Capítulo 13

Santiago!

Estoy sentado en la sala de conferencia escuchando como me hablan de inversiones, adquisiciones y fusiones, nada de esto me importa mi papa falleció hace 5 días, el hombre que me enseño lo que hoy en día se. Y extraño Avril con locura la deje en España sin despedirme.

Eso me tiene muy preocupado, a pesar que hable con ella hace días y nos hemos estado escribiendo ahora que creo que la recupere dejarla así me pone más mal, necesito ir a España quiero verla nuevamente solo ella puede ayudarme, solo ella puede hacerme sentir bien.

Me levanto de la silla y los dejo a todos allí, voy camino a mi oficina y escucho como mi secretaria me llama la ignoro, me encierro aventando la puerta, camino a mi escritorio en el cual hay una botella de whiskey encima cerrada, he estado tentado a abrirla y perderme en el alcohol nuevamente pero no lo hare Avril regreso a mi vida y no la perderé nuevamente. Así que abro la papelera y lanzo la botella no tomare está más que decidido 

El teléfono de mi oficina suena, me le quedo viendo deseando que deje de sonar pero no lo hace así que contesto;

- Santaana! – digo.

- Porque te saliste de una reunión con la junta directiva? – es Samantha.

- Necesitaba estar solo!

- Está bien! Haz llamado a Avril? – sé que trata de distraerme.

- Si, le escribí temprano.

- Ah ok! La botella sigue en tu escritorio. – pregunta tímidamente.

- Está en la basura.

- Te la…. – dice entrecortada.

- No! Está cerrada en la basura.

- Porque tienes eso allí?

- Necesito saber que puedo contenerme!

- Está bien, llámame cualquier cosa

- Así será!

Voy camino a la casa, acelerando el motor lo más que puedo el ronroneo del motor me calma me ayuda a pensar, me ayuda con la ansiedad.

Llego a la casa, al abrir la puerta me consigo con Julián, Valeria, Manuel, Virginia y Samantha. Me miran expectante no saben cómo voy a reaccionar y la realidad es que siento mucho alivio al verlos a todos acá, esto es lo que necesito en este momento aunque solo falta una persona para que todo en mi vida sea perfecta.

- Que es esto una intervención? – sonrió mientras les pregunto.

- Vine a ver si tienes helado! – dice Julián, veo como Valeria entorna los ojos y se tapa la cara.

- No puedo con él, En serio! – dice mirando a todos y nos reímos durísimo.

En eso todos se acercan y me abrazan, se porque están aquí y la verdad es que se los agradezco mucho. 

Decidimos sentarnos en el jardín con Aquiles, me caen a preguntas con respecto a Avril, y todos sonríen al verme la cara saben que ella es mi vida.

- Aja cuéntanos ya hablaron? – me pregunta Manuel.

- Sí, pero hay cosas por arreglar – le respondo.

- Lo importante es que ya todo está en marcha! – dice Virginia.

- Eso es cierto! – responde Valeria sonriendo.

- Estoy pensando en ir nuevamente a España, claro dejare alguna cosas andando acá con la empresa y irme así sea por 3 días la necesito mucho.

- Espera a que ella venga amigo, es lo mejor encárgate de la empresa! – me dice Julián, mientras mira a Valeria.

- Si opino lo mismo ella vendrá para la boda de papa ale. – dice Valeria.

- Si creo que es lo mejor – dice sami.

- Esta bien hablare con ella, les parece? – todos asienten.

- En serio no tienes helado?? Tengo una baja de azúcar en estos momentos. – se levanta Julián, sé que ira a la cocina a revisar.

- Esta imposible con el helado ultimadamente??? – dice Manuel

- Si! Pero sé por qué es eso! – responde Valeria hundiendo los hombros.

En eso regresa Julián con el tazón más grande que he visto en mi vida, comiéndose el helado, se sienta junto a nosotros y dice:

- Que haremos con Karol? Saben que no se quedara de brazos cruzados.

- Ya veremos. – respondo con desdén.

- Te pondrás gordo si sigues comiendo helado así! – le dice Virginia.

- Mi esposa me quiere como sea. Verdad amor?

- Así es, pero bájale al helado ya, comparte.

Decidimos pedir comida para cenar todos acá en la casa, nos sentamos en el comedor a comernos las pizzas. Miro a mi alrededor y los veo  hablando riendo, y no entiendo como pude perderme esto todo un año, jamás volveré a tomar.