molesta — Solo dormiré y me olvidaré de todo. Luego de eso apagué la luz y tardé unos minutos hasta quedarme profundamente dormida. 

 

A la mañana siguiente fui al colegio, como cualquier día normal, sin embargo aún no desaparecía de mi mente la letra de aquella canción, Nico siempre fue muy odioso y presumido aún lo odiaba un poco, pero sinceramente ya no estaba segura de nada. 

 

—Mery... ¿Te pasa algo? — Alba se acercó a mí nada más verme entrar al colegio, parecía algo preocupada. 

 

—No es nada, solo pensaba en algo y estaba muy concentrada, no tienes que preocuparte — sonreí para convencerla de que todo estaba bien. 

 

—Mmh... está bien si tu lo dices... — dijo algo insegura, parecía que seguía algo preocupada, sin embargo las clases empezaban dentro de unos minutos por lo que tuvimos que subir rápidamente a nuestro salón. 

 

Era claro que ya habían pasado algunos meses desde que mi opinión sobre Nico empezó a cambiar, tanto mi cabello como el de Alba habían crecido un poco. Yo no me llevaba bien con otras personas además de Alba, algunos niños se burlaban de mí y nunca entendí claramente el por que, otras niñas me evitaban y pensaban que me creía la gran cosa por tener buenas calificaciones, claramente no soportarían a Nico, aunque tal vez ese tipo de cosas sólo se daban entre chicas. 

 

Una vez llevé un peluche a la escuela y Alba también lo hizo, queríamos jugar tranquilamente, sólo que un grupo de niños nos arrebataron a los peluches y empezaron a lanzárcelos entre sí, se reían y disfrutaban molestarnos, al cabo de unos minutos recuperé mi peluche, sin embargo el de Alba no corrió tan buena suerte como el mío, si bien lo recuperamos se le salió un ojo, ella estaba triste y yo me sentía mal por haber tenido la idea de llevar los peluches. 

 

Mientras pensaba en eso las clases y horas pasaron, continué pensando, en qué era lo que sentía por Nico, un niño presumido y arrogante, pero con cierto encanto extraño, como para a veces hacerme reír o sentirme  mejor cuando estoy mal, como aquel día del peluche, me dijo que Alba le había contado todo y que no debía sentirme, esos niños eran los idiotas, nosotras teníamos derecho a jugar tranquilamente. Por estas razones lo consideraba de cierta manera un buen amigo, aunque no me parecía posible tener sentimientos por él, solo lo había conocido por chat. 

 

¿Quién me podía asegurar que simplemente no era Alba jugándome una broma? Realmente nunca había visitado la casa de Alba, debido a que no le daban permiso u ocurría algún imprevisto. Mientras pensaba esto, ya había tocado la campana del receso y mi amiga y yo estábamos en el patio, Alba me hizo escuchar un poco de su música y se puso a bailar en medio del lugar. 

 

—¿Alba pero qué haces? — reí un poco mientras la veía, su espontaneidad me hizo distraerme de mis pensamientos. 

 

—Es mi canción favorita Mery, además ya casi me sé la coreografía — continuó bailando sin importar lo que el resto de gente hiciera. 

 

—Bien si tu dices, pero algunos te están viendo — reí un poco, pero noté que algunas personas la empezaron a mirar con cara de "¿Qué le pasa a esta?" 

 

—Mm.. me vale, además tengo que ganarle a mi hermano en ese juego de baile del que te hablé, así que hay practicar — continuó bailando un rato más y luego se detuvo, era una parte que realmente admiraba de ella, actuar sin importarle la reacción del resto, realmente deseaba tener un poco de su carácter. 



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En el texto hay: amor-odio, primer amor, amor adolescente

Editado: 16.08.2020

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