— ¿Invitaras a Jared, el chico secreto? —pregunta Max cuando llega a la clase que si llevamos juntos, literatura.
Yo lo miro y camino a los asientos del fondo, por suerte solo había uno desocupado así que él está obligado a sentarse del otro lado. Me dejo caer y siento sus ojos sobre mí, esto es tan incómodo.
La clase de literatura es de las pocas clases que me interesan, y aunque no son una fanática de los libros clásicos, me gusta estar en un ambiente donde el tema principal sean las palabras y la forma en que los humanos han logrado contar grandes historias a través de ellas y el papel.
La señorita Towers entra con dos libros bajo el brazo, el cabello recogido aunque un poco despeinado y la espalda recta. Ella sonríe cuando nos da la bienvenida, nos dice su nombre y algunos lineamientos para su clase.
—Mi parte favorita es escucharlos hablar —ella dice sentándose en el borde de su escritorio—. Es por eso que vamos a hacer algo, los uniré en parejas para que trabajen en las próximas clases, que serán más interactivas de lo que esperan.
¿Otra vez parejas? ¿Qué tiene esta escuela con unirnos con alguien más? Algunos de nosotros preferimos estar solos.
—Bien, ya he unido sus nombres —explica—. Lo hice en base a sus apellidos, pero no porque tienen las mismas letras, sino porque los emparejé usando un sistema en la computadora.
Es decir, nos unió al azar.
Ella señala hacia atrás. —Sus nombres están ahí, en la pared, pero estoy segura que entraron y no vieron esa hoja.
Todos volteamos hacia la pared, es cierto, los nombres están en una hoja con dos columnas. Las personas corren a ver quién será su pareja, yo permanezco en mi asiento y espero que se muevan algunos para ver sin tener que ser empujada.
— ¡Sí! —dos chicas se abrazan, al parecer tuvieron suerte.
Si Jenny estuviera aquí tal vez hubiéramos sido emparejadas y trabajaríamos juntas. Aunque sí Max está en esta clase, es probable que a ella le gustaría trabajar más con él que conmigo, después de todo es el chico que le gusta actualmente.
Max está viendo su nombre y frunce el ceño, luego gira sus ojos a mí. Oh, no. No me digan que él será mi pareja por el resto del año, esto debe ser una broma.
Rápidamente me levanto de mi asiento y camino hasta ahí. La profesora no usó nombres, usó únicamente apellidos. Me toma unos segundos encontrar el mío, pero curiosamente mi apellido no está al lado de Richards, sino Hunters. No tengo idea quien se apellida Hunters.
Pero al menos no es Max.
— ¿Quién es Richards? —pregunta Hally, una chica que es muy popular por ser bonita aunque no es como las populares de las películas, ella es amable. Jenny suele salir con ella a veces.
Hally me mira y se acerca, creo que piensa que yo soy de apellido Richards por la forma en que la vi así que señalo hacia Max, gira su rostro y sonríe. Hally tiene el cabello rizado, la piel oscura y ojos verdes, es alta y siempre se ve genial.
Sé que si Jenny estuviera aquí, me habría dado una mirada de molestia. Puede que le agrade Hally pero no le agradaría que ella trabajara con Max.
Max la mira con un rostro inexpresivo, luego sus ojos regresan a mí y se acerca. — ¿Con quién te tocó?
Me encojo de hombros. —No sé —miro a Hally—. Ella es tu compañera.
Lo que quería decirle es: No tienes por qué hablarme ahora, ve con la chica que te asignaron.
Max la mira y asiente, se acerca a ella y la saluda. Yo regreso a mi asiento sin saber quién rayos es de apellido Hunters, espero que sea una chica será más fácil trabajar con una.
— ¿Ya encontraron a sus compañeros? —pregunta la profesora.
Algunos todavía siguen buscando a las personas que les asignó, ¿no era más fácil usar nombres? Alguien toca mi hombro y primero miro el dedo que me tocó seguido subo los ojos y finalmente encuentro a mi compañero.
Es un chico y no lo había visto antes. No hablo mucho con mis compañeros y no recuerdo el rostro de todos pero estoy segura que él es nuevo. —Hola —digo frunciendo el ceño—. ¿Eres Hunters?
Asiente y toma el asiento que está a mi lado. — ¿Eres Turner, no? ¿Lily Turner?
—Sí —respondo, veo detrás de este chico que Max y Hally están sentados juntos y riendo. Quiero rodar los ojos, por supuesto que Max se lleva bien con Hally inmediatamente.
—Soy tu compañero —me avisa pero ya lo sabía.
Mi atención regresa al chico. Es bastante común, es alto y delgado, tiene el cabello entre marrón y rubio, más marrón que rubio. Su ropa es interesante, está vestido con una camisa de botones blanca y pantalones de mezclilla claros, incluso está usando un cinturón. No recuerdo la última vez que vi a alguien usar un cinturón.
— ¿Cómo sabías mi nombre? —le pregunto.
Él sonríe un poco. —Pregunté tu nombre, ahora, bueno hace unos segundos —señala a la profesora—. Ya tuvimos una clase juntos pero no sabía tu apellido.
Subo la mirada al techo. — ¿Ah, sí? Um, bueno —pero yo no sé su nombre aun.
— ¡¿Listos?! —Pregunta ella levantando un libro con tapa roja—. Vamos a comenzar con mi clásico favorito, una obra de arte —sonríe la profesora—. Ya sé que se quejarán porque son demasiado buenos para leer este libro pero es mi clase y ustedes los alumnos, así que —deja el libro sobre su escritorio—, prepárense para leerlo.
Toma un marcador y escribe sobre el pizarrón “Romeo y Julieta”
Como lo predijo, muchas quejas, sobre todo de los chicos. Veo a “Hunters” y no se queja, solo asiente. He leído ese libro y sí me gustó, además no es muy largo, es una ventaja.
—Así es niños —ríe cuando nos ve—. Pero la tarea para la próxima semana será mucho mejor de lo que creen —se acerca a una chica de cabello corto y la toma de la mano para que se levante de su asiento, luego camina hasta la otra esquina y levanta a chico que es uno de los jugadores de futbol de la escuela—. Quiero que hagan su versión de Romeo y Julieta —afirma.