Un Café Con Amor

Capítulo 5: Café, Estrategias y Revelaciones

El murmullo de la multitud se intensificó y la atmósfera se llenó de una mezcla de anticipación y tensión. El jurado, con expresiones severas en sus rostros, discutía acaloradamente mientras mi corazón latía en un frenético compás. Mientras esperábamos su decisión final, disfruté de un pequeño respiro, buscando a Diego entre las multitudes, que parecían moverse como olas furiosas a mi alrededor.

Sus ojos brillaban de forma única, absorbido en la energía que nos rodeaba, y al cruzar nuestras miradas, sentí cómo una chispa de conexión fluía entre nosotros. Era en ese instante fugaz que me di cuenta de que el café era mucho más que una simple bebida. Era la esencia de vivir momentos auténticos, entre risas, desastres y las historias que llevábamos dentro. Pero lo que realmente temía era que, al ojo público, el gorra oscura era una fuerza a tener en cuenta.

Finalmente, el presentador tomó el micrófono de nuevo, alzándolo como un rey que espera anunciar su decisión más acertada. “Después de una deliberación cuidadosa y apasionada, hemos llegado a la conclusión de que hay una clara victoria en esta ronda de la competencia. La bebida que ha unido el arte y la conexión nos ha impactado a todos de forma profunda… ¡Ana y Diego!”

El estallido de aplausos era el sonido más dulce que jamás había escuchado, y como un reflejo de mi sorpresa, no podía dejar de sonreír mientras chocaba el puño con Diego. La alegría era innegable, pero algo más se estaba forjando en el aire; una tensión palpable que no podía ignorar.

El gorra oscura lanzó una mirada fulminante hacia nosotros, que se sintió como si un rayo de desconfianza hubiera atravesado la plaza. Me pregunté qué secretos ocultaba su sombría determinación. Era evidente que no iba a rendirse fácilmente, y mientras el jurado anunciaba a los siguientes competidores que avanzarían, su mirada se centró en mí.

“Este juego recién comienza”, musitó entre dientes antes de alejarse, y esa amenaza resonó en mi mente como un eco persistente.

Mientras tanto, Diego y yo celebramos la victoria acurrucados en un rincón. “Esto es solo increíble, Ana. Has creado un café que no solo impresiona, sino que cuenta una historia. Me encanta cómo colaboraste con fuerza,” comentó, su voz suave como un batido de café cremoso.

La adrenalina aún corría por mis venas, y el contacto de su mano, que se trompeteó en la cima de la mesa, era suficiente para provocar un torrente de mariposas en mi estómago. Pero no podía dejar que esa conexión eclipsara mi enfoque. La competencia no había terminado, y el desafío del gorra oscura me preocupaba más que mi inminente fuga romántica.

“Gracias, Diego. Pero ¿y a ti? La forma en que combinaste tu historia con la mía... no podría haberlo hecho sin ti,” respondí, sintiendo que estas palabras tenían un peso que no podía ignorar. “Pero debemos seguir cuidando nuestras espaldas. Esa mirada que lanzó no estaba solo por el café”.

Él asintió, reflejando mi preocupación. “Lo sé y estoy contigo en esto. Vamos a darle la vuelta a la mesa. Meter miedo es un juego que podemos jugar muy bien”, dijo, guiñándome un ojo. A pesar de todo, la confianza que ofrecía también me daba miedo, lo que significaba probar lo que realmente éramos capaces de hacer.

La siguiente fase de la competencia se acercaba rápidamente, y el jurado comenzaba a llamar a más competidores. En la siguiente ronda, las habilidades individuales se pondrían a prueba en una exhibición de latte art. Los participantes debían demostrar sus técnicas para crear arte en la superficie del café, y la creatividad sería la clave del juego.

Al observar a los restantes competidores en acción, el ambiente que antes era un torbellino de creatividad se transformó en un campo de batalla. El competidor de la gorra oscura se presentó nuevamente, y podía notar su voluntad de ganar con cada movimiento. ¿Acaso esa maldad en su risa lo haría más astuto? No podía dejar que ganara.

Estaba determinada a hacer lo mejor posible, y mientras me preparaba para mi turno, decidí que mi arte sería el reflejo de la alegría que mi café había traído. El nuevo desafío se sentía personal, era una extensión de mi ser.

Cuando llegó mi turno, la presión se convirtió en una enorme ola. Intenté calmar mi mente, concentrarme. Me acerqué a la máquina de café y comencé mi rutina, cada movimiento nhớ que las manos no solo eran herramientas, sino extensiones de espíritu y emoción.

Proporcioné el espresso, lo preparé perfectamente, y vertí la leche espumosa con una precisión cuidadosa. Mientras vertía, las formas comenzaron a tomar vida, un remolino de energía y color. Cada giro de la jarra y cada inclinación de la taza eran como una danza que claramente describía mi historia: sueños, luchas y el inesperado amor que había encontrado en el camino.

“¡No puedo esperar a ver cómo va a sorprendernos!”, susurró Diego desde un lugar alejado, claramente ansioso. Esa pequeña afirmación era el combustible que necesitaba.

Finalmente, levanté la taza y observé lo que había creado: un corazón junto con un lazo, como dos vidas entrelazadas. Esa obra maestra capturaba la luz de la tarde y, al girar la taza hacia el jurado, las expresiones en sus rostros eran indescriptibles. Aplausos estallaron cuando terminamos, y justo cuando la tensión comenzó a desvanecerse, un grito proveniente de la multitud me hizo encogerme.

El gorra oscura, completamente consumido por su ambición y dejando su imagen de lado, decidió darlo todo. Con una mezcla completamente diferente, su latte art era algo que nunca había visto: un trono, un símbolo de su deseo por dominar la competencia. La multitud se quedó boquiabierta, y lo que me preocupaba era la fuerza de su talento; ahora se estaba convirtiendo en un espectáculo.

Mi mente comenzó a correr. Sus habilidades no deberían recluirme en la oscuridad, pero las precauciones estaban claras. El jurado comenzó a deliberar una vez más, y la tensión alcanzó su punto máximo, el tiempo parecía encoger a su alrededor. No podría permitir que su ambición oscureciera mi momento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.