Un Chico Llamado Amor

CUARENTA Y UNO

Kyle se ofreció a irme a dejar a mi casa.

Penny y Jared no dejaban de darme miradas, sé que piensas cosas pero están equivocados. Acabo de descubrir la identidad de Amor, Kyle y yo solo somos amigos y es todo lo que busco. Su amistad.

Al menos eso estoy tratando de convencerme.

Después de todo lo que ha pasado, ¿Si quiera quiero intentarlo? Solo quedan unos meses para que acabe la escuela, lo mejor que puedo hacer es permanecer con Kyle como su amiga.

Además, no creo que él me mire de esa forma.

Aunque sus amigos dijeron eso en el restaurante pero, ¿Es posible? No lo creo, ¿O sí? ¿Por qué lo negó? ¿Por qué afirmó que ellos mentían? ¿No se siente de esa forma ahora?

Quizás le gusté antes, tal vez ya no. Ahora que me conoce de verdad.

Mientras tanto Kyle estaba conduciendo sin hablar conmigo. Es extraño, pensé que cuando encontrara a Amor (o Älskar) tendríamos conversaciones largas, tan largas como nuestros correos electrónicos pero Kyle es muy callado.

—Kyle… —aclaro mi garganta—. Um, no voy a incomodarte por lo de los correos y eso, no tenemos que cambiar como éramos, podemos ignorar lo que ha sucedido este día o si quieres, dejamos de enviarnos correos.

Sonríe. — ¿Estas aburrida de mis correos?

Niego. —No —yo también sonrío pero me siento un poco nerviosa—. Es divertido pero me refiero a que, tal vez es como tu alter ego o algo, ¿Me entiendes? Entonces no espero que actúes diferente o que hables de cosas que me has enviado y todo eso.

Kyle se detiene frente a mi casa, apaga el motor. —Lily, Lily, Lily —se gira para verme—. ¿Ahora piensas que dejaré de hablarte solo porque me descubriste?

Me encojo de hombros.

Kyle suspira y mira hacia el frente. —Mira, mañana es nuestro último día de escuela, ¿verdad? —Asiento aunque no pueda verme—. Bien, te diré algo, mañana por la noche te enviaré un correo a media noche, ¿sí? Tienes el resto de las vacaciones para analizarlo y todo eso, luego puedes responderme.

Entorno mis ojos. —No entiendo.

Me mira con una pequeña sonrisa. —Ya lo entenderás —señala mi casa—. ¿Te acompaño? De todos modos lo haré, no me siento bien dejándote sola.

Eso me hace reír. —No tienes que cuidarme —digo—. La verdad odio esto, gracias a Max me siento como una niña pequeña.

Kyle se desabrocha el cinturón. —Tu tampoco tienes que cuidarme, Lily, sin embargo lo has hecho.

— ¿Lo he hecho?

Asiente viéndome a los ojos, no creo haber visto antes ese color de ojos que él tiene, un verde muy oscuro. —No tienes idea de cuánto me has ayudado, lo que me has escrito, en especial eso sobre mi hermana… lo recuerdo todo el tiempo.

Y en ese momento me gustaría darle otro abrazo. — ¿Sabes que sería divertido? Otra cita-no-cita viendo alguna película, ¿no lo crees? Me divertí intercambiando correos contigo mientras veíamos la película.

Baja su mirada. —Pues ahora… tal vez, puede ser una cita-no-cita en persona. Si quieres, digo, no tienes que aceptar.

Juego con mis dedos. —Es una buena idea —muevo mis ojos hacia el otro lado—. Um, si quieres… digo, ahora puedes quedarte para estudiar un rato y vemos algo, si está bien para ti.

Regreso mí vista a él, Kyle asiente varias veces. —Sí, sí… claro, ¿está bien que hagamos eso? No estarás en problemas.

Él sabe todo el drama que viví con mis padres por culpa de las mentiras de Max. —No contigo, gracias a ti y a los chicos, todo mejoró.

—Bien —pasa sus dedos por el volante—. En ese caso, ¿vamos? Estudiemos un rato y luego miramos algo de terror.

Abro la puerta y salgo, Kyle camina rápidamente hacia donde estoy y saca nuestras mochilas del asiento de atrás. Pensé que me iba a entregar la mía pero se la cuelga en el hombro y cierra la puerta.

—No quiero nada de terror —le digo sonriendo.

Kyle mira a ambos lados, está asegurándose que Max no esté cerca. Con él aquí no me siento ansiosa, puede que Max tenga un poco de músculos y sea alto pero no me siento en peligro si estoy aquí con Kyle.

Abro la puerta y siento algo en mi corazón, eso me pasa cada vez que me despierto a mitad de la noche y bajo por un vaso con agua. Tengo la horrible sensación que Max va a aparecerse entre la oscuridad.

Kyle cierra la puerta y recuerdo que no estoy sola y, aun si Max está escondido por aquí, no estoy desprotegida.

—Mamá seguramente fue a buscar a Oliver —le aviso.

Kyle se coloca a mi lado y asiente. — ¿Qué quieres hacer ahora? ¿Estudiar o película de terror?

Niego. —No quiero ninguna película de terror —respiro profundo y tomo la manga de su sudadero—. Vamos a mi habitación.

Intento no sentirme nerviosa mientras sostengo la tela del sudadero de Kyle. He sostenido la mano de chicos antes y eso no es nada comparado a esto, pero estoy nerviosa. No nerviosa como me sentía cuando me ocultaba con Blake, tampoco con Max. Nerviosa como antes de saltar a un trampolín.

Llegamos hasta mi habitación, suelto a Kyle y tomo una larga respiración. No puedo dejar de pensar en todo lo que los chicos estaban diciendo en el restaurante. No puedo dejar de ver a Kyle sin sentir mi corazón acelerarse.

—Vaya —entramos y mira mis libros—. Sí que amas leer.

Paso los dedos por mi cabello y me siento en la cama. —Aunque ya no lo hago últimamente.

Kyle los mira uno por uno, sus dedos tocan los lomos y se detiene a observar las portadas de algunos. Me agrada que no haya hecho el típico comentario sobre como “leer es aburrido”.

—Um, traeré mi computadora —me levanto y voy al escritorio, la tomo y coloco en medio de la cama—. ¿Qué película veremos?

Él gira y levanta la mirada mientras piensa. — ¿Has visto “Si tuviera 30”? creo que te gustará.

Creo que no la he visto. —Bien, suena divertida.

Kyle se mueve lento hacia mi cama y señala el espacio vacío a mi lado. — ¿Puedo sentarme ahí?




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