Un matrimonio a distancia

Capítulo # 13

Capítulo # 13

Una hora después.

En la clínica.

Gaelan se encontraba platicando con su mujer y su padre, desde que les aviso se fueron inmediatamente a la clínica… Leonel, estaba realmente preocupado y Marlon no se movía de la silla.

—¿Cómo está? —preguntó Uzeil llegando, su abuelo se había puesto en contacto con él para decirle que Meghan estaba la clínica—. Mi abuelo me dijo que Meghan y la bebé están mal.

—Parece que tiene una amenaza de aborto —habló Marlon mirándolo serio—. Papá y yo la trajimos, debió de sentirse muy mal que me llamo.

—Y ustedes, ¿quiénes son? —les preguntó Uzeil extrañado.

—Yo soy Gaelan Antoniou, padre de Meghan y ella —dijo señalando a Malva—. Es mi esposa, mi hijo pequeño y Leonel Antoniou.

Uzeil se le hacía muy extraño verlos, Meghan prácticamente no tenía contacto con ellos.

—Familiares de la señora Antoniou.

—Sorrentino —habló Uzeil mirándolo—. Es Meghan Sorrentino.

—La señora se encuentra bien, también el bebé solo fue una pequeña amenaza de aborto, debe de tener reposo y nada de estar agitada.

—¿Puede viajar? —preguntó Leonel.

—Todo depende como esté el bebé.

—Quiero verla —dijo Uzeil serio.

—Venga conmigo —dijo él mirando a los demás—, ustedes también.

—Yo me quedó aquí —dijo Leonel mirándolo—, puede ser que mi visita la alteré más.

Nadie dijo nada y en el camino hacia la habitación de Meghan ninguno quiso hablar.

El doctor abrió la puerta.

—Adelante.

Meghan se encontraba sedada, Uzeil se acercó, le dio un beso en la frente.

—Mi niña —dijo Malva angustiada—, se ve pálida.

—No perdió mucha sangre, si se alteró al saber que su bebé estaba en peligro, tuvimos que darle un calmante —dijo el doctor informándoles—. Me retiró, si se presenta una emergencia no duden en avisar.

—Claro que sí —dijo Gaelan agradecido y acompañándolo hacia la puerta.

—Me imagino que no dejaras sola a mi hermana —habló Marlon mirándolo mal.

—Claro que no —dijo él acariciándole el cabello—, me quedaré todo el tiempo que sea necesario, eso sí… Recuperándose me la llevará a Italia, quiera o no.

—No puedes —dijo Malva enojada—. Si ella no lo desea, no lo harás.

—Es mi esposa, no pienso permitir que ustedes la lastimen… Por algo está alejada de ustedes —les dijo él desafiándolos.

Marlon no soportó y lo agarró por la camisa.

—¡Tú no sabías nada!

—Hijo —dijo Gaelan entrando y camino rápido para separarlos—. No sé qué pueda estar pasando… Cálmense.

—Me duele —murmuró Meghan.

Todos la miraron y sin pensarlo, Malva salió en busca del doctor.

—¿Hija, estás bien? —le preguntó Gaelan acercándose a ella.

Meghan abrió lentamente los ojos y lo primero que miró fue a su padre, intento levantarse un poco, pero él no la dejó.

—Cálmate hija, todo está bien.

—Ya llamamos al médico —dijo Uzeil mirándola.

—Uzeil…—susurró y cerrando nuevamente los ojos.

—¿Qué sucede? —preguntó el médico entrando a la habitación.

—Se acaba de quejarse —comentó Malva angustiada.

—Es normal, está un poco adolorida —explicó.

—Igual, quiero que no se despegue de ella —le pidió Uzeil serio—, quiero que esté pendiente de ella si es posible pagó lo que sea.

—Eso no es necesario —le dijo mirándolo—. Estaré pendiente de ella, por favor avíseme.

—Claro —dijo Marlon mirándolo.

El médico se retiró.

—No quiero verlos pelear —le pidió Malva molesta—, mi hija no debe de alterarse, así que les voy a agradecer que no peleen en la habitación.

—Mi mujer tiene razón —apoyo Gaelan mirándolos.

—Es que quiero llevarme a Meghan a Italia, no quiero que ella se quede aquí.

—Ella es mi hermana y ustedes no están juntos —le recordó Marlon cruzando los brazos.

—Estamos en un momento difícil, sé que lo superaremos.

—Desde un principio me lo imaginé… Diferentes países y viéndose los fines de semana, nada bueno sería y es así —dijo Gaelan suspirando—, mi hija tiene un carácter fuerte.

—Amo a Meghan y ella me amaba a mí —dijo Uzeil mirándola con amor—, solo que… No he sabido entenderla y ella tampoco a mí.

—El amor no basta —habló Malva mirándolo.

—Sí, lo sé, quiero que nuestro matrimonio funcione y darle un hogar a nuestro bebé.

Malva sonrió.

.

.

Unas horas después.

Meghan aún no había despertado, Gaelan y Malva se fueron a su casa a darse un baño para después volver a la clínica, Marlon se quedó dos horas más.

—Me voy —dijo Marlon mirándolo—, si despierta llámanos.

—Eso haré, ve tranquilo.

Marlon salió de la habitación.

Uzeil se acercó a su esposa, le acarició el rostro para después besar los labios.

Meghan lentamente abrió los ojos.

—Uzeil.

—Al fin despertarte princesa —dijo él sonriendo.

Ella medio sonrió.

—¿Y cómo te sientes?

—Me duele un poco la cabeza y…—le dijo mirando la habitación—. ¿En dónde estoy?

—En la clínica, el bebé está bien, solo fue un susto.

Ella asustada

—Me lo juras.

—Sí —dijo acariciándole el cabello—, no sabías el susto que me diste Meghan, pensé que pasaría algo malo con el bebé.

—Es niña.

—No es seguro.

—Uzeil.

—Lo siento. Soy un idiota.

—Tranquilo amor —dijo ella apretando la mano—, lo importante es que nuestro bebé está bien.

—Quiero que vengas conmigo a Italia, sé que no quieres. No quiero alejarme de ti y menos ahora que estuvo en peligro tu vida y la del bebé.

—Sí, quiero irme contigo. No quiero poner en riesgo la vida de nuestra hija.

—Esperaremos que el médico pueda darte de alta.

El doctor abrió la puerta y los miró.

—¿Cómo se siente la paciente?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.