---Al día siguiente---
Más bien muy por la mañana, algo está ocurriendo en la casa de la Diosa.
-Hija, despierta- Una voz suave y bastante maternal habla a la joven dormida.
-¿Mmh?- La joven se acomoda en su cama, tratando de saber que desea su progenitora.
-Necesitamos tu ayuda cariño- Sentándose en la cama de la joven.
-¿Si? Mamá…- Aun con los ojos cerrados tratar de seguir la conversación -¿Qué necesitas?-
-No yo-
-¿Papá?- Pregunto adormilada.
-Tampoco- Contesto de manera inmediata.
-¿Mi novio?- Abrió un ojo aun confundida.
-No- Negó con la cabeza.
-¿Mis amigos?- Se estiro, volviendo a cerrar los ojos.
-No- Suspira, sabiendo que la atención de la joven se volvería a la almohada, pues es bastante temprano –Tu prima de Querétaro, tiene un pequeño problema- Entrecerró sus ojos, sabiendo que no es una noticia que le agrade a la joven.
-¿Qué le pasa?- Bostezó con cansancio -¿Se quedaron sin chiffon rosa en todas las tiendas?- Rio por su pésimo chiste.
-No, mira… Sabes como yo que hoy es su quinceañera- La mueve levemente para que se despierte de una vez.
-Si- Sentándose a lado de la mujer –Por eso planeé el recorrido en ese estado para mis amigos, con ustedes y mi novio, porque en la noche iremos a festejar su quinceañera- Movió los hombros simulando baile.
-Sí, ese es el plan, pero surgió un pequeño inconveniente- Le sonrió mirándola con esos ojos que sabes que estas a punto de ser obligado hacer algo de lo que te arrepentirás después.
-¿Qué inconveniente?- Pregunta haciéndose para atrás con cierto miedo.
-Tres parejas para el vals le cancelaron a última hora- Le dijo esto con una sonrisa.
-Pues… Sabes que David y yo no pudimos ayudarla con eso, ya que sospecharían que no soy completamente humana- Dijo eso ladeando la cabeza.
-Bueno… Sé que tú y tu novio no, pero…- Miro al frente bastante preocupada –Si tan solo conociéramos a algunos jóvenes, bastantes amables y que puedan adaptarse un poco a las circunstancias, además que tengan algún tipo de entrenamiento y disciplina para hacer cualquier actividad- Le dijo estas palabras, para ver si capta el mensaje.
-Cierto… Si tan solo conociéramos a algunas personas así…- Se quedó pensando como si aún estuviera procesando toda la información, pues no se ha despertado del todo.
-Y sobre todo, si son algunos extranjeros, que se están haciendo pasar por tus primos y que de todas formas van a ir a la fiesta- Le tomo la mano, para intensificar su pedido.
-Oh…- Dijo esto bastante tranquila, pero unos segundos basto para que esas ultimas pistas la hicieron entrara en razón –Pero… ¡¡¡¿CÓMO?!!!- Bastante impresionada.
-Sería una gran opción, solo necesitamos tres de esas bonitas parejas y asunto arreglado- La madre de la Diosa hablo bastante emocionada, como si la idea fuera la mejor de todas.
-Pero... Mamá, uno todos son hombres, dos no saben la corografía, tres la familia va a sospechar repentinamente y cuatro… No creo que ellos quieran- Su rostro muestra la confusión y algo de desaprobación a la idea.
-Ayer se vistieron de mujer para ese evento que los llevaste- Rápidamente refuto con esa carta –Además varios son bastante bonitos, que podrían pasar como jóvenes muy hermosas- Sonrió para convencerla.
-No les cambiare el género- Hablo con miedo.
-No hablo de eso, si no… Bueno… Tú puedes lograr que se oculten como chicas, ya ves que no todos aceptan relaciones de dos personas del mismo género- Cerro sus ojos, denotando algo de molestia ante esa realidad.
-Y aunque lo logre hacer, ¿Quién nos asegura que querrán hacerlo?- Levanto sus manos para denotar su punto.
-Bueno, si les preguntas, puede que acepten- Le sonrió, dándole un ligero abrazo.
-Y ¿Qué les digo?- Se encogió de hombros –Chicos ¿Qué opinan de que algunos hagan de damas y otro de chambelanes?- Sonrió mirando a si progenitora y luego sería –Te lo aseguro, nadie puede así de genial-
-Solo pregúntales- Se levantó, desordenando los ya revueltos cabellos de la joven –Veras que pueden sorprenderte-
-Al menos que los amenaces, no veo de otra forma- Se levantó de la cama, lista para buscar un cambio de ropa.
-No seas tan negativa, mija- Le sonrió, para salir de la habitación de ella –Pero si no aceptan te castigare- Y con la misma salió.
-Pero…- Se giró sorprendida –Mamá, eso no es justo- Y se dejó caer en la cama.
Encontrándose en un predicamento, teniendo que hacer una pregunta bastante incomoda, y con ello un pedido de auxilio.
Pero puede ser que tenga razón y la sorprendan gratamente, aunque no sabe cómo debería soltar esa bomba.
Así que la señorita Metztli está en una lucha interna entre preguntar algo bastante vergonzoso y si no lo hace… Enfrentarse a la ira de su madre.
-Bueno si no aceptan, solo me darán con la chancla- Sonrió desganada –Como sea estoy muerta-
Después de mucho pensar y escoger las palabras correctas, además de un almuerzo bastante familiar en esta ocasión, en donde la joven estuvo más callada que de costumbre, pensando en cómo decirles y tanteando el terreno de paso.
Algo que notaron los dorados, pero no preguntaron en lo más mínimo, posiblemente ella este ocupada en otros asuntos.
Pero se llegó la hora de ir a su nuevo destino y esperan la señal de aprobación de la joven.
Sin duda se llevaran una sorpresa con lo que ella les dirá.
Estando todos en la sala, teniendo entre ellos una conversación y burlas, pues en esta ocasión Escorpio intento hacer tortillas a mano y no le salieron nada bien, solo logro llenarse las manos de masa.
Y Kanon presumiendo que ahora es el mejor en ese trabajo, incluso recibió elogios de la madre de la Diosa y eso sabemos que significa que se volvió un experto.
-Bien… Llego la hora- Se dijo a sí misma, antes de ir con ellos y saludarlos –Hola- Su sonrisa forzada se nota.
-¡¡¡ESTAMOS LISTOS SEÑORITA METZTLI!!!- Grito Aioria tan animado.