Kurgan.
El tema de Kurt es un terreno peligroso, pero no por eso desistiré de ayudarlo.
—Kurgan, me enteré de que él volvió.
—Padre, Kurt nos necesita.
Karter aparto sus ojos de los míos.
—Kurt presenta una desnutrición severa, y a eso se le suma una herida mal curada. Kurt nos necesita papá. Está en una condición deplorable, y lo peor del caso es que Leonor está luchando por no perder a su hijo.
—¿Por qué después de todo lo que te hicieron, deseas ayudarlos?
—Kurt hizo mal en aliarse con Elizabeth y hacerme el mal, pero a pesar de todo él es mi hermano. Mi sangre.
Karter agacho su cabeza.
—Todavía no puedo perdonarlo, Kurgan. -Karter dio un paso hacia atrás. —No puedo echar hacia atrás todo el dolor que sentí al enterarme todo lo que él hizo.
—Padre, Kurt es tu hijo.
—Si de verdad él fuese mi hijo, se hubiera detenido a pensar en las enseñanzas que le impartí desde pequeño. Pero, no… él hecho años a la basura por el poder, ahora que el poder lo ayude, porque yo no estoy dispuesto a ayudarlo.
Tras esas palabras Karter empezó a alejarse de mí.
Cuando Karter desapareció Andrei se acercó a mí.
—Kurgan, tengo malas noticias.
—¿Qué sucede?
—Leonor acaba de tener un shock hemorrágico, los doctores dicen que estemos preparados para recibir malas noticias.
No puede ser posible.
—Diles a los doctores que hagan todo lo posible detener el sangrado, Andrei.
El hombre asintió.
—Iré a ver a Kurt. -Andrei asintió. —Te preparado el auto porque iremos a visitar un lugar.
—Como usted ordené.
Tras esas palabras giré sobre mis pies y me dispuse a caminar hacia la habitación donde Kurt se encontraba recluido. Al llegar abrí la puerta e ingresé. La habitación se encontraba a oscuras, pero eso no fue impedimento para que me acercara a Kurt, quién he de decir que se encontraba según yo, plácidamente dormido.
—Ella estará bien. Leonor tendrá a tu hijo, Kurt. -entendí una mano para tocarlo, pero antes de que pudiese hacerlo Kurt hablo.
—No, no me toques. No soy digno de que me toques Kurgan.
—Kurt…
—No quiero estar aquí, quiero ir con Leonor. -tras esas palabras Kurt intentó colocarse sobre sus pies, pero yo se lo impedí. —No me toques.
—Kurt, no puedes irte hasta que estes cien por ciento recuperado.
—Viene aquí para que me ayudaras con Leonor no para que metieras en tu palacio y me conectarán a cables.
—Kurt, debes mantener reposo.
—Quiero ir con ella, necesito estar al lado de Leonor. Por favor respeta eso.
Ejercí más fuerza sobre mi agarre, logrando detenerlo.
—Si te permito salir del palacio, podrías morir Kurt.
—No me importa morir, si lo voy a hacer quiero estar al lado de Leonor.
—Tienes una falla cardiaca. -espeté.
—Lo sé, por ello quiero que ella tenga algo de los dos para que mi partida no sea tan dolorosa.
—Todavía estas a tiempo de hacerlo, Kurt.
—No tengo el dinero ni los medios para hacerlo, Kurgan.
—Tú no, pero yo sí.
Kurt negó.
—No quiero tu dinero, Kurgan. No después de lo que le hice a tu mujer, y a ti mismo. Por el poder me dejé cegar, por el anatema poder perdí lo único bueno que tenía en mi vida, perdí a papá. -Kurt apartó sus ojos de los míos. —Ya he hecho bastante como para que ahora me ayudes, Kurgan.
—Te perdono. Te perdono por todo, Kurt.
—Yo no me perdono, porque tuve la gran parte de la culpa de lo que le sucedió a Malena, deje que Elizabeth hiciera lo que le diera la gana con ella, la humille e incluso la golpee. No merezco tu perdón, Kurgan. No merezco estar al frente de ti y que me tengas lastima.
—No te tengo lástima.
—¿Entonces por qué quieres ayudarme?
—Porque eres mi hermano, Kurt.
Kurt regreso su mirar a mí.
—Deberías entregarme para que acabarán conmigo de una buena vez por todas.
—Lo siento, pero no lo haré.
—¿Cómo está Leonor? -pregunto.
—Tiene una hemorragia interna, las esperanzas para ella no son alentadoras.
Kurt agacho su cabeza.
—Por mi culpa Elizabeth poco a poco le fue arrebatando el deseo de Leonor de ser madre, por mi culpa Leonor no ha sido feliz.
—Quiero que ella sea feliz, Kurgan. -después de decir esas palabras Kurt derramó lágrimas. —Por favor has lo que esté en tus manos para que el embarazo llegué a término.
—Lo haré. -prometí.
#585 en Novela romántica
#188 en Novela contemporánea
romance pasion humor, sacerdote amor celos dolor, lujuria infierno pecados dolor amor
Editado: 14.06.2025