Un Cielo Para Mi (libro 2)

Capitulo 12

 

Valeria!

Estoy en la universidad viendo mi última clase del día con un humor de los mil demonios, sé que Avril me oculta algo. He hablado con ella toda la semana pero se perdió por casi 4 días y todos andábamos muy preocupados por ella, Julián hasta hizo reserva de unos pasajes menos mal que ese mismo día Avril lo llamo. 

Voy camino a nuestra casa, y decido llamar a Virginia me tiene muy abandonada;

- Virgi!

- Vale!

- Cuándo será el día que vea tu hermoso rostro!

- Eso  podría suceder hoy!

- En serio?

- Que te parece cena?

- Me  encanta esa idea pero primero Julián y yo iremos a casa de Santiago.

- Ohh si, manu me dijo que su papa falleció!

- Si, esta realmente afectado y Julián quiere pasar por allá.

- Qué tal si vamos todos juntos? Y de allí cenamos en tu casa! 

- Me parece perfecto Julián se desocupa a la 1 tendríamos que llamar a Santiago...

- Perfecto, cuadra eso con Julián y nos avisas.

- Ok, hasta más tarde.

Tranco y ya estoy aparcando en nuestra casa al bajarme recojo la correspondencia y entro,  me consigo con Julián revisando todas las libretas que tenemos en nuestra mesa de la sala, lo veo asomar sus bellos ojos grises por encima de todo ese papeleo.

- Que haces?

- Mm, buscando algo

- Algo como qué? – me acerco poco a poco a él, me observa detalladamente como estudiando el decirme.

- Sabes dónde anotamos el número del papa del mocoso?

- Cual mocoso?

- Aarón – dice el nombre con asco, a Julián él nunca le cayó bien.

- Para que quieres ese número? -  se porque lo quiere, no cree que Avril este enferma. - Crees realmente que si paso algo más, él te dirá algo?

- Sé que me lo dirá, su propio hijo le cae mal. – me dice con una sonrisa sarcástica.

- Ya hablaste con Avril, Julián quédate quieto! – Se me queda mirando fijamente como tratando de adivinar que pienso, lo ignoro y camino hasta la cocina con la correspondencia que empiezo a revisar tranquilamente.

Sé que viene detrás de mí, con la mirada puesta en mí espalda, se acerca al mesón descansa los codos en él y su rostro en las manos me sonríe con esa sonrisa rompecorazones que hace que hasta la mujer más fría, se la bajen los calzones.

- No me mires así! – le grito

- Te amo lo sabes – me dice sonriendo aun.

- Que quieres?

- Que te parece si nos tomamos unos días y nos vamos de vacaciones por ejemplo a España!!! – pongo los ojos en blanco en serio él no puede ser tan controlador. 

- Estás loco!!! Deja de ser tan controlador por dios.

- Mi hermana se perdió por 4 días, cuando logro hablar con ella se inventa una historia toda absurda y lo peor trata de engañar a un médico con una enfermedad y casualidad todo sucede cuando Santiago estaba allá, las veces que fuimos vimos cómo fue Aarón con ella. De verdad amor algo no está bien – yo pienso igual que él, pero no podemos inmiscuirnos si Avril no lo quiere.

- Avril, vendrá la semana que viene, así que ese viaje tuyo es innecesario. – le digo queda perplejo viéndome.

- Como sabes? – me le quedo viendo, levantando las cejas – cuando te lo dijo?

- Ayer, cuando la llame, se te agradece no decir nada!

- Porque no quiere que nadie sepa?

- Quiere darle una sorpresa a Santiago, lo cual a mí me parece fantástico dada las circunstancia, creo que a él le haría de las mil maravillas.

- Te dijo algo de Aarón?

- No, y ya deja el fastidio, dame amor que por andar de hermano psicópata ni un beso le has dado a tu esposa eso no es justo sabes, yo necesito amor. – sonríe al escucharme y se me acerca poco a poco con esos bellos ojos que me hacen querer perderme siempre en él.

- te amo – y me besa dulcemente.

- Yo también. –le digo sonriendo - Me darás amor?

- Siempre te doy amor. – me sonríe como solo él sabe hacerlo.

- Almorcemos, para que visitemos a Santiago?

- Tengo que llamarlo! Pero antes de eso yo preferiría comer postre.

- No hay helado! No hemos hecho compras –  le digo sin mirarlo, su adicción al helado no tiene límites, parece un niño cuando de helado se trata.

- No me refería a eso – en cuanto escucho su voz seductora levanto la mirada a su torso, completamente desnudo delante de mí.

Aún conserva la marca que le hice hace días, me dijo que lo marcara porque él es solo mío, así que en su pecho esta una marca de mis dientes, me sonríe con tanta malicia, que todo mi cuerpo se estremece de solo verlo.

- El helado está en segundo lugar cuando de postres se trata. - me dice acercándose poco a poco a mí, mi garganta se seca al instante.

- Y cuál es el primero? – logro decirle 

- Tú! Solo tu Valeria.

Se acerca para quedar a solo centímetros de mí, observa detenidamente como mi respiración se corta al sentirlo tan cerca, detallo como el también empieza a respirar con dificultad, me pasa una de sus manos por la cintura y me lleva hacia su torso, respiro todo lo que Julián representa para mí, lujuria, pasión y amor. Me levanta la cara para que pueda verlo a los ojos y con esa sonrisa tan perversa y maliciosa que tiene en su rostro me besa como si fuera el fin del mundo en este instante. Tira con fuerza de mi camisa escucho como cada uno de los botones caen al suelo él sonríe en mis labios, baja la mirada hacia mis senos y sé que es lo que está buscando la marca que él me hizo, sonríe con tanta maldad cuando la consigue que me hace temblar...




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