Levanta la mano el castaño bajito –Si se puede escoger, quiero dormir con Shion-
Fuertes declaraciones del viejo maestro, pues pidió dormir con él, no compartir cuarto... Como en camas diferentes.
El peliverde, algo nervioso se alejó de este y se posó de lado de su discípulo casi hijo Aries –Yo me quedare con Mu-
El mencionado, solo asintió a la afirmación del patriarca no objetaría contra eso, aunque para ser completamente sinceró quería a otro compañero
Y si nos dirigimos con atención hacia el único rubio del lugar, tenía un semblante de derrota, sus planes de pedir dormir con Aries lila, se le había ido como agua por sus manos.
Su voz estaba triste, parecía que estuviera a punto de hacer un berrinché -¿Qué? ¿Por qué con Mu? ¿Acaso no quieres estar conmigo en la misma habitación?
-Dohko… Es que tu… Roncas…- Estaba sonrojado, desviando su mirada.
La castaña, ladeo su cabeza un poco, mirando como cada uno de esos caballeros tenían planes para dormir con alguna persona, pero otro se interponía en ello.
-Primero lo primero- Susurro, más para sí, no deseaba ser escuchada.
Sin hacer ya mucho caso a esa discusión, se puso en el pasillo del segundo piso, para poner en marcha sus habilidades de Diosa.
Concentrándose, poniendo sus manos delante de ella, estiradas, un círculo de luna se formó debajo de ella, elevándola un poco del suelo, dejando ver una luz blanquecina de allí, sus ojos cerrados y sus cabellos elevándose.
Lanzo un suspiro y con ello esa energía acumulada en su ser disparándolo alrededor de la zona.
El destello fue fuerte, poco a poco, el color se normalizo en todos lados.
Con sus manos detrás de sus espalda –Bueno… Eso es lo mejor que puedo hacer con poco tiempo- Sonríe mirando a sus huéspedes –Listo siete habitaciones, una para dos- Guillo un ojo.
En cierta forma se sorprendieron por el nivel que pudiera a tener esa jovencita, no aprecia ser tan fuerte, pero sí que lo era.
-Pero por este lado parece completamente normal- Capricornio miraba por todos lados, fuera de ese pasillo con más puertas y a buena distancia, por el otro lado no se viera diferencia.
Levando su dedo índice –Eso es, pro que cree una ilusión óptica, para que todo luzca normal, fuera de este pasillo, incluso por fuera luce normal la casa-
-Es un buen truco- Agrego el león dorado.
Sonríe satisfecha, le agradaba que alagaran su trabajo –Gracias, ahora si lo importante- Se giró a verlos –Como veo que no todos están conforme en escoger habitación o más bien compañero, yo les ayudare en esa tarea- Frunció levemente el ceño.
-Pero- Escorpio quería refutar aquello.
-No, sin peros- Se giró a ver a Acuario –Mira, creo que para él, no fue muy justo… Lo dejaste muy sorprendido- Sonrió cálidamente.
Milo no dijo nada, ya que de seguro ella le respondería con algo peor, en cierta forma Camus estaba tranquilo, pero ahora se arrepentía inconscientemente de ser grosero.
Apareció un pequeño bote de metal, en el cual ella agito y se escuchaba que contenía algo.
-Coloque catorce papelitos, cada uno esta enumerado dos veces del uno al siete- Dirigió la entrada del recipiente hacia el peliverde –Tomaran un papelito y su compañero será la par del mismo número y la localización de cada habitación- Señalo en cada una de las puertas había un muero arriba, de igual serie –Así será mucho más justo ¿No creen?-
¿Qué más podían decir?
Ella era la dueña de la casa, así que debían obedecer.
Shion, metió la mano y saco un papelito que estaba escrito el número tres.
-Correcto-
Fue el turno de Mu, el número fue el siete.
Adiós que pudieran compartir habitación padre e hijo.
Alde saco el cinco.
Saga el cuatro
Kanon por pura casualidad saco el cuatro, compartir habitación hasta en vacaciones… Ambos pensaron que horror.
Death Mask con el numero uno
Aioria el dos.
Fue el turno de Shaka, no se mostraba animado en hacer dicho juego, no tendría oportunidad, pero la fortuna podría sonreírle.
-El siete, muy bien. Compartes habitación con el lila...- Se quedó pensativa –Ja, ni siquiera he preguntado sus nombres, que cabeza la mía- Una sonrisa avergonzada se formó en sus labios.
Paso al siguiente, sin dar más importancia.
El rubio, no podía estar más feliz con su suerte, estaría con Mu en la habitación más alejada de todas, solos… Trago saliva, pero se mantuvo estoico, nadie debía darse cuenta de su felicidad interna.
En cambio el Lemuriano estaba algo rojito, le apenaba que eso sucediera, más le agradaba tanto.
-Por favor que sea el tres, por favor que sea el tres- Pedía en voz alta, que todos los Dioses se apiadaran de él.
-Tu turno…-
-¡¡¡SI!!!- Metió la mano con fuerza, que casi hace que la castaña, tirara el recipiente.
Rápidamente tomo uno y al abrirlo, su sonrisa fue tal, había logrado sacar su número de la fortuna.
-¡¡¡JA, DORMIRÉ CONTIGO TODO UN MES SHION!!!- Fue directo a abrazar al patriarca, no le importaba estar delante de quien sea, para demostrarle un poco de afecto a su “amigo”.
-¡¡¡DOHKO!!! Por favor… Estaos delante de la Diosa Metztli y…-
La mencionada, coloco una mano delante de sus ojos, ofreciendo el siguiente turno a escorpio, mientras decía lo siguiente –No veo… No veo…-
-Seis- Tenía una oportunidad, si habitación estaba libre.
-Dos- Sonrió levemente, ya estaba resignado desde el momento en que Kanon saco su número y le robo la oportunidad de dormir a lado de Saga.
-Compartiremos habitación hermano- El menor de los dos, aprecia conformé a su suerte.
-Cinco, creo que estoy contigo Aldebarán- Serio como siempre, pero amable en su voz.
-Te toca a ti- Delante del aguamarinos cabellos.
Al meter la mano, pidió que no fuera el número seis, lo rogaba en su mente, pero si mal no calculaba, le tocaría con Death Mask… Y su mueca se hizo más molesta que de costumbre.