Un Caso Perdido

TREINTA Y NUEVE

Al llegar a la estación de policías, el padre de Matt ya estaba ahí.

Como siempre, se ve extremadamente ocupado y parece que tiene el teléfono pegado a él porque nunca deja de contestar llamadas. Por algo será, es un abogado muy exitoso.

Lo he visto antes pero después de pasar tiempo con Matt no solo dejé de pasar tiempo con él sino también perdí cualquier tipo de comunicación con sus padres, bueno, cuando su madre aún vivía.

Ver al señor Brown me recuerda a las tardes que pasaba en casa de Matt, la manera en que nos regañaba por ensuciar la cocina tratando de inventar el mejor pastel de chocolate o la vez que quisimos teñir la alfombra de Matt de color verde con pintura de uñas. Lo sé, una idea tonta pero teníamos seis años.

Siempre fue un hombre serio, nunca comprendí como la madre de Matt pudo haberse enamorado de él, ellos eran todo lo contrario. Él siempre nos hacía guardar silencio, nos regañaba constantemente y estar cerca de él nunca era divertido. Con la madre de Matt era todo lo contrario, ella siempre nos hacia reír y si estábamos jugando al aire libre, ella se aventuraba a jugar con nosotros sin importarle la tierra o los insectos.

Mientras recuerdo eso siento una punzada en el corazón. Cuando me enteré de la muerte de su mamá, sentí muchas emociones al mismo tiempo y no sabía cómo reaccionar pero ahora que el tiempo ha pasado, sin duda me siento triste.

Para mi ella también era importante, perder a Matt fue bastante duro y perder a quien era como mi segunda madre fue algo parecido a una pequeña herida que se va empeorando poco a poco. Cada vez más profunda.

Veo a Matt y me siento mal por primera vez en mucho tiempo. Tal vez fui demasiado dura con él pero ahora no quiero pensar en eso.

Matt y Conrad se acercan con él, el padre de Matt,  y yo me quedo un poco alejada. No sé porque, creo que todo lo que tenga que ver con Los Brown me trae un torbellino de sensaciones.

Mientras ellos están hablando con el señor Brown, yo medito sobre todo lo que me dijo Matt. No tenía idea que su madre hubiera pasado por todo eso. No tenía idea que mamá estaba tratando de evitar lo peor pero lo peor sucedió y arrastró a muchas personas, como a Matt y a mí.

No creo que sea bueno sentirme un poco enojada con mi madre, sé que era su mejor amiga pero básicamente nuestra familia estaba bien antes de todo eso. Si ella no se hubiera alejado de su propia familia, ¿Qué hubiera pasado?

Sé que mi padre tenía una amante pero… no sé. Digo, no es como que le aplaudo sus acciones, no apoyo el adulterio sin embargo mi madre era un fantasma para todos. Mi hermano encontró apoyo en otras personas, personas que jamás he conocido. Yo busqué lo que me faltaba en adultos que sí querían escucharme. Que sí me cuidaban. Mi padre busco amor en otra persona. ¿Quién tiene la culpa? ¿Qué se supone que piense?

Veo a Matt y ahora está hablando con Conrad, tranquilizándolo mientras su padre entra a la oficina para hablar con los oficiales. Matthew y Conrad ya se conocían, Matt conocía a Conrad antes que yo lo hiciera y a pesar que ahora Conrad afirmaba que no quería volver a verlo, sé que al menos se tienen algo de aprecio.

Matt le hace señas y le da un par de palmadas como si fuera un entrenador preparándolo para el partido más duro de la temporada.

Mis ojos se detienen en Matt.

Matt… ¿Qué hemos hecho? Me odio un poco por sentir la necesidad de llorar. Quiero llorar porque la amistad que hace años se perdió.

Sin embargo, no lo hago.

Ellos caminan hacia mí y Conrad automáticamente toma mi mano. Matt dice: —Papá está arreglando todo, no debería tardarse mucho.

Asiento y Conrad suspira. —Dile a tu padre que le pagaré todo.

Matthew sonríe. — ¿Crees que papá te cobraría? —Niega—, no lo hará, además, te reconoce. Dice que tienes mucho talento en el soccer.

Conrad sonríe apenado. —Gracias.

Matt me mira y duda por un segundo pero eventualmente, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro.

En ese momento, algo extraño sucedió.

Fue como si un pequeño pedazo de mi corazón de todos los que estaban en el suelo hubiera sido colocado en su lugar. Uno pequeño, casi imperceptible.

—Papá saldrá a contarnos que pasa, tu tranquilo amigo —mira a Conrad.

Esperamos durante un tiempo hasta que su padre salió y nos explicó que quizás, tardarían un poco más. Están resolviendo varios asuntos y aún no han podido revisar la situación del padre de Conrad.

En ese momento, el padre de Matt me ve y sonríe. — ¿Amalia? —Pregunta de repente—, ¿Puedo hablar contigo?

Nos miramos confundidos con Matt pero acepto y los chicos se hacen a un lado para darnos privacidad.

— ¿Cómo estas, Amalia? —Pregunta el señor Brown, siempre ha usado un tono de voz serio aun cuando está feliz.

Asiento. —Bien, gracias —contesto de manera cautelosa.

Él arregla su corbata. —Tu madre ha hablado conmigo, me ha dicho muchas cosas… solo quería decirte que eres bienvenida en nuestra casa cuando quieras —pareciera que quiere colocar su mano sobre mi hombro pero la regresa y la guarda en su bolsillo—, lamento si nosotros… si Matt se alejó de ti por problemas de adultos, ustedes se querían mucho.

¿Por qué mi madre ha estado hablando con los Brown? ¿Qué tanto les ha dicho? — ¿Mi madre? —pregunto levantando mis cejas.

Él asiente con una expresión triste. —Habían muchas interrogantes, demasiadas suposiciones. Tuve, hace años, un ataque de ira contra tus padres específicamente con tu madre y le grité, la culpé de… bueno, ya sabes —supongo que habla de la muerte de su esposa—, le dije que jamás la quería volver a ver. No sé si eso distanció a Matthew de ti o si fue algo más pero si fue mi culpa, lo siento mucho. Sé que aun te importa Matt, sé que tú fuiste quien lo encontró en el baño inconsciente —está hablando de la vez que me lo topé en la enfermería, mientras que Mirna me pidió que lo cuidara—, sé que tú eras la persona que le enviaba semanalmente dulces.




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