Un Cielo Para Mi (libro 2)

Capítulo 14

Karol!

Estos mocosos acabaran conmigo, la verdad es que no sé porque acepte darle clases a estas criaturas infernales, en cuanto se marchan a su receso, reviso mi celular para ver con quien descargare esta frustración que siento, en eso veo un mensaje de Marcia:

- Imagino que ya te enteraste que el papa de Santiago falleció.

Me quedo helado leyendo el mensaje, así que de una decido llamarla.

- Quien te dijo eso??

- Hola, amiga como estas?? En serio tienes que mejorar tus modales estas más insoportable que nunca, esos mocosos lo que hacen es sacar lo peor de ti definitivamente. – me dice

- Hay no me jodas Marcia! Quien coño te dijo eso!

- Lo vi hace 3 días en una misa y resulta que era de su papa, por cierto cabe destacar que ese hombre esta de muerte lenta, me dejo sin habla y sabes que eso es casi imposible, parece un dios y para colmo estaba con guardaespaldas explícame eso! – sonrió cuando la escucho, sé que Santiago está más que bello parece un dios griego lo veo en gimnasio, por eso me inscribí allí.

- Empezó a hacerse cargo de la empresa que le dejo su abuelo. – le respondo de mala gana.

- Ok! Ósea que ahora aparte de parecer un dios griego es un dios griego muy rico.

- Si!

- No me dijiste que estaba en España?

- Si pero al parecer ya volvió, te dejo tengo cosas que hacer.

No la dejo ni decirme adiós, Marcia puede ser una espinilla donde menos te lo imaginas cuando se lo propone. Decido enviarle un mensaje a Santiago.

- Siento mucho lo de tu papa. Quiero verte!

No obtengo respuesta de su parte, espero nos minutos más y nada que responde decido llamarlo y no contesta. Quiero pensar que está ocupado y no que me está ignorando.

En eso suena el timbre los mocosos han vuelto, dios como mi vida pudo terminar así.

Luego de un largo día soportando la tortura de dar clases, voy en mi auto vía a la casa de Santiago.

Lo veré, así no quiera imagino como debe sentirse, y para eso estoy yo aquí, para acompañarlo cuando me necesite así él no quiera.

En cuanto llego a las puertas de su casa, marco el código todavía no lo cambia las puertas se abren, Menos mal porque si no me las tendría que ingeniar para poder entrar, antes de aparcar miro hacia su estacionamiento a ver si su auto esta allí y así es.

Me bajo y abro la puerta principal, siento unos pasos que provienen de la cocina y voy para allá.

Me encuentro con la Sra. que le trabaja, voltea al escucharme

- Srta. Karol que hace acá? No creo que le Señor Santiago quiera verla.

- Donde esta! – le digo sin mirarla.

- Srta. Karol por favor.

La dejo hablando sola y camino hacia un sonido de golpeteo que proviene de uno de los pasillos, y allí esta Santiago de espalda, sudado, corriendo en su caminadora, lleva los auriculares puesto así que debe de estar escuchando música y por ello no me escucho llegar, algo me sobre salta y veo como 2 hombres bastantes musculosos para mi gusto  van acercándose hacia mí, así que entro al gimnasio y me topo con el torso de Santiago, y me quedo helada en cuanto detallo su cuerpo y veo un tatuaje que antes no existía allí, trato de ver bien que dice pero me interrumpe.

- Que haces aquí Karol? – me pregunta mientras se quita los auriculares.

- Vine a verte ya que no me respondías, y quienes son estos! – le digo señalando a los 2 hombres.

- Mi seguridad, Karol por favor vete, no te quiero acá. – se aleja de mí y busca una toalla para secarse, dios este hombre es un pecado andante. 

- Siento lo de tu papa – le digo antes de que los 2 hombres se acerquen a mí.

- Gracias, ya puedes irte – señala la salida.

- Esto no es necesario! – le digo mirando feo a los 2 hombres.

- En serio karol! – le hace señas a los hombres para que pueda verme.

- Si en serio!!! – Le digo molesta.

- Que le dijiste a Avril cuando llamaste!

- Hay no!!!, que fastidio con esa mocosa.

- Respétala, última vez que te lo digo. No te quiero más nunca en mi casa. – levanta las manos para que me saquen.

- Si eso fuera así cambiarias el código!!! – le digo mientras los hombres me sacan del gimnasio.

- Gracias, ya lo cambiare! – escucho que me grita.

Trato de zafarme de estos grandulones pero no puedo, en cuanto estoy en el frente de la casa se paran en la puerta para que no pueda pasar nuevamente.

- Animales!!! – les grito.

- Por favor señorita retírese. – me dice uno de ellos. Me bufo de ellos.

Entro en mi auto muy pero muy molesta! Como Santiago  me hace esto!!! Después de todo lo hicimos hace meses ahora resulta que me hecha por que volvió la estúpida esa!

Marco el número de Imanol mi nueva conquista, necesito drenar esta rabia y no hay mejor forma de hacerlo que con un polvo sado.

- En mi casa ya! – le digo y tranco.




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