Todos los doraros voltearon, con sus caras de no saber qué hacer o decir, Pareciera que nadie quisiera hablar y esto la joven Diosa lo noto.
-¿Qué les pasa?- Estaba algo asustada, por verlos así.
El primero en hablar fue Milo, tenía que tratar de hacer algo –Promete, si le decimos lo que pasa, ¿No se enojara?-
La castaña rojiza, solo entrecerró los ojos, señalándolo con el dedo índice, mostrando una cara de decepción –No…-
-Bueno lo intente, tu turno Mu- Le dio un aventón al carnero dorado, que era el responsable de informar aquella situación.
Poso las manos en sus caderas, con el ceño fruncido -¿Qué paso?-
Este pelilila, solo suspiro, no podía quedarse callado con esta información, pero hubiera deseando que su compañero no lo pusiera en este aprieto de inmediato.
-Saga y Kanon terminaron en la cárcel, cuando el patriarca y el viejo maestro quisieron ir a sacarlos, terminaron también encerrados- Pero obviamente para nuestro querido borreguito, tenía a su caballero de brillante armadura, literal.
Metztli, solo se quedó mirándolos, como si estuviera procesando lo que acaban de decirle, incluso parecía que un tic nervioso se había alojado en su parpado -¿Qué?-
-Eso fue lo que paso, el patriarca me lo acaba de informar, por vía cosmos- Estaba agradecido con Shaka, porque lo ayudara en este predicamento, pero la reacción de la joven no se sabía.
-Lo sabía, sabía que había sido un terrible error, confiar en que no se meterían en problemas- Estando enojada, pero pensando a toda velocidad, de lo que debía hacer, estaban dando vueltas en su camino de ida y vuelta –Aunque pensaba que los primeros en meterse en líos serian Death y Afrodita, no es tan aquí, pero no tener noticas es buena señal- Negó con la cabeza.
-¿Qué haremos ahora?- Shura estaba algo preocupado, la situación estaba bastante seria ahora.
-ustedes nada, solo quédense aquí, yo iré a ver como arreglo este asunto, será fácil… Conozco algunos tecnicismos que pueden ayudarnos- Se dirigió a la comisaria, de donde podía sentir esos cosmos venir, pero antes debía dar alguna instrucción principalmente para que todo estén juntos –Shura te dejo a cargo, alguien que valla por ese Cangrejo y Afrodita-
Sin más se retiró, dejando a los dorados presentes, cabizbajos, aunque algunos reían tanto, pensando en cómo los ejemplos a seguir terminaron en una situación tan escandalosa.
-¿Por qué no me dejo a cargo a mí?- Aioros podría decir tonterías estando preocupado por su amorcito, pero pensaba aun bien, o eso creemos.
-Tal vez sea… Porque ves un barranco y te tiras- Milo andaba de chistosito, pero Camus ya le jalaba las orejas, aprendió que ese era un método bueno para regañar a los niños y funcionaba con el suyo.
No prestó mucha atención, debía ayudar aunque fuera un poco, sabía que solo uno de allí podría ayudarlo sin causar mayores dificultades.
-Mu, ¿Podrías ir por ellos?- El peliverde, confiaba bastante en Aries después de todo, era el más responsable de todos.
-Si- Asintió, esto también seria para que ya no existieron problemas.
-Iré con Aries- De hecho lo dijo como afirmación y no pregunta.
-Shaka, solo debe ir uno, Mu no necesita que lo estén cuidando y…- Le quería dar sus razones, pero el rubio le valió.
-Ni creas que lo dejare ir a un lugar como ese solo- Tomo la muñeca del pelila, con fuerza, para atraerlo a él poniéndose en marcha a donde el bar que habían ido los tóxicos.
Obviamente Capricornio no tuvo como negarse, pues fue ignorando, aunque el pobre Aries, iba algo apenado, pues no le gustaba desobedecer de esa forma.
-Compréndelo, en esos lugares, hay mucho borrachos y con la apariencia de Mu, posiblemente piensen que es una mujer y se quieran sobre pasar- Aioria, levantó sus hombros con un signo de que podría pasar.
El peliverde oscuro asintió, suspirando, total ya habían entrado, esperaba que no provocarán un peor caos del que ya estaba.
---Comisaria---
-Los dejo solos, medio día, y los tengo que sacar de la cárcel…- Se tocaba la frente, esto era demasiado fastidioso.
Estando a fura del lugar, a punto de entrar, estaba pensando rápidamente que hacer, siempre era un problema tratar con las autoridades.
Pero podría poner su mejor sonrisa, ser amable, funcionaba, más si no tendría un as bajo la manga.
Entro tranquila, buscando quien estuviera atendiendo a las personas y pudo localizar a aquel oficial, el único en el lugar, se notaba que tenía un rostro de mala onda, ya se imaginaba que habría pasado.
-Buenas tardes- Saludo de manera cortes.
-Buenas tardes señorita- Levanto su mirada, pero su cara de enojado no cedía -¿Qué se le ofrece?-
-Mis tíos vinieron hace un rato a buscar a mis primos y como se han tardado tanto, pensé que no habían llegado- Trataba de sonar lo más tranquila que pudiera.
-¿Sus primos y tíos?- Como si se hiciera el tonto -¿Cuáles son sus nombres?-
-Mis primos tiene cabello azul rey y uno azul cobalto, son bastante altos, blancos, el mayor de nombre Saga y el menor se llama Kanon- Decía esto, mientras miraba al hombre con la sonrisa más fingida que podía dar.
Este solo asintió y busco en su computador, algo e mala gana –Si, aquí están… Pero no me dieron sus apellidos…- La miro de reojo -¿Cuál es?-
-Oh valla, debe ser porque no entienden algunas palabras del idioma Español, y no se los dio, pero… ¿Es muy necesario?, digo… Ya vengo para sacarlos…-
-Tus tíos también está aquí, por uso de sustancias ilícitas- Eso lo dijo como lo más natural del mundo.
Esta solo abrió los ojo, sin poder creer de lo que estaban siendo culpados -¡¡¡¿DISCULPÉ?!!!- Estaba sorprendida -¿Cómo puede decir eso? Mis tíos no harían eso- Aunque mintiera en que fueran familia, no dejaría que les levantaran falsos.
-Estaban muy alterados, sus ojos se denotaban rojos, sus comportamientos son de personas bajo esos efectos, ¿Qué clase de personas son?- Estaba levantando un falso, sin bases, solo por lo que había visto, pero eso no era una prueba, en lo más mínimo.