Un matrimonio a distancia

Capítulo # 12

Capítulo # 12

En la clínica.

En ginecología.

—Su embarazo marcha muy bien —dijo sonriéndole la doctora—, puedo decirles que se puede ver el sexo.

Uzeil y Meghan asombrados.

—¡De tres meses!

—Bueno… Puedo asegurarle el sexo y unos meses será confirmado —le dijo alegre.

—¿Y qué posibilidades existe? —preguntó Meghan emocionada.

—Un 50%.

—Díganos —pidió Uzeil.

—¡Es una niña! —les dijo sonriendo.

Meghan sonrió feliz, Uzeil no estaba muy contentó.

—Prefiero esperar un par de meses.

Ella lo miró y notó su desilusión, eso a ella le dolió en el alma. ¿Acaso no quería a su bebé porque era una niña?

La doctora no dijo nada, Uzeil había reflejado su desilusión al saber que podría ser una niña y prefirió seguir revisándola.

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En la mansión Antoniou.

Gaelan estaba terminando de acomodar la habitación de que sería de su nieto o nieta.

—Es muy entusiasmado —dijo Leonel entrando a la habitación.

—Sí, es mi primer nieto o nieta —le respondió terminado de acomodar la cuna—. Sé que Meghan no vendrá muy seguido. Al menos quiero que mi pequeño tenga en dónde dormir.

—Sí, es niña —dijo mirándolo.

—No importa, es mi primer nieto…. En sí, si es niña o niño, mi apellido se perderá porque será un Sorrentino. Marlon sí debo preocuparme.

—Tienes razón —dijo él sonriendo—, me recordó cuando Malva quedo embarazada de Meghan estabas emocionado y no dejabas que Malva caminara menos de diez pasos y con Marlon no fue así, ahora estás igual o aún más entusiasmado con el bebé de Meghan.

—Es que estoy muy feliz….

—Parece mentira, esa rebelde sin causa vaya a ser madre —dijo mirándolo—. Espero que sea una buena madre, ya me estoy resignando.

—En serio.

—Sí, Alessio está contentó y ahora más con la llegada del hijo de Duncan —le dijo serio—, lo tiene loco.

—El pequeño Kaled —dijo contentó—. Malva fue a verlo y Marlon también.

—Malva es otra que está feliz con la llegada del bebé.

—Estamos más que dichosos que nazca.

—Yo también lo estoy, sé que no será mi primer bisnieto, al menos quiero saber a quién se parecerá.

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En la clínica.

Meghan estaba en el estacionamiento.

—Vamos —dijo Uzeil mirándola.

Ella se subió y lo miró.

—Uzeil…. ¿Por qué no quieres que sea una niña? —le preguntó mirándolo—. ¿Tan malo es tener una hija conmigo?

Él la miró, no sabía qué decirle… Siempre había deseado tener un hijo de primero para compartir con él, tener una hija… Era no jugar con ella y nada por el estilo… Tener una hija sería un dolor de cabeza, la adolescencia, los novios y estar pendiente de todo…

—La verdad, prefiero mil veces que sea un niño —dijo serio.

Meghan sintió una puñalada en su corazón, él era igual que todos los hombres. Un machista intentó aguantarse las ganas de llorar y se colocó sus manos en su vientre.

—Tranquila, amor, tu madre te amara por completo —pensó ella, conteniendo las lágrimas.

En el trayecto a su departamento, Meghan no decía nada y eso preocupo a Uzeil, su mujer discutía con él hasta por el agua, ahora parecía otra persona, cuando llegaron al departamento Meghan se bajó con cuidado y caminó hacia la puerta y lo miró.

—Tú no entras a mi casa —dijo seria.

Él suspiró.

—Deja la niñería Meghan —dijo cruzando los brazos—. Acuérdate yo pago la mitad de los servicios —le recordó serio—, también es mi hogar.

—No quiero verte —dijo ella mirándolo—, quiero estar sola.

—No.

Meghan abrió la puerta y entró, no le importa si él entra o no, igual no deseaba verlo y menos discutir con él.

—¡Ahora que te pasa! —exclamó molesto.

—Me pasa que eres un idiota —dijo Meghan mirándolo con seriedad—. Eres igual que los hombres, solo quieren un niño de primer hijo. Como si las niñas fueran una peste.

—Claro que no, un niño lo disfrutaría más… Jugar y esas cosas… No me veo jugando muñecas Meghan.

—Comienza a imaginarlo porque este bebé —dijo señalando su vientre—. Es una niña, así por favor… Te voy a agradecer que no comentes nada de mi hija.

—No es seguro —le recordó enfureciéndose—. ¡Maldición! —estallo enojado—. No sé para qué me casé contigo y me enamoré como un idiota. Cada vez que nos vemos es peor —dijo frustrado.

Ella suspiró y aguanto las ganas de llorar, lo miró por un momento, podía ver su frustración e impotencia.

—No eres tú —habló mirándolo y haciendo que él la mirara—. Soy yo… Yo misma hice una guerra contigo y es lógico que ya no soportes mis desplantes y menos ponerte a mi nivel.

—Meghan, yo.

—Yo te amo Uzeil, aún tengo cicatrices que no han sanado del todo, tengo miedo a volver a confiar en un hombre… De volver a abrir mi corazón por completo —confesó con una leve sonrisa—. A la Meghan que conoces, solo es una careta que yo misma me invente para no dejarme pisotear de nadie, ningún hombre me diga lo que debo o no debo de hacer, lamentablemente Uzeil, te enamoraste de la Meghan falsa y realmente no conoces a la verdadera Meghan —dijo acercándose a él y acariciándole la mejilla—, la Meghan no conoces es alegre y divertida, ingenua y muy tímida; cuando Apolo comentó eso y tú le preguntaste era de mí de quién estaba hablando me sentí mal. Tú aún no me conoces bien, no te culpo te engañé por mucho tiempo.

—Entonces, este matrimonio es falso.

Ella asintió.

—Conoces a la Meghan ejecutiva y malgeniosa —dijo separándose de él—. Es mejor dejar nuestras vidas como están, tú vive la tuya que yo me encargaré de vivir la mía con nuestra hija.

—Yo quiero conocerte —insistió él mirándola—. Yo quiero estar contigo.

—Yo no voy a cambiar mi vida —le contesto con una leve sonrisa—, me gusta mi vida, mi trabajo… Yo no quiero ser la que sacrifique todo por ti.




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