Kurgan.
Cuando Alison termino de narrar las penas que mi reina había pasado, sentí mi corazón a punto de salirse de mi pecho. Y a esto se le sumaron las lágrimas que no pude contener.
—Kurgan...
—Kimberley, como está mi niña.
—Ella está bien, Kurgan. La que me preocupe aquí es Malena.
—Karter sabe que Kurt...
—Sí, y no te imaginas lo mal que se siente.
Me coloqué sobre mis pies y empecé a caminar de un lado hacia el otro.
—Tengo que ir con Malena, Alison. Tengo que remediar todo el daño que le provocaron.
—Si te presentas ante ella, desatarás la verdad guerra, Kurgan.
—¡¿Cómo me pides que no valla a por mi esposa...?! ¿¡Cómo me pides que no haga nada después de lo que me acabas de contar...!?
Alison se colocó sobre sus pies y se acercó a mí.
—Antes de acudir a sus brazos debes de poner en orden tu vida y recuperar lo que es tuyo. Prepara el terreno. Kurgan.
—¿¡Ahora con quién casara a Violet...!? Pensé que tenía a Dios agarrado por una mano, pero ahora resulta que tenía al hermano equivocado.
Rodé mis ojos tras escuchar esas palabras.
—Quiero ver a Karter.
—Te llevaré con él. -dijo Alison con decisión. —Pero para eso debes ser libre del yugo de Luciano Zampogna.
El mencionado rodó sus ojos.
—Si lo liberó pactaras una reunión con el idiota de Karter.
—Libéralo y vere lo que hago.
—No vas a ver, querida. Lo harás, porque si no cumples tu palabra pocas serán las horas del ex capo di tutti capi.
—A mi capo no lo amenazas.
—¿O qué?
Alison dio un paso hacia su padre.
—¿Recuerdas a tu querida zorra, aquella que paso por encima de ti y me echo de casa como su fuera una perra? -Luciano asintió. —¿También has de recordar que cierto día la pobre cayó desde el techo de un centro comercial, y todos alegaron que fue un accidente?
—Tú...
—Sí, Luciano. Yo me deshice de ella... quizás después de todo soy una digna hija tuya Zampogna.
—Alison... -inquirió sin poder creerlo.
—Quítale el rastreador antes de que mi hombre se impaciente y venga a por la cabeza de todos. Puede ser que Kurt le haya arrebatado el liderazgo, pero él sigue siendo el señor de señores. Y eso no entra en discusión, Luciano.
Zampogna hizo una mueca antes de sacar la llave del rastreador de su bolsillo.
—Ya sabía yo que eras un grano en el trasero.
—No me provoques porque llevó el futuro capo di tutti capi en mi vientre. Y a mi amado no le gustará para nada enterarse que me has cabreado. Porque tu cuerpo puede ir a parar a un lago infestado de cocodrilos y pirañas.
—Ves lo que te digo padre, ella es perfecta para ser la heredera de tu mafia. Yo aquí no pinto nada, como dices.
—¡Te callas Violet...!
Los Zampogna son iguales o peores que la familia Salvatierra.
—Así que eres la pequeña Violet.
—Sí, hermana.
Ambas mujeres Zampogna se brindaron una gran sonrisa, la cual acabo con la paciencia de Luciano.
Din duda alguna su por karma a llegado para quedarse porque ahora Violet hará lo que le venga en gana porque tendrá la protección de su hermana mayor.
—Violet... ni se te ocurra...
—Ya se me ocurrió, querido padre. Alison, que me das si consigo la cabeza de cierto grano en el trasero que nos molesta.
Luciano rodó sus ojos. Para después lanzarle la llave de la pulsera rastreadora a su hombre de confianza.
—Se largan de mi casa. Para cuando vuelva no los quiero ver aquí.
El hombre me retiro el rastreador, y por primera vez en un año y medio me sentí libre de hacer lo que me da la gana.
—Vamos. -inquirí.
—¿No qué estas casado con Violet?
—Es una boda falsa, Alison.
—¿¡Qué...!? -gritó con fuerza Luciano. —¡Te voy a matar hija del mariachi...!
—Deberíamos irnos antes de que a Zampogna le dé un infarto. -espetó Violet mientras entrelaza su mano con la de Alison. —Alison, deseo que me ayudes en algo.
—¿Ahora te unirás al enemigo, Violet?
Violet rodó sus ojos.
—Vamos. -demando sin reparo para luego empezar a arrastrar a Alison hacia la salida.
Seguí de cerca a ambas hermanas y cuando nos encontramos en la puerta de salida, mis ojos de detuvieron en el hombre que había sido mi celador por un año y medio.
Caminé hacia la puerta y cuando pase por su lado lo escuché burlase. —Puede ser que ahora seas libre, pero nadie te quita el tiempo que duraste en aquella cárcel, estúpido.
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Editado: 14.06.2025