Un Chico Llamado Amor

TREINTA Y NUEVE

 

—Eres tú —repito.

Kyle parpadea y abre su boca un poco, luego una pequeña sonrisa se forma en sus labios. —Atrapado.

Es él.

¡¡Es Amor!!

Es el chico que se animó a escribirle una nota verde a una extraña para hacer su día un poco más alegre, para motivarla. Es el chico que no ignoró mi mensaje en la mochila cuando quise responderle. Es quien creó un correo electrónico solo para conversar conmigo a cualquier hora del día.

Es quien me aconsejó.

Quien me comprendió.

Quien me ayudó.

Quien me creyó.

 Älskar de pronto me parece el mejor nombre del mundo.

Niego aun si poder creerlo. — ¿Por qué no me lo dijiste? —no estoy enojada, estoy satisfecha de finalmente encontrarlo. Está aquí y es real. No era Max, no era ninguno de mis amigos. No era alguien aprovechándose de la situación y burlándose de mí.

Es Kyle.

Kyle quien me defendió de Max. Quien retó a mi mamá cuando aún no me creía. Quien me deja llorar en silencio. Quien me sonríe de una manera muy tierna.

Rasca la parte de atrás de su cuello. —Supongo que, miedo.

— ¿Miedo? —junto las cejas.

Asiente y se separa de la pared. —Miedo de muchas cosas… no es tan fácil.

Mis ojos se llenan de lágrimas. No tengo idea porque sentía miedo pero yo quiero decirle todo lo que he sentido durante este tiempo. No hablo sobre lo que ocurrió con Max, hablo sobre lo asombroso que es él. Sobre cómo me ayudó tanto.

Kyle abre sus ojos. —Oh no, Lily, ¡Perdón! Debí decírtelo, lo siento, ¡Perdóname! —Agita sus manos frente a él—. Lo siento, por favor, no llores.

Sonrío y limpio mi mejilla recién mojada con una pequeña lagrima. —No lloro por nada malo —sigo limpiando mis lágrimas—. Te dije que soy sensible, solo estoy feliz —me acerco a él—. Eres tú, ¡Eres tú! Eres real y estas aquí y tu… —no lo resisto, simplemente lo abrazo.

Este momento, ahora, es algo que no puedo explicar muy bien. Cuando lo abracé se sintió como apagar las velas de tu pastel de cumpleaños, como el segundo antes de que el reloj marquen las doce mientras esperas el año nuevo. Como despertarte sin sentirte cansada. Como algo mágico, único e indescriptible.

Porque he abrazado a muchas personas pero ahora mismo siento como si encajáramos. No sé porque lo siento así, solo sé que mi corazón está muy feliz.

Este chico es la razón de porque no me hundí.

—Soy real —me abraza de vuelta—. Y es Älskar —pronuncia correctamente.

Me separo de él y niego. —Lo siento, no sé… ¿Qué idioma es?

—Sueco —ríe—. ¿Ves? Un nombre tonto con una historia tonta.

—Kyle —no puedo dejar de sonreír ahora—. Kyle… esto es una locura, así que después de todo, eras tú.

Asiente mientras él se inclina un poco hacia mí. —Así es, en realidad, te acabo de enviar algo.

Tomo mi teléfono pero no abro el correo. —Creo que ya no necesitamos hacer esto así, ¿no?

Levanta sus hombros. —Um… me gustaba escribirte por las noches —ajusta su sudadera—. Pero tienes razón, tal vez, ya no deberíamos…

Sacudo mi cabeza, sonriendo levemente. —No, está bien, también me gusta enviarte los correos, es divertido.

—Aunque —sonríe de lado—, creo que ahora podemos enviarnos mensajes o por las redes sociales, ¿no?

—Sí, creo que en estos tiempos modernos hay aplicaciones para chatear y esas cosas —bromeo.

Kyle asiente con una expresión divertida. —Es cierto, el mundo moderno sigue asombrándome.

Lo veo y siento algo dentro de mí, tengo que morder el interior de mi mejilla para evitar sonreír. —Gracias —digo viéndolo a los ojos—. Gracias por todo, sabes muy bien lo que estaba pasando y gracias a ti no me sentí completamente perdida.

Kyle también me mira a los ojos, sus labios se elevan un poco. —Gracias por escucharme, bueno, leerme.

—Entonces… —digo.

Él mueve su pie. —Entonces…

—Eso fue pan comido —Penny sale del salón y ambos volteamos a verla—. ¿Qué tal ustedes? ¿Cómo es algebra para la gente promedio?

Kyle niega. —Tramposa.

Se encoje de hombros. —Bueno, al menos en esto puedo hacer trampa —mira alrededor—. ¿Creen que los demás terminaron con sus exámenes? Deberíamos ir a celebrar, ¿no?

— ¿Celebrar? —pregunto—. Aun no terminan los exámenes, falta mañana.

Rueda los ojos. —Celebrar que los exámenes difíciles han acabado, mañana solo nos queda filosofía y arte, ¿no?

—Bueno, enviaré un mensaje a los chicos, veré si ya están libres —avisa Kyle.

Penny toma su teléfono. —Y yo a Jared, vamos por batidos y hamburguesas, he estado pensado en eso durante todo el periodo.

Sonrío. —Um yo debería pedirle permiso a mi mamá —les digo—. No es que no me deje pero…

Ella asiente. —Lo sé, tienes razón, pregúntale si te deja ir y sino, vamos a tu casa a celebrar —coloca su brazo sobre mis hombros—. Nos estoy auto invitando.

Tomo mi teléfono y lo desbloqueo, la notificación de un correo electrónico nuevo aparece en la pantalla. Lo abro y leo:

 

“Acabo de salir con examen que me quemó el cerebro…

Oye, ¿sabías que en vacaciones habrá una presentación de películas de los noventas y principios de los dos mil? Suena como el tipo de eventos creados para mí.

Además, no soy de ir a iglesias pero uno de mis cantantes favoritos estará aquí y será gratis. Creo que iré. ¿Tus planes para estas vacaciones? Ya sabes, ahora que el clima está más cálido y todo eso, ¿iras a la playa? Nunca he ido a una.”

 

Le respondo antes de preguntarle a mi mamá si puedo acompañarlos:

 

“Hola persona que tiene un nombre en sueco y que no puedo pronunciar.

No iré a la playa, si he ido un par de veces pero eso fue cuando era una niña. Vaya, tendrás las vacaciones ocupadas, ¿crees que podamos vernos por ahí? Claro que no, las vacaciones son para alejarse de las personas de la escuela, ¿no?




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