Un Angel En La Oscuridad

CAPÍTULO II

EN ALGUN LUGAR MUY LEJANO….

 

Gritos y llamados de auxilio se escuchaban en los alrededores, una ardua batalla se estaba realizando en ese momento.

 Se escuchaban espadas chocar entre sí, se escuchaban algunas voces apagarse por culpa de aquel evento.

La batalla era de igual a igual, ambos tenían casi las mismas bajas en sus filas.

Angeles y demonios, envueltos en una batalla feroz, y cada vez se tornaba mas violenta y mas caídos se dejaban ver según el tiempo iba transcurriendo.

A lo lejos se escuchaba una conversación de uno de los bandos que estaba teniendo problemas y muy grandes.

-Señor, estamos teniendo demasiadas bajas, ¿acaso no ha pedido apoyo?, la línea delantera está sufriendo demasiado y no sé cuánto más se podrá manejar y soportar esta situación… ¡Ellos han avanzado demasiado ¡- su cara denotaba preocupación, su sudor era como gotas de lluvia que no terminaba de caer, lleno de polvo su rostro y algo parecido a la sangre salpicaba sus ropas, sus manos y todo cuerpo estaba tenso y tembloroso al ver que la ayuda no aparecía.

-No tienes que temer, para esto fuiste entrenado y ya deberías de saber que, si perdemos lo que conocemos como aliento, será por nuestro Dios – aunque esas palabras carecían de valor y las lagrimas brotaban de sus ojos al decirlas, el miedo lo tenia consumido, pero como un sargento al mando no puede doblegar a sus soldados a vacilar, aunque este ya no sepa ni lo que dice.

Mientras esta conversación estaba llevándose a cabo y la preocupación, el miedo, la angustia, el terror de caer en el campo de batalla y todos aquellos pensamientos que pueden cruzarse por una mente en una situación donde el enemigo avanza paso a paso, no se percataron que los demonios estaban cerca de ellos y estaban tomando posesión de aquella trinchera de aquellos pocos que todavía seguían con vida.

De pronto una tragedia sucedió, -David, ve al punto de partida y llama al arcang… -

-Señooooooooooooooooooor, nooooooooo – sus ojos estaban presenciando como un demonio atravesaba por la espalda, a aquel sargento, mientras que la luz de sus ojos se iba apagando lentamente, aunque con lo poco que le quedaba de aliento logro decirle unas últimas palabras a David.

-Huye, salva tu vida – estas fueron las ultimas palabras de aquel sargento, que luego en un abrir y cerrar de ojos las garras de aquella criatura demoniaca arrancara su cabeza y como premio mayor comenzara a beber su sangre en presencia de aquel joven soldado que debido al shock no podía moverse, y tirado en el suelo no sabía que reacción tener, estaba perplejo.

-Muy bien mocoso, ahora es tu turno para calmar mi hambre – la voz de este demonio rebosaba de odio, y aquella sonrisa asquerosa que cubría su rostro era horrible y mas con la sangre que caía de su boca, hacia que aquella escena fue desgarradoramente espantosa.

- ¡Voy a morir! – fueron las únicas palabras que pudo expresar, ya que el miedo no lo podía dejar actuar libremente, su cara llorosa y débil, su cuerpo temblaba y aunque en su mano tuviera una espada para defenderse, sus fuerzas se habían debilitado y lo abandonaron por completo. Era su fin.

Mientras las garras de aquella criatura se acercaban con fuerza y velozmente para despedazar con violencia a David, se escucho un zumbido a una velocidad impresionante y una cabeza comenzó a rodar lentamente por el suelo.

- ¿Estas bien niño? – fueron las palabras de aquel personaje mientras sostenía su espada en su mano y esta manchada con la sangre de aquel demonio que por unos segundos de retraso sus garras hubieran cometido su fin y las cuales quedaron detenidas cerca de la cara de aquel joven angel que al abrir sus ojos vi a un héroe parado frente a él.

La apariencia de aquel personaje era intimidante, era alto, su uniforme era íntegramente negro, era autoritario, su chaqueta era larga y estaba abrochada únicamente con dos botones en la parte del estómago y una faja rodeaba aquel traje, su camisa manga larga blanca que se encontraba por dentro y una corbata volvían aquel traje muy elegante. Su pantalón negro y sus zapatos negros lo volvían mas interesante. En su brazo derecho, sobre su manga se miraba el rango al que pertenecía y en su espada había una pequeña inscripción que decía: “JUSTICIA PARA TODOS”. Y lo peculiar es que traía un cubre boca que solamente hacia resaltar sus ojos cafés.

Todavía no se percataba de lo mas interesante de este personaje.

- ¿Puedes moverte?, necesito que busques refugio… las cosas se tornaran peligrosas – su voz a pesar de aquella apariencia sombría y fulminante, era suave, como un padre velando por el bien de su hijo.

- ¡Señor!, es demasiado peligroso, hay muchos enemigos, ¡ESTAMOS RODEADOS! – su miedo todavía no le permitía moverse, y al darse cuenta también estaban rodeados, sus pensamientos lo aglomeraban.

-No te preocupes, todo estará bien, recuerda, para esto fuiste entrenado – más que nadie sabía que, aunque el entrenamiento era el mejor, las experiencias vividas en el campo de batalla son aquellas que te ayudan a volverte fuerte. -Agáchate y hasta que yo lo diga te levantas. – Hoy su voz era autoritaria y firme, quería calmarlo.

Mientras David permanecía agachado y con su rostro en el suelo, no se percato que aquel misterioso sujeto extendió sus alas, las cuales tenían un color peculiarmente gris oscuro, y no noto que su rango era Elite y sobre todo que en su manga izquierda decía el nombre del escuadrón al que pertenecía. Para dar una idea de cómo era aquel personaje, de su fuerza y rango, podemos describirlo de la siguiente manera:




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