CAPÍTULO III (parte cuatro)

POR ESTO, LA MUERTE VIAJA SOLA

Hay una canción que me encanta escuchar, la cual me hace recordar lo feliz que era y lo miserable que soy ahora, sin embargo, llegaste tú y volviste a iluminar mi camino con tu bella sonrisa. Siendo sincera no creí enamorarme a primera vista de ti. – mis pensamientos andan extraños el día de hoy –

Segundo Cielo

Nivel Superior de Autoridades Angelicales

Encargado: Ángel Superior Miguel

- Miguel, te algo preocupado… ¿sucede algo malo? – le pregunta un hombre de aspecto alto, elegante, fuerte, sus ropas eran resplandecientes, su cabello era largo y rubio, sus ojos eran azules y la voz de aquel personaje desbordaba bondad, paz, serenidad, amor, tranquilidad y su mirada era dulce, tierna y compasiva. Aquel misterioso personaje parecía ser la segunda persona con mayor autoridad en todo el cielo.

-Oh Señor, es usted… tranquilo, todo está bien, solamente estoy leyendo los informes del ataque que tuvimos en la entrada principal de las almas – masajeaba su frente con sus dedos tratando de comprender por qué los demonios habían atacado ese lugar – parece que dos demonios de categoría alta fueron los responsables de tal crisis – la plática se tornaba cada vez más seria y aquel misterioso personaje escuchaba atentamente y ponía atención a cada detalle que Miguel le declaraba – lo que todavía me cuesta entender Señor… es que según este informe antes de que nuestras tropas llegaran, un demonio ya había sido derrotado – al escuchar esta última frase, la mirada de aquel personaje se tornó seria, algo había llamado su atención.

- Miguel, lo último que mencionaste, ¿es eso cierto? – aquella pregunta era fundamental para comprender a totalidad toda aquella penosa situación que había ocasionado grandes destrozos y muchos caídos.

- Si mi Señor, no sé si recordara el nombre de Balbar – al escuchar este nombre, los ojos azules de aquel personaje se abrieron aún más, en señal de sorpresa al escuchar el nombre de aquel demonio que en un pasado había sido el responsable de muchas calamidades – según los testimonios de las almas interrogadas por el escuadrón de Gabriel, parece que un joven lo derroto y que el aspecto del ataque final tenía la forma de un Gran León de fuego y que al impactar sobre el demonio, este salió volando por la fuerza del mismo, aun cuando llegaron las tropas de refuerzo… Balbar seguía ardiendo – al terminar esta frase, ambos comenzaron a observarse fijamente, ya que parecían entender aquella situación que habían leído, y más que todo, habían encontrado algo que hace dos años se daba por perdido.

- Hace dos años Miguel, perdimos a un excelente ángel y su poder desapareció totalmente sin dejar rastro alguno, creo que recuerdas esa noticia… ¿cierto? – al ambiente de pronto se tornó serio, y la cara de aquel personaje que hablaba estaba totalmente seria y pensativa – ambos desparecieron y jamás se encontraron restos ni de él, ni de su poder – continuaba explicando mientras su rostro se tornaba más serio – sospechamos que Lucifer había robado este poder, pero descartamos esa opción, ya que al mandar ángeles encubiertos al infierno a que investigaran sobre este asunto, no encontraron nada – su mano izquierda tapaba su boca dejando un espacio para que las palabras pudieran salir y ser entendibles, estaba en total estado de concentración – y después de buscarlo por unos cuantos meses, desistimos de ello… confiando en que no fuera a caer en manos peligrosas, ya que este poder, es otorgado aquellos que sean capaces de sacrificar su misma vida y al hacer esto no hay ángel ni demonio que pueda contra eso, aun ni el mismo Lucifer se atrevería a luchar con tal poder – aquella revelación era impactante y la cara de ambos estaban serias, ya que ellos comprendían la situación en la que se encontraban. – Ariael, ¿Por qué decidiste entregar tu poder a un humano?, ¿acaso te encontrabas en una situación desesperada para realizar tal acción?, ¿Por qué mi Padre permitiría tal acción? – eran los pensamientos que cruzaban por la mente de aquel misterioso personaje – Miguel, ¿adónde se encuentra ese joven? – fue la última pregunta que realizaría antes de despedirse.

- En estos momentos mi Señor, están siendo llevados al cuartel general – al escuchar estas palabras, aquella sonrisa que había desaparecido regreso más llena de amor, y aquella situación que se encontraba tensa, sin previo aviso se terminó y la paz regreso de manera amplia – otra cosa que tengo que destacar mi Señor, es que… todavía no comprendemos por qué la muerte se encontraba en ese sitio y también según testigos, ella también lucho contra estos demonios, pero fue derrotada fácilmente – estas fueron las últimas palabras que escucho aquel personaje, que poniendo su mano en el hombro de Miguel, se despidió dejando todo a cargo de aquel que parecía ser uno de sus mejores amigos.

Y levantándose del lugar donde se encontraba el Ángel Superior Miguel, comenzó a caminar hacia el lugar donde serian interrogados aquellos dos jóvenes, para comprender de una vez por todas la situación que los había amenazado y por qué ellos habían luchado contra aquellos demonios.

- Todavía no puedo comprender la situación, pero una cosa es segura – eran los pensamientos de Miguel mientras poco a poco caminaba hacia el cuartel general a interrogar a estos dos jóvenes – Ariael descubrió algo muy oscuro, pero antes de poder pasarlo, fue atacado y en última instancia, antes de que obtuvieran su poder, decidió entregarlo a este joven – y antes de extender sus alas, una última frase cruzo por el pensamiento de aquel Ángel dejando en claro la situación que en su mente se encontraba – hay un TRAIDOR entre nosotros y antes de que la cosa se torne demasiado violenta y se salga de control… debemos encontrarlo – y extendiendo sus alas se marchó. Que destino les espera a aquellos dos jóvenes.