Un Chico Llamado Amor

DIECIOCHO

Jenny no quería hablar, me pidió que solo la dejara en su casa ya que Max se había ido y prometió que mañana me llamaría para que habláramos. Sé que odia llorar frente a las personas y como Penny y Jared iban en el asiento de atrás, no podía contarme nada.

Dejo primero a Jenny, ella me da un abrazo rápido y corre a su casa. Me voy hasta que está adentro, luego de eso arranco y me dirijo a la casa de Penny.

— ¿Estará bien? —pregunta Penny bajando la voz.

Suspiro. —No lo sé, no entiendo que pasó —muerdo mi labio—. La última vez que los vi estaban juntos.

Besándose.

— ¿Le hizo algo? —se refiere a Max.

Siento el estómago revolverse dentro de mí. —Espero que no, lo mataré.

—Uh, te acompaño a hacerlo —Penny afirma.

Jared aclara su garganta. —No vi nada, solo… después que te alejaste estaba contigo, Jenny me refiero.

Ahora que lo recuerdo Jared y yo estábamos a punto de besarnos. —Um, sí, no lo sé… supongo que mañana hablaré con ella.

Dejo a Penny frente a su casa y ella se despide de nosotros sacudiendo su mano. Entra  y de nuevo, conduzco para dejar a Jared en la suya. Es raro que esté sentado en el asiento de atrás, está oscuro y no puedo verlo.

—Perdón —hablo viendo al frente—. Tal vez no debimos venir hoy, todo esto es tan complicado y estoy involucrándolos.

—Oye —contesta—. Si no hubieras estado ahí, ¿Quién hubiera ayudado a tu amiga? Está bien, Lily, me gustó estar un rato con ustedes —hace una pausa—. Contigo.

Recuerdo que Jared me dijo que le gustaba, yo no pude responderle. Quizás debería intentarlo, darle una oportunidad y ver qué sucede entre nosotros. De todas formas no creo en “el amor verdadero” fuera de los libros, en la vida real no es sobre declaraciones de amor espectaculares, historias románticas cursis y clichés. A veces solo tienes que darle la oportunidad a alguien, aun si no te hace sentir como en las películas.

No digo que Jared sea una mala opción, creo que si le doy una oportunidad podría gustarme mucho pero una pequeña, muy diminuta parte de mí, aun cree en esa tontería de las almas gemelas. En un romance inesperado pero asombroso, no me siento así con Jared.

Pero Jared tiene muchas cosas buenas y es lindo, podría funcionar.

Lo dejo en su casa y le pido que me espere, bajo del auto y él cierra la puerta sosteniendo su chaqueta con una mano. Me quedo de frente a él, sin saber que decir pero siento que tengo que decir algo.

—Me la pasé bien —dice—. Aunque me hubiera gustado que durara más.

Me acerco y le doy un beso en su mejilla, tuve que pararme de puntillas para alcanzar su rostro. Cuando me aparto, él está sonriendo. —Yo también Jared, me la pasé bien.

Sus ojos se mueven a un lado. —Espero todo se resuelva con tu amiga.

— ¿Quieres hacer algo mañana? —Pregunto colocando las manos detrás de mi espalda—. Podremos hacer la tarea o lo que quieras, no sé, solo pasar el tiempo juntos.

Jared estira su mano y toma mi brazo. —Eso me gustaría.

Giro hacia atrás, hacia su casa. —Tal vez deberías entrar, deben estar esperándote si no les dijiste que irías a un baile, ¿les dijiste?

Una corta sonrisa se muestra en él. —En realidad, no hay nadie.

— ¿Nadie? —es algo tarde, debería estar su familia ahí.

Se recuesta en mi auto mientras mueve su mano hacia la mía. —Digamos que paso mucho tiempo solo.

— ¿Por qué? —pregunto y me arrepiento, no creo que quiera decírmelo.

Jared toma una larga respiración y exhala ruidosamente. —Vivo con mamá pero ella, pues, prefiere salir con su nuevo novio que estar en casa conmigo.

Aprieto su mano. —Lo siento por preguntar, no es mi asunto.

—No, está bien —asegura—. Ya me acostumbré.

No sabía que más decir pero no fue necesario, Jared tiró de mi mano con suavidad y me acercó a él. Sus ojos estaban concentrados en los míos y su mano me sostenía delicadamente.

—Lily, me gustas y no sé si te gusto, está bien si no es así —afirma,

Yo doy un paso hacia él, rompiendo toda la distancia entre nosotros. —Tu también me gustas Jared.

—Me alegra escuchar eso. —Jared deja caer su chaqueta al pavimento.

Me iba a inclinar para recogerla pero él me detiene. —Oye, ¿Por qué la dejaste caer?

Jared se encoje de hombros. —Se puede lavar, pero necesito mis dos manos para hacer esto ahora.

Jared coloca ambas manos sobre mis mejillas, inclina su rostro y mueve el mío hacia él. Mis ojos se cierran tan rápido el toca mis labios con los suyos. Dejo mis manos sobre sus hombros y él mueve sus manos detrás de mi cabeza, besándome lenta y suavemente.

La forma en que me besa no se compara en nada a como él me besaba. Recuerdo aun sus besos, rápidos y agitados, la forma en que Jared me besa es dulce y tierna. Me gusta así.

Cuando nos separamos él sonríe y yo también.

Me acerco y lo abrazo, recuesto mi rostro sobre su pecho y él me envuelve con sus brazos. Jared es el primer chico que realmente le gusto, no como el chico de mi pasado. Jared podría convertirse en la persona que he querido encontrar todo este tiempo.

Sin embargo, mi estómago no siente las mariposas como la primera vez que me gustó alguien. No importa, esas son cosas infantiles, esto es real.

—Penny se pondrá muy feliz cuando le cuente —afirmo aun entre sus brazos.

Jared acaricia mi cabello. —Somos su pareja heterosexual favorita, explotará de felicidad.

Eso me hace sonreír pero luego pienso en lo que Jared me dijo sobre su mamá.

—Jared —susurro—, ¿te sientes solo en tu casa?

Sigue pasando su mano sobre mi cabello, permanece en silencio un momento. —Algunas veces.

—Yo también —admito—. ¿Es raro, no? Estar rodeada de personas y sentirse sola pero, a veces eso me hace sentir mucho más sola. Saber que hay personas en la casa pero realmente no están conmigo.




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