Un descendiente para la bestia. [#5 De La Saga Heredero]

Capítulo 9: Problemas.

Itzel.

Perdón por todo el dolor que te causé y que te seguiré causando.”

Recordar esas palabras de parte de la bestia, logró que una lágrima se deslizará por mis mejillas. Pero aún así no me rendiré.

Abrí mis ojos, y parpadeé varias veces para acostarme a la luz que se colaba por la ventana.

—Ya despertó la bella durmiente.

Recorrí la habitación hasta detener mis ojos en Mail. Quién se encontraba sentado en el sillón.

—¿Qué haces aquí?

—Cuidando mis intereses, preciosa.

Rodé mis ojos y me dispuse a levantarme de la cama, pero al ver a Dakgar acostado en suelo levante mis pies con miedo.

El animal alzó su cabeza y tras colocarse sobre sus patas, se apresuró a subirse a la cama.

Mi corazón para este punto esta a un millón.

—Dakgar, perrito lindo… no me comas por favor.

El perro ladeo su cabeza y dió un paso hacia mí.

—¿Qué brujería le hiciste al perro Bella?

—Deja de molestar, Mail. Y llévate al perro antes de que me coma.

—¡¿Estas loca…?! Ese perro me odia. Y puedo sustentar mis palabras después de lo que hizo hace algunas horas. Así que ni loco pongo en riesgo mi vida y la del pequeño Mail Junior. Porque estoy seguro de que si me acercó a tí Dakgar colocará sus colmillos alrededor de mi cuello.

—¿Qué hizo hace algunas horas?

—Dakgar estaba dispuesto atacarme porque te tenía en brazos.

—¿Él hizo eso?

Mail asintió, y yo desvíe mis iris hacia Dakgar.

Lo observé con detenimiento y me atreví a alzar mi mano para acaricarlo.

En cuanto mi mano tocó el pelaje de Dakgar el se acercó a mí, para después echarse a mi lado.

¿Qué está pasando?

—¿Qué clase de brujería le echaste al perro para que te repente te quiera?

—No tengo que utilizar magia negra para obtener lo que quiero, Mail.

El mencionado de coloco sobre sus pies.

—Como ya la parte de culpa que sentía expiró, he de marcharme preciosa.

—¿Dónde esta la bestia?

Mail, desvío sus ojos.

—Mirame a los ojos, Mail.

—Es que logras intimidarme, Bella.

—¡Suelta la sopa de una vez por todas…!

—Tu esposo se marchó, y no dijo cuando regresaría.

Forme mi manos puños, ante esta declaración.

—¿Dónde esta Kristen?

—Fue a por unas cosas que necesitaba.

Genial, ahora tendre que pedirle un favor a este lunático.

Pero después de todo Mail me lo debe porque él fue uno de los autores intelectuales que obró para dejarme encerrada en ese maldito lugar.

—No te puedes marchar, Mail.

El pescador sonrió con cierta malicia.

—¿Te desiste a entregarte a mí?

—No tientes tu suerte porque tengo un defensor poderoso, el cuál puede comerte un pequeño accidente si se lo ordeno.

La sonrisa que mantenía Mail en sus labios se borró drásticamente.

Pobre de él.

Porque Mail Salvatierra desde ahora sera mi chivo expiatorio.

—Todo lo que tienes de bonita lo tienes de arpía. -ante este alago sonreí. —¿Qué diablos quieres?

—Quiero que me lleves a conocer las empresas de la familia.

—Kirk, mencionó que no puedes colocar tus sucias manos en su santuario.

—Colocare mis garras de gata en su santuario, y eso será suficiente para hacerlo regresar a casa, a nuestro casa y por supuesto a nuestra cama.

—¿Tanta ganas le tienes?

—Uan vez que se prueba algo que te termina gustando, es muy difícil desistir.

Mail abrió sus ojos como platos, tras está confesión.

—Acaso él y tú…

—Sí.

—Pense que Kirk estaba delirando, pero ahora veo que eres de armas tomar… -mi sonrisa se hizo más grande al ver su cara desconcierto. —¿Borraste el vídeo de la camaras de seguridad que dan a la habitación de él?

—Sí, porque todavía no puedo arriesgarme, tengo que tener a la bestia en las palmas de mis manos y dispuesto hacer lo que yo le pida. Quiero que la bestia venga a mí, no yo ir a donde él.

—Todo lo que planeas saldrá mal, Bella.

—No tengo nada más que perder, pecador. Porque ya perdí a mi familia, y a mi…

—¿A tú qué…?

—A… -antes de revelar la verdad pensé en las repercusiones que eso podría traer a mi vida. Así aue es mejor guardar silencio. —Cuando llegué el tiempo de saber todo de mí lo sabras, Mail. Así que por el momento confórmate con saber, que no tengo nada más que perder. Que un par de lagrimas.

Mail negó.

—Deberias desistir porque Kirk puede der una auténtica bestia cuando se lo propone.

—Si él se puede convertir en una bestia, yo me puedo convertir en el talón de aquiles de la bestia.

—En esta casa correrá fuego.

—Secundo tus palabras porque yo soy un volcán en erupción. Y estoy consciente que la bestia es el movimiento que activará la erupción volcánica. -Mail soltó un suspiro. —Mail, espérame en la sala.

El pecador rodó sus ojos, para después empezar a caminar hacia la salida de la habitación.

—Pobre de mí cuando Kirk coloque sus manos en mí.

—Te prometo que intersederé por tí.

—Eso no es suficiente para salvarme del genio del diablo que tiene ese hombre.

—Veras que sí, Mail.

El pecador negó, antes de salir de la habitación.

Luego de encontrarme sola en la habitación, traje a recuerdo las palabras que había escuchado de la bestia.

“Perdón por todo el dolor que te causé y que te seguiré causando.”

Antes de que puedas acabar conmigo, te convertiré en un manzo corderito.

Posterior a estas palabras me levanté de la cama. Y basto unos segundos para que Dakgar estuviera a mi lado.

—¿Qué fue lo que hice para que me quisieras?

Ante está pregunta Dakgar emitió un fuerte ladrido, el cuál se intensificó al ver a mi golden retriver, Luz.

Luz entró a la habitación, y cuando estuvo a la par de Dakgar lo olfateó.

Dakgar por su parte se alejó lo que más pudo de mi princesa Luz.

—Deja de resistirte porque al final de cuentas terminaras cayendo en las redes de Luz.




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