CAPÍTULO 4: Orientando la tristeza

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Gabriela Oros al notar mi mirada hacia ella, sólo pidio permiso para pasar y se pasó entre las dos con destino hacia el último baño de niñas. Cuando cierra la puerta del baño salimos corriendo hacia el salón de historia pero desafortunadamente cuando llegamos el profesor ya nos había cerrado.

Entonces tuvimos que ir al salón de orientación como "castigo", mientras la directora llegaba para esperar nuestro castigo por llegar tarde al salón. 
Pasaron 10 minutos, Carolina y yo estábamos viendo a la nada.No nos importaba nada, no pensábamos en nada, no hacíamos nada, no escuchábamos nada. 
Bueno, hasta que... oí dos voces que me sobresaltaron,  tanto así que levanté mi cabeza bruscamente y vi que Leonardo entraba con una libreta en mano y sus plumas.

¡Que no se acerque a mi!. ¡Que no se acerca aquí...!- grité en mi mente.

Por desgracia nuestra mesa era la única libre ya que las demás estaban llenas de material decorativo pues eran para la decoración de fin de ciclo. 

Leonardo se sentó enfrente de mi, Carolina y yo nos vimos mutuamente en señal de ya valió todo.

Me recargue sobre mis brazos, escondiendo mi cara, yo no esperaba que Carolina le hablará a Leonardo y cuando lo hizo levante nuevamente mi cabeza para verla. Pasó el tiempo tan lento en mi escondite que de repente ya habían entablado una conversación y yo ni en cuenta.

—¿Porque te mandaron aquí? - Carolina le preguntó intrigada

—pues... - se quedó callado.

—pues... — lo arremedo causando algo dentro de mí que me decía—: ¡Pon atención!

—Es que no hice la tarea de física y me mandaron aquí.

—mmm ya...— Con tono burlón 

(Se hace un silencio muy incómodo de 1 minuto )

—Éstas bien Miranda?-. 

¡Me preguntó a mi!. El descarado me dirigió la palabra como si no hubiera pasado absolutamente NADA entre los dos.

—¡¿Qué te importa?! - le contesté un poco agresiva

-¡uyy!.Qué genio!— azotando su lápiz

— Perdón Leo, es que Miranda esta de malas- Carolina trata de disimular el rencor que le tengo.

-Mmm... ¿Oye Miranda, que pasó allá arriba?, ¿ahora qué te hice? - le escuchó que se dirije a mi pero no contesté.—De verdad, yo no le dije a Isra que te pusiera el pie

— No fue lo de Isra.  - entre lloriqueos

—¡Miranda!, ¡Miranda!, ¡Cálmate!- Carolina me mueve y me levanta la cabeza para que la viera. Y cuando lo hace, había puesto una cara de preocupación, pero la preocupada tenía que ser yo pues nunca había visto su cara de angustiada a Carolina.
Y fue cuando algo reaccionó en mi para que me levantará de la mesa.

Me seque los ojos con mis manos y pude ver a Leonardo en shock.

—¿Nos permites dos segundos?- le digo a Leonardo.Tomé la muñeca de Carolina y tiré de ella hacía un rincón de orientación. —¿Qué te pasa Miranda?!— sobándose el ante brazo
— Su voz me recordó todo lo que me había hecho y en eso solté las lágrimas.

—ash... pues, ¡ya pasó amiga! ¡Todo esta bien!—

—Eso quisiera que pasará en mi corazón... —

—¡Señoritas!- escuché una voz grave. Las dos volteamos y era el profe de historia.

—Ya pueden pasar a la clase, espero que ya hayan reflexionado del porqué deben asistir a sus clases puntualmente! - nos abre la puerta de orientación y vamos por nuestras mochilas a la mesa.
Cuando tomo mi mochila y la pongo en mi espalda Leonardo me tomó de la mano y me dijo:—Cuidate.- con voz muy baja. 

Al momento que nuestras manos estaban juntas  la retiré drásticamente y me fui con Carolina al salón.

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Algo drástico este capitulo y me dio raro, no?. Pero pues aquí viene cuando Leonardo... pufff. Ustedes se darán cuenta.

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