Un Mes De Vacaciones En México

Capitulo 7 (Quintana Roo)

---Al día siguiente---

-¡¡¡POR TODO LO SAGRADO EN ESTE MUNDO!!! ¡¡¡YA SON LAS ONCE!!!- La joven Diosa, gritaba en su habitación, se había quedado dormida, que en ningún momento escucho la alarma.

Bajo de inmediato, tenía que hacer sus deberes, le rugía el estómago y sin contar que los caballeros posiblemente estarían impacientes por el nuevo destino.

Pero se topó con algo que nunca se imaginó.

Todo estaba limpio y ordenado, incluso había un delicioso olor que salía de la cocina, se dejó guiar por aquello.

Sus ojos casi dejaban escapar lágrimas de felicidad, pues… Diviso a dos caballeros dorados con lindos mandiles coloridos, que estaban terminado de guisar.

-Buenos días señorita Metztli- Saludo el pelila, quien le sonrió.

-Buenos días Diosa Metztli- Una sonrisita tranquila, la miro.

-Buenos días… ¿Qué están haciendo?- Se asomó a la estufa, viendo diferentes platillos, más bien guisos como los que ella hizo el primer día cuando ellos llegaron.

-Preparamos el almuerzo, como usted se había quedado dormida, decidimos no molestarla- Hablo Mu, quien apagaba la hornilla y se dirigió al comedor.

-Sentimos que su cosmos estaba algo débil, creo que debió ser por ayer, se sobresfuerzo- Contesto a la jovencita.

-Y… ¿Prepararon el almuerzo? ¿Hicieron los quehaceres?- Pregunto, sorprendida.

Asintió, mientras llevaba una sartén, con el almuerzo de ese día –Ustedes ha sido tan buena con nosotros, y decidimos ayudarla un poco-

Sintió como alguien lo abrazaba con fuerza, y dirigió su mirada de donde venía.

-Diosa Metztli ¿Esta bien?-

Levanto su mirada, mientras abrazaba al peliverde –Los amo mucho chicos- Y dejo escapar lágrimas de felicidad, mientras su estómago rugió y se comía una tortilla.

Shion, se quedó mirándola, esta chica, tendía a ser más expresiva de los demás Dioses que conocía, le pareció algo tierno, su instinto paternal tal vez, se ve más joven de lo que es al fin de cuentas.

Ambos llegaron al comedor, allá aun lo abrazaba, pero era porque quería seguir comiendo de lo que llevaba en la sartén Shion.

Aunque para Dohko esto no le hizo ni la más mínima gracia, nadie abrazaba a su querido ya amado esposo, sin su permiso.

Llorando de emoción –Que lindos son todos ustedes- Sonrió emocionada, lucia radiante con toda la emoción –Los quiero… Incluso a tu Death- Lo señalo.

-De hecho fui obligado y por cierto- Le mostró una mordida en su brazo –Tus perros me odian-

Rio levemente –Lo siento mucho, ja, ja, ja, ellos atacan a cualquiera con intenciones ocultas, por ende debes tener algo maquiavélico planeado- Dijo aquello, sentándose en su lugar, ara comer.

-¿Cómo que algo malo?- Dita lo miro de arriba a bajo.

Giro sus ojos, para no conectare con los de nadie –No sé a qué te refieres-

Empezaron a almorzar, en completa calma, bueno ya no tanto, las risas no faltaba., contándose entre ellos las idioteces que hacían y las anécdotas del día anterior.

La Diosa solo escuchaba, lucían tan alegres y esa era la misión primordial.

-Oye… Borreguito- El castaño llamo la atención del peliverde.

-Dime Dohko- Comía un taco tan tranquilo.

-¿Por qué te estaba abrazando y te dejaste?- Lo miro directo a la cara, sujetando su mano con fuerza.

-Ella me abrazo, creo que se emocionó, por ayudarla y dejarla descansar- Trataba de zafarse del agarra del Chino.

-Y ¿Por qué te dejaste?- frunció el ceño.

-Pues no tiene nada de malo, ella es nuestra anfitriona, una Diosa muy amable- Le causaba intriga la actitud de su ahora esposo.

-Pero… No me gusta que nadie te abrace, apenas acepto que Mu lo haga y Kiki porque es un niño- Cruzo sus brazos, enojado.

-¿Qué?- Dejo de comer, porque en si ya no entendía el comportamiento del hombre.

-Dohko, por favor… No te enojes, solo lo abrace porque me alegro que me ayudaran- Hablaba algo nerviosa, nunca creyó que molestara su actitud efusiva –Además, su unión “Fingida” Esta bendecida por mí y…- Levanta ambas manos izquierdas de los hombres -¿Acaso no han visto sus anillos de matrimonio?- Sonrió.

Ambos se fijaron en esto y se notaban sorprendidos.

-¿Enserio nos e dieron cuenta?- Suspiro, girando sus ojos –Mientras no se quiten estos anillos, nadie los podrá separar, porque bueno… Dio un guillo a los dos.

Estos dos estaban sonrojados, pues no se sabía por qué, pero los anillos ni siquiera los habían visto, y luego Dohko lo abrazo de lado.

-Perdón… A veces soy celoso, pro que eres muy lindo- Le dio un beso cerca de la boca.

-No sientas celoso, es ridículo que llegas a experimentarlos, no me interesa nadie más…- Bajo su mirada y susurro –Solo tu-

-¿Qué dijiste?- El castaño sonrió ilusionado, había escuchado bien, pero quería de nuevo escucharlo.

-Nada- Se sonrojo y decidió seguir comiendo, ahora molestó.

-Señorita Metztli, ¿A dónde iremos hoy?- Pregunto Aioros animado, tenía algunas ideas de este día.

Estaba terminando de almorzar, incluso tenía la boca manchada de salsa –Bueno… Hoy iremos a Quintana roo, lugar de hermosas playas, de hecho pasaremos todo el día en una, pero iremos a visitar un museo, algunas estructuras y regresaremos para hacer algunas actividades acuáticas-

Afrodita, se levantó de golpe de aquella silla, se ilusiono emocionado en estar en la playa, al fin de cuenta es un lindo pesesin que en el mar es feliz.

-¿Qué te pasa Afrodita?- Capricornio, miro con extrañeza a su amigo.

-Me parece bien ir a la playa, aunque ya fuimos, pero me veo muy bien en traje de baño- Posa en modo diva, dando a entender su punto.

A la mayoría les pareció gracioso que actuara así, a otros loes dio igual. Per Death no estaba nada agraciado con la idea.

-Entonces, está decidido, iremos de inmediato- Sonríe emocionada, y más porque Dita le contagio la alegría. -¿Ya están listos?- Pregunto emocionada.

No había necesidad de aprobación, si ya terminaron de almorzar.



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En el texto hay: dioses, cultura mexicana, saint seiya yaoi

Editado: 16.08.2025

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