Un descendiente para la bestia. [#5 De La Saga Heredero]

Capítulo 17: Caer en tentación.

Itzel.

Después de consolar a Kristen, me atreví a empezar con mi plan de hacer caer en tentación a la bestia.

Baje las escaleras esperando encontrar a Kirk, para iniciar von mi juego, pero tras bajar las escaleras me encontré con una persona no grata para mí.

—¿Qué haces aquí?

—Eso no te debería interesar.

—Pues mira que si me interesa… y bastante.

Ann se colocó sobre sus pies.

—Por lo que tengo entendido solo eres un adornó en esta casa, así que deja de actuar como la señora de la casa, y apartate de mi camino.

—De aquí no me muevo… colo la vez. -alce mi mentón, para desafiarla.

Y ante esto la muy maldita se atrevió a sonreír.

—Te doy cinco minutos para que te largues de mi casa, u si no lo haces me vere obligada a sacarte de los pelos, ¡porque aquí tú no te quedas.…!

La sonrisa de Ann se hizo más grande después de escuchar esas palabras.

¡La quiero desmembrar…!

—Si me marchó de esta casa eso iría en contra de la voluntad de Kirk. Porque fue él quien me pidió verme.

Algo ardió en mí después de ver como esa maldita colocaba una sonrisa de satisfacción al ver mi rostro.

—No te quiero aquí.

—Tendras que aguantarte porque de aquí no me moveré, hasta lograr lo que quieres.

Estoy segura de que lo que ella quiere es que Kirk vuelva a meterse entre sus piernas.

Pero es mejor que valla despertando del sueño en el que te encuentra porque yo no permitiré que ella me arrebate a la bestia.

Porque si ella en su momento no supo mantener el vínculo que los unía, yo sí sé luchar por lo que es mío, y no dejar que cualquier banalidad se interponga entre nosotros.

—Quizas muy pronto, yo sea la nueva señora de está casa.

Di varios pasos hacia ella, y justo antes de que colocará mis manos en su perfecto cabello, escuché la voz de Kirk.

—Para que quería otra señora, si tengo una que basta por cinco.

Ann palideció tras escuchar esas palabras.

—Kirk.

—No te confundas Ann… te llamé para te comprometas a dejarme en paz de una vez por todas…

—Kirk, yo.

—Lo nuestro en su tiempo fue extraordinario, pero es momento de que entiendas que lo que tuvimos quedo en el pasado. Ann, debes de segur adelante tal y como yo lo hice.

Kirk camino hasta estar a la pae de mí, y para mí sorpresa entrelazó sus dedos con los míos.

¿Qué está pasando?

—Kirk…

—Se que por años te trate mal, por lo que hiciste. Pero ha llegado la hora en que seas libre de culpa…

—Te quiero de regreso.

La bestia negó.

—Ya no puede haber un retroceso en nuestra vida Ann.

—Se que me sigues queriendo.

—Sí. -en cuando escuché esa palabra sentí como si me cayera un blade de agua helada. —Pero como una amiga.

—Kirk.

—Todo termino entre nosotros, entiéndelo de una vez por todas Ann.

—Podemos…

—Ya no podemos hacer nada porque mi corazón le pertenece a mi esposa.

¿¡Qué…!? ¡Llamen a los médicos porque en cualquier momento me voy a infartar…!

Ann negó.

—Se que estás haciendo esto para que me aleje de tu vida, pero no lo haré Kirk. Seguiré luchando hasta volver a tener tu amor. No desistiré nunca, porque solo con la muerte dejaré de amarte.

Posterior a esas palabras Ann tomó su bolso, para marcharse con bastante rapidez de la casa. E inmediatamente coloque mis ojos en Kirk.

—¿Qué fue eso?

La bestia hizo una mueca de desagrado, para después soltar mi camino como si está le quemara.

—Una tetra para que ella desistiera de una vez por todas, pero al parecer no funcionó.

—Le faltó más realismo, bestia… quizás si me hubiera comido la boca al frente de ella, esa mujer se lo hubiera creído, pero como lo lo hiciste ella daa por hecho que es una tetra tuya para alejarla de tú vida.

—Me tienes harto.

—Y tú me tienes como una…

—Es mejor que no lo digas…

—¿Tienes miedo, amorcito?

—Yo… ¿tenerte miedo? No me hagas reír.

Di un paso hacia él.

—Deberias tenerme miedo porque te puedo llevar al mismísimo infierno. -susurré con toda la intención de provocarlo. —Y te aseguro que el viaje al infierno es bastante placentero. Pero solo sí yo soy la piloto…

Los ojos de Kirk se oscurecieron.

Y tras ver esto me atreví a colocar mis manos en su pecho, donde acaricié levemente su delicada piel.

—¿Te interesa apartar un viaje hacia el interior, bestia?

—¿Por qué te has empeñado en seducirme?

—¿Será… ¿Por qué me encantas…?

Mi bestia trago saliva, y ante eso sonreí.

Es cuestión de tiempo para que él este comiendo de mis manos.

Me coloque de puntas para poder llegar a sus labios.

—Eres totalmente adictivo Kirk.

—Y tú eres una demente, que debería estar reclusa en un centro psiquiátrico.

—Oh, cariño que hermosas palabras… -acote para después guiar mis labios hacia los de él.

Me apresuré en besarlo, y para mi sorpresa Kirk respondió con una intensidad que no me esperaba ver nunca.

Mi esposo coloco sus brazos alrededor de mi cintura, y me atrajo hacia él con bastante fuerza.

Sí, sí…

El beso se volvió más demandante cuando el introdujo su lengua con la mía.

Sí.
Sí.
Sí……

Damé todo lo que tienes bestia, muéstrame que no te soy indiferente.

Deje de acaricar el pecho de mi hombre para llevar mis manos en a su cabeza. Dónde hice un poco de presión para que el beso se volviera todavía más demandante.

Solté un pequeño gemido cuando Kirk coloco sus manos en mis nalgas.

Esto es lo que busco… ser tomada por mi hombre.

Y dije su encensia en mí.

Lo quiero todo de Kirk.

—Bella, oficialmente te han violado la boca.

Esas palabras fueron las causantes de que Kirk me soltará como sí le quemara.

—No podías esperar a que le tocará las nalgas a mi macho, Mail…

—Lo lamento querida, pero sí no interrumpía corría el riesgo de verlos retozando en plena sala. Así que para evitar traumas futuros decidí ponerle fin a su candente primer encuentro.




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