Itzel.
Me mire el reflejo que proyectaba el espejo y fue imposible que un suspiro saliera de mis labios.
—Itzel.
—Elsen, hoy le vi. Le tuve tan cerca de mi cuerpo que me fue imposible no reaccionar a él.
Mi fiel amiga se acercó a mí y coloco sus manos en mi hombro.
—Si el destino coloco nuevamente a Kirk Salvatierra en tu camino es porque sus vidas estan entrelazadas por el hilo rojo invisible.
—No, no lo creo.
Me coloque sobre mis pies.
—el hilo rojo puede extirparse pero nunca se romperá, Itzel. Así que es mejor que…
—No quiero hablar de Kirk, Elsen.
Mi fiel amiga asintió, para después darme un bonita sonrisa.
—Estas hermosa, hija. Espero que Moisés no malinterprete esta salida entre ustedes.
—Moises sabe que este es un encuentro entre amigos, nada más.
—De guerra avisada no muere soldado, Itzel.
Hice una mueca mientras negaba.
—Contigo es imposible hablar.
—Lo se. -tras esas palabras Elsen me guiño uno de sus ojos. Para luego sonreír. —Creo que ya es hora de que te marches, cenicienta. Eso sí… recuerda llegar antes de las doce.
—Prefiero ser Bella, 1ue cenicienta.
—Ah, claro se me olvidaba que te encantan las bestias. -entrecerré mis iris. —Ya, ya mujer.
—¡Elsen…!
La mencionada alzó sus manos.
—Soy inocente de todos los cargos que se me imputen, su señoria.
—Deberia…
—Deberias subirme el sueldo y darme por lo menos un año de vacaciones.
—Al parecer tienes muchas peticiones que hacerme.
—Sí, y también consejos que darte.
Negué con la cabeza para después empezar a caminar hacia la puerta de mi habitación.
—Nos vemos cenicienta…
—Elsen…
—Yo también te quiero, hermosa.
Esta mujer no tienes remedio.
Me preparé para abrir la puerta, y justo antes de abrirla la voz de mi bebé me derivó.
—¿A donde vas mami?
Gire sobre mis pies, e inmediatamente mis ojos se colocaron en mi no tan pequeño niño.
—Ire a cenar.
Kael entrecerró sus ojos y caminó con bastante prisa hacia mí.
—¿Con quién mami?
Al fin de cuentas termino siendo la copia exacta a su padre.
—Ire a cenar con Moisés.
Kael juntos su manos para hacer una suplica. —¿Puedo ir contigo?
—Kael, no puedo llevarte conmigo.
—Pero mami… -Kael tras esas palabras se cruzó de brazos, emitió un puchero y coloco una mirada con la que logra hacerme flaquear.
Pero no, él no me haría flaquear.
No hoy.
—Pero nada jovencito, así que deja de tratar de manipularme con esos ojos de cachorrito asustado porque no cederé ante ellos.
Mi pequeño manipulador volvió hacer un puchero. —No quiero que te cases con Moisés mami.
Enarque una ceja, y me acerqué a él.
—No me casaré con Moisés hijo. Solo es una cena de amigos.
—¿Lo prometes?
—Sí, mi amor. -Kael se lanzó a mis brazos.
—No quiero que nadie te aleje de mí, mami.
—Nadie me alejará nunca de tí.
Mientras abrazaba a mi pequeño escuché un fuerte risa proveniente de Elsen.
—Elsen…
—Quien lo diria, Itzel. Kael salió idéntico a su padre… -negue. —Ahora si que estas jodida porque en vez de tener una bestia tienes dos… dos hombres que te celaran hasta con el perro.
—Mami, ¿Qué es una bestia?
Me dediqué a darle una mirada fulminante a Elsen y la muy malvada soltó una gran carcajada.
—Kael, yo no tengo las palabras correctas para explicarte que es una bestia, pero tu tía Elsen te puede explicar muy bien que es una bestia.
Elsen dejo de reír para negar con la cabeza.
—Ve con ella mi amor. -Kael asintió. —Mami, irá a cenar con Moisés pero regresare para darte las buenas noches cariño mío.
—Quiero que duermas conmigo mami.
—Te prometo que dormiré contigo mi amor.
Mi no tan pequeño niño volvió asentir.
—Pero nada de besitos con Moisés mami. -Kael pidió mientras adoptaba una posé sería. —Porque solo me puedes dar besitos a mí.
Al parecer Kirk Salvatierra se esmero para crear una copia idéntica a él, porque Kael será el triple de celoso de lo que es la bestia.
Elsen no perdió el tiempo de joderme la existencia al emitir una preguntar totalmente fuera de lugar. —¿Tu madre puede darle besitos a tu padre, Kael?
Tras esa pregunta la mini bestia colocó sus ojos en Elsen para después asentir.
—Sí, tía Elsen. Mami tiene permiso de besar a mi papi. Pero solo un poco porque mi mami es mía.
—¡Elsen…! ¡Kael…!
—Deja de quejarte porque gracias a mí Tienes el permiso de tu hijo para besar los labios de tu amado.
Será…
¿Cuándo se había visto que tus aliados se pusieran en tu contra?
—Me marcharé antes de que ustedes dos me saquen de mis casillas.
—Ya sabes mami. Nada de besos a Moisés… solo puedes darle besitos a mi papi.
—Kael…
—Yo también te amo mami chula. -mi pequeño bombón tras esas palabras camino hacia donde se encontraba Elsen, tomó su mano y tiro de ella. —Vamos a comer chocolate Elsen…
—¡Kael…!
Ante esta exclamación el pequeño sonrió para después lanzarme un beso.
Kirk Salvatierra, esos malditos genes me sacarán de canas blancas.
—Ve a darle besos a tu bestia, que yo me quedaré con su mini retoños y no dejará que nos deje sin helado. Te lo prometo.
Rodé mis ojos.
—Elsen.
—¿Sí?
—Mucho cuidado con soltar la lengua, porque no te la vas acabar.
—Por mí lengua no te preocupes Itzel, mejor preocupate por pasar una noche romántica al lado de Kirk, para ver si así ese hombre deja de perturbarte hasta el sueño. -Elsen me guiñó un ojo. —Secuestralo, disfruta la noche a su lado y mañana temprano olvida el crimen que cometiste esta noche.
—Gracias por tus consejos pero no los podré en práctica, querida.
—Solo decía…
Elsen fue arrastrada por mi pequeño, y ambos en cuestión de segundos desaparecieron de mi vista.