Un descendiente para la bestia. [#5 De La Saga Heredero]

Capítulo 31: Perdón.

Itzel.

—Asi los quería encontrar, par de picarones.

La voz de Mail se alzo e inmediatamente Kirk y yo deshicimos el abrazo.

—Marcando terreno, ¡Ese es mi macho…!

El pecador se acercó a Kirk y antes que la bestia pudiera reaccionar lo abrazó con bastante fuerza.

—¡Quitame las manos de encima…!

—Deja que te de cariño, Kirk.

Ambos hombres empezaron a forcejear, y yo ante eso hice una mueca.

Son duda alguna ninguna Mail Salvatierra no maduro ni un poco en estos tres años.

La bestia logró zafarse de los brazos de Mail cuándo le dio un fuerte golpe en la mandíbula.

—¡Te acusaré con mi mujer…!

—Le dire a la reina que tú empezaste a molestar, como es costumbre.

El pecador le mostró su dedo corazón.

Y Kirk imitó su acción.

—¿Cuándo sera el día en que maduraran?

—Bella, amor mío… no sabes lo que te extraño cariño. -tras esas palabras el pecador se acercó a mí y me envolvió entre sus brazos.

—No… mami es mía.

Escuché voz de Kael a tan solo unos pocos metros de nosotros, y me fue inevitable rodar los ojos.

Pobre de la mujer que esté unida a Kael, porque él sera el triple de celoso de lo que es Kirk.

Mi caramelito corrió hacia nosotros y no dudo en colocarse en medio de Mail y mío.

—Mami, es mía. -inquirió el pequeño mientras miraba a Mail fijamente.

El pecador por su parte alternó sus ojos entre Kael, Kirk y yo, para un minuto después lanzarse a los brazos de la bestia.

—Tuviste un renacuajo. La bella se fue de encargó cuando la echaste de aquí.

—Mail, en que idioma tengo que decirte que no me gustan tus demostraciones de afecto, así que ahorralas.

—¿Cómo quieres que no me lancé sobre tus brazos, con una noticia tan hermosa como está? Mi amado primo tiene un descendiente humano.

Kirk rodó sus ojos y para librarse del abrazo de Mail, le propino un golpe en el estómago.

—¡Deja de golpearme…!

—Si quieres que ya no te golpeé no me abraces y mantén tu boca cerrada.

Deje de mirar a la bestia y a su primo, cuando Kael tiró con fuerza de mi blusa.

—Mami.

—¿Dime cariño?

—Mami, quiero una hermana.

Esa petición desató en mi un mar de nervios.

—Kael… -balbuceé.

El pecador como es costumbre empezó a reírse de la situación. —No seas mala y complace al pequeño, Bella.

Me coloque a la altura de Kael.

—¿Por qué quieres una hermana?

—Para no estar solo mamá… y además porque Elsen dijo que mi hermana saldría hermosa. Mami, ¿puedes decirle a papá que coloque la semilla en tu vientre para que traigas a mi hermana?

Ante esa petición me quede totalmente helada.

Pero como es de esperar el pecador volvió hacer de las suyas.

—Vamos Kirk, colócale la semilla en el vientre a la bella. Por favor. -Mail se gano una mirada fulminante de mi parte, pero al parecer esto no le infundió ningún tipo de temor porque siguió agregando palabras. —¿Dejaran que el pobre niño se quede solo? ¿Dejaran que la tristeza arrope su alma? No sean injustos por el amor de Dios, porque Dios nos envió a poblar la tierra.

—Mail, si no desapareces de mi presencia en este momento, dejaré a tu mujer sin esposo y a tus hijos sin padre.

—No te atreverías…

—Pruebame, y veras de lo que soy capaz. -Kirk le brindó una mirada fulminante y ante esto Mail tragó saliva.

—Eh, yo iré a ver si los marranitos causaron desmadre.

Tras esas palabras Mail se marchó prácticamente corriendo hacia la casa.

Kirk se acercó a nosotros y se colocó a la altura de Kael.

—Hijo… se que quieres una hermana, pero en este momento no podrás tenerla.

—¿Por qué si Elsen me dijo que es fácil colocar la semilla en el vientre de mamá?

—No es tan fácil como ella lo dijo, hijo.

—Entonces, ¿Nunca tendré una hermana? -la voz de Kael se quebró y sus ojos se cristalizaron.

Nunca me ah gustado verlo llorar, pero este asunto se sale de mis manos por completo.

Pero aún con cierta negación en mi interior mi mente empezó a imaginar a una niña idéntica a mí, pero con ciertas cosas de la bestia.

Una niña.

Sin duda alguna nuestra hija sería una verdadera belleza.

Coloque mis ojos en Kirk y solté un pequeño suspiro.

Ahora secretamente yo también deseo gestar un bebé en mi vientre, deseo llevar nuevamente un heredero para mi amada bestia.

—Por el momento no tendrás una hermana, pero yo pondré manos a la obra para convencer a tu madre de tener otro bebé.

—¿Lo prometes papá?

—Sí. -respondió la bestia sin apartar sus ojos de los míos.

Quizás después del todo me puedo aprovechar de mi falso enojo con él para que me mime un poco.

¡Ja…! Una mujer calculadora vale por dos.

—¡Sí…! -exclame Kael con bastante energía. —Ire a decirle a tía Elsen que papá le dara su semilla a mamá para tener a mi hermana.

Luego de esas palabras el pequeño se marchó totalmente entusiasmado.

—Tendras que hacer muchas cosas para que acceda a entregarme a tí.

—Te seduciré despacio y solo te daras cuenta de la realidad cuando estés en mi cama.

—Eres…

—El hombre de tu vida, y el padre de tus cinco hijos.

Enarque una ceja.

—¿Cinco? No vueles tan alto porque te puedes quedar sin combustible.

—Estoy cien por ciento seguro de que mi combustible no se acabará nunca.

Me coloque sobre mis pies, y trate de escaparme de la presencia de Kirk, pero él impidió mi intento de huida al tomar uno de mis brazos en su posesión.

—Se que hace tres años cometí la más grande locura, pero por favor considera la idea de perdoname, Itzel.

—¿Por qué lo hiciste?

Él aparto sus ojos de mis ojos, y soltó un sonoro suspiro.

—Te deje marchar para que tomarás la oportunidad que ganaste de estudiar arte en esa prestigiosa universidad.

—¿Estas de coña bestia? ¿CÓMO SE TE OCURRE ALEJARME DE TÍ, POR ESO?




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