TREINTA Y CUATRO

Regresé a la escuela ayer, y como lo imaginé, las personas están hablando de mí.

Max no quedó como el malo, yo lo hice. Han dicho que me dejo tocar en los pasillos, que tomé al novio de mi mejor amiga y que me meto con chicos siempre que puedo.

Jenny no voltea a verme. Por un segundo consideré hablar con ella y pedirle perdón por lo que pasó con Blake pero cuando la vi burlándose de mí, entendí que nuestra amistad ya no existía. Todo se acabó y no fue solo por Blake, el hecho que ella me dejó por Max sigue lastimándome.

Jared no me habla mucho, aunque puedo ver que no está tan enojado como antes. Tuvimos que trabajar en literatura juntos y solo nos decíamos cosas en relación a la clase. Tal vez hable con él sobre todo pero ahora no tengo ánimos ni energía.

Al menos Penny ha vuelto a ser mi amiga como antes. También les sigo hablando a los chicos, son amigables conmigo y me distraen de los pensamientos sobre Max. Con Amor hemos intercambiado muchos correos, a veces son largos y a veces solo son respuestas cortas pero es como si nunca se nos acaban los temas.

Mientras estoy en la escuela solo deseo poder regresar a mi casa y dejar todo este desastre a un lado. Nunca he sido el centro de atención y tampoco quería serlo, ahora que muchos están hablando de mí me siento tan mal.

Me encierro en el baño a llorar cuando puedo. Cada vez que veo el asiento vacío de Max pienso en que vendrá de nuevo, que me buscará otra vez y que intentará estar cerca de mí. No entiendo porque es así, no entiendo porque no puede dejarme en paz.

Me es tan difícil concentrarme en clases, simplemente no puedo hacerlo. Solo quiero encerrarme en mi habitación y dormir, dormir por muchas horas para olvidarme de la vida real pero cuando duermo, sueño con Max. Sueño que me persigue, que me encierra en habitaciones. Sueño que corro lejos de él pero siempre está ahí. Siempre.

 Durante el almuerzo Penny quiso estar conmigo pero le pedí que me dejara estar sola en la biblioteca. Ella no estaba muy feliz con ello pero creo que puede comprenderme, no solo estoy lidiando con Max sino con las miradas juzgonas de la mayoría de mis compañeros. Incluso de algunos profesores.

Como en Ciencias, la profesora dijo algo sobre la reproducción y alguien dijo “Lily sabe de eso” ella me vio, y en lugar de defenderme, negó con su rostro como si estuviera decepcionada.

No me defendió.

No dijo nada.

Dejó que se rieran.

“¿Crees que alguna vez estaré bien?”

Es lo único que le envío a Amor. No sé dónde está ahora, puede que con sus amigos en alguna parte de la escuela o puede que se encuentre en algún lugar lejos de aquí.

No lo sé.

Ahora mismo me gustaría que estuviera conmigo.

Contesta rápidamente:

“Sé que es difícil de creerlo pero lo estarás, lo prometo. Pero tienes que permitir que otras personas te ayuden.

¿Estás bien? ¿Dónde estás ahora? Lamento que las personas se estén comportando como idiotas.”

Una lágrima sale de mi ojo izquierdo mientras le respondo:

“no estoy nada bien, estoy tan cansada. No quiero pensar cómo será cuando Max esté aquí la próxima semana. No quiero seguir con esto, de verdad que ya no aguanto.

Estoy cansada de llorar, estoy cansada de pelear. Quiero dejar de pelear, de ser fuerte. Quiero que todo se detenga. Quiero volver a sentirme bien. Ya no me siento viva, ahora me veo al espejo y  no me reconozco. Estoy ahí pero no lo estoy.

Estoy escondida en la biblioteca, quiero saltarme la siguiente clase. Tal vez no debí venir hoy, tal vez debería dejar la escuela para siempre. ¿Crees que si huyo del país él me encuentre? Creo que lo haría, creo que aun si me escondo debajo de una roca él me encontraría.”

Amor intentó consolarme de muchas formas y aunque siempre logra que me sienta un poco mejor, hoy me siento muy mal. No quiero seguir con todo esto, quiero detenerlo pero no hay forma de detenerlo. Al principio era Max pero ahora, es Jenny quien está esparciendo rumores de mí.

Tal vez ella está también molesta por estar con su novio en un pasillo mientras él me tocaba en contra de mi voluntad, algo que seguramente la gente ignora. Piensas que yo quise eso. Piensan que lo estaba buscando. Que es mi culpa.

Tal vez esto de la vida, de ser una persona normal no es para mí. Tal vez siempre será así, siempre me hundiré más. Como en la arena movediza, entre más luchas, más te hundes. Tal vez debería dejar que me tragara completamente. Tal vez al fondo hay algo más.

Tal vez debería dejar de existir.

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No sabía que una persona podía llorar tanto hasta que esa persona era yo.

Desde que salí de la escuela me encerré en mi habitación y lloré. Mamá está muy preocupada por mí, papá fue a hablar con el señor Richards para que evite que Max vuelva a acercarse. Mi madre realmente está considerando ir a hablar con la hermana de Jesse.

A veces solo lloro por horas seguidas y no logro comer nada. Hoy que me vestí noté que el pantalón me queda suelto, creo que esto de perder el apetito me ha hecho adelgazar y no me hace feliz para nada. Me doy cuenta que es otro aspecto de mi vida que ha sido afectado por Max.

No quiero hacer tareas, no puedo hacerlas. Mi mente no me deja ser una persona funcional, no puedo hacer nada ahora. Quiero dejar de existir. Quiero olvidarme de todo. Quiero que todos desaparezcan. Quiero desaparecer.

El viernes fue lo mismo. Ahora siento que el tiempo no existe. Son días grises, sin vida y sin nada. Vacío. Silencio. Nada.

No le he escrito mucho a Amar, no tengo ganas de nada, ni siquiera de ver el teléfono. Cada vez que puedo estoy llorando y cada vez que comienzo a sentirme un poco mejor, algo o alguien se aseguran de hundirme de nuevo.