Un Chico Llamado Amor

CINCO

 

No fue hasta cuando llegué a mi casa que encontré la primera nota de él. Saqué todo de mi mochila sobre mi cama y entre mis cosas había un papel pequeño, en forma rectangular de color verde pálido.

Es del tamaño de mi mano y está doblada a la mitad, la desdoblo y leo el mensaje corto:

“Espero tengas un buen día”

Mis cejas se juntan. Leo la nota una y otra vez, no hay un nombre. No sé en que momento esa nota llegó ahí, la letra es normal, no parece nada fuera de lo común. Tal vez un poco mejor que la mía, bueno no, mucho mejor que la mía.

¿Quién escribió esto? Algo me dice que fue Max pero no recuerdo algún momento donde él estuvo cerca de mi mochila.

Doblo la nota y la iba a tirar pero me arrepiento. Abro el cajón de mi escritorio y la guardo ahí. De todas formas no es una nota mala, solo me están deseando un buen día.

Escucho un ruido en la cocina, como si alguien hubiera roto algo. Bajo rápidamente y veo a mamá recogiendo tomate del suelo. — ¿Qué pasó? —pregunto acercándome para ayudarla.

Ella levanta su mano. —Se me resbaló esto, tenía las manos mojadas —me explica—. No lo toques, te puedes cortar.

Niego acercándome de todas formas. —Yo lo limpio —me ofrezco.

Ella niega con una pequeña sonrisa. —Lo haré yo, Lily. Te puedes cortar con el tazón roto, ten cuidado.

A pesar que mama no quería que la ayudara lo hice de todas formas. Recogimos los vidrios, los tomates rebanados y limpiamos el suelo. Mamá me dijo que ya me podía ir cuando terminamos con todo pero su rostro se veía diferente, tal vez sentía vergüenza.

— ¿Necesitas algo más? —le pregunto.

Mira hacia la bolsa de plástico con lo que recogimos. —No Lily, está todo bien ahora.

Regreso a mi habitación preguntándome si debía ir con ella y ayudarla. Cierro la puerta y me siento en la cama. Veo el libro que estoy leyendo ahora, no me está gustando mucho pero tengo que terminarlo de todas formas, no me gusta renunciar a un libro, siempre tengo que llegar hasta el final. Lo tomo y abro donde dejé el separador.

Pero no puedo concentrarme.

Recuerdo los últimos días y pienso en qué tipo de reacción tendría Jenny si descubre la forma en como ha actuado Max conmigo. Dejando que mi imaginación llegue muy lejos, me pregunto qué pasaría si Max le dice a Jenny que yo le gusto.

Nunca hemos estado en esa posición. Los chicos que le gustan a Jenny nunca me han gustado a mí. Incluso con los cantantes y actores, nuestros gustos son muy diferentes. Mientras que a Jenny le atraen los musculosos con cabello siempre peinado y rostros con mandíbulas definidas, mis gustos son un poco “más normales” creo que hay más belleza en un chico que es naturalmente agradable.

Digo, todos apreciamos un rostro atractivo pero creo que lejos del color de los ojos de alguien o que tan definidos están sus brazos, es como te hacen sentir a ti. Lo que hay detrás de lo que muestran.

Quizás pienso así porque me gustaría que alguien pensara de esa forma conmigo. No me considero horrible pero sé que no soy la chica más linda de la escuela, o de mi clase. Tengo una cara bastante normal, pero nada espectacular.

Aunque no estoy segura si mi personalidad sea suficiente para atraer a alguien. O para hacer que sienta algo por mí.

Miro hacia mi escritorio, tengo una fotografía de Jenny y yo en su cumpleaños del año pasado. Ella lleva un vestido rojo y yo estoy usando unos pantalones negros con una camiseta blanca. Estamos sonriendo y recuerdo lo bien que me lo pasé con ella, a pesar que era una fiesta llena de personas que no conocía muy bien y que no les hablaba.

Pero aun así, con Jenny a mi lado, me divertí.

No quiero que nada ni nadie nos separe. Jenny es mi única amiga, es la única persona que ha estado en mi vida por más tiempo que cualquier otra. Siempre he asumido que nuestra amistad iba a durar por años, íbamos a crecer juntas y yo siempre sería parte de su vida como ella de la mía.

¿Podría eso cambiar?  

¿Alguna vez has sentido miedo de algo que no puedes ver? Como si entras a un lugar vacío y aunque hay iluminación y no hay nadie más, sientes miedo. Pánico.

¿Por qué me siento así?

— ¡Lily, te buscan! —grita mamá desde abajo.

Dejo el libro, del cual solo avancé dos hojas pues mis pensamientos me distraían y olvidaba que estaba sosteniéndolo. Salgo de mi cama, me coloco de nuevo mis zapatos y aliso mi cabello. Antes de salir veo la fotografía sobre mi escritorio y sonrío.

No. Nuestra amistad es más fuerte de lo que parece, sé que nosotras no dejaremos de ser mejores amigas. Sé que Jenny me quiere y yo a ella. Seremos mejores amigas por siempre.

Bajo una vez más, me tomo mi tiempo en las escaleras pasando mi mano por el pasamanos de madera barnizada. Pensé que Jenny había venido como suele hacerlo algunas veces sin avisar pero no es ella. Es Max.

Mi ceño se frunce automáticamente, ¿Qué hace aquí otra vez? La escuela ya empezó, ya no estamos de vacaciones y él no debería venir a esta casa cada vez que quiere.

Entrecierro mis ojos y me acerco a él. — ¿Qué pasa?

Levanta sus hombros y muestra una sonrisa, sus dientes están muy rectos que parece que alguien los colocó en su boca con mucho cuidado asegurándose de dejarlos perfectamente alineados. Paso mi lengua por mis dientes, ni siquiera yo con la ortodoncia de hace dos años los tengo así de rectos.

—Nada, pensé que tal vez podemos hacer la tarea juntos. —Afirma tranquilo. Parece que Max es de esas personas que hace amigos inmediatamente porque actúa como si esto fuera normal entre nosotros, llegar a la casa del otro para hacer tareas.

Excepto que no lo es y yo no he visitado jamás el lugar donde vive. Tampoco quiero.

Suelto un suspiro y estiro el borde de mi blusa. —Max, ahora no es un buen momento.




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