Espero unos segundos callada, casi sin respirar para saber la respuesta de los jóvenes ahí presentes.
Pero parece que el idioma por primera vez es un impedimento.
Pues ninguno entendió en si o se quedaron demasiado fuera de ellos.
-¿Por qué no me responden?- Los miro bastante atenta, a cada uno por igual –Ya por favor digan lo que sea- Sonrió nerviosa, pues con esto le están confirmando sus sospechas de que no aceptaran.
-Se…Señorita Metztli… ¿Bailar?- Camus hablo, algo preocupado, pues su cara denota que no está nada cómodo con la idea, frunciendo el ceño, sus labios haciendo una mueca de desagrado total.
-No creo que sea buena idea- El patriarca hablo, pues al igual que el mago de hielo y agua, no es partidario de tener la vista puesta en él, al menos que sea algún asunto o misión relacionada con el santuario, fuera de sus obligaciones, esos temas son desconocidos.
-Lo siento, pero me niego a hacer algo así- Capricornio, serio, cruzado de brazos, ya que no haría tal cosa.
La joven hizo una cara de derrota total, bajando su mirada, sonriendo a medias, incluso sus hombros cayeron de decepción total.
-Comprendo...- Susurro –Sé que es un tema muy complicado…Bailar enfrente de muchas personas, debe asustar a cualquiera, incluso yo lo sentí cuando lo hice… No se preocupen… Pensé como tenían unos conocimientos previos, podrían ser de ayudar, pero… Ya veo que no…- Parece que está usando algún tipo de táctica.
-No es que de miedo, solo que no quiero hacerlo- Desvió su mirada de nueva cuenta al quinto guardián.
Esto logro darse una idea a la joven Diosa de donde golpear, para hacerlos hacer su voluntad, aunque no le guste ese método.
-Entonces… Si no tienes miedo- Se gira directamente al peliverde de cabellos cortos –Háganme ese favor ¿Si?…- Puso una cara de súplica a Shura, tomando con la mano derecha la de Shion y con la izquierda la de Camus. Ustedes de seguro son excelentes bailarines y sus parejas de estarían emocionados en hacer esto con ustedes- Miro a los mencionados, sonriendo -¿Verdad que si?-
Rápidamente ignoro a los tres primeros y fue directo con Escorpio, Leo y Libra.
-Dohko- Abrazo de lado al castaño –¿No dijiste que querías bailar con el tres veces, por cada vez que lo hizo en el pasado?- Sonrió por usar esa carta.
-Eso es verdad- Pensativo quedo el Chino –No estaría mal, se me da bien cualquier baile junto a mi borreguito.
-Pero… Dohko… No sabemos cómo bailar…- Lo miro serio –Tu no bailas vals-
-Eso se arregla- La joven se paró ahora de lado del patriarca –Tengo los videos de los ensayos de los bailes y si nos aplicamos, la pueden aprender en todo día y en la noche bailaran como unos profesionales- Bajo de nuevo la mirada, haciendo una voz de lamento –Al menos… Que… Mis amigos… No me quieran ayudar… Y les dé igual que me den con la chancla-
Es poco ético de ella, pero está usando, chantaje emocional, el hecho de decir que tienen miedo, y al ser amado, para que acepten.
En la guerra, el amor y los XV todo se vale.
-Sera divertido mi hermoso borreguito- Dohko parece ahora encantado con la idea de bailar con su esposo.
-Pero… Habrá muchas personas- Eso es lo que el mayor teme.
-No pasa nada, existe una ley no dicha en los bailes de XV, si una pareja se cae, las demás deben hacerlo para que piensen que es parte de la coreografía, así que si algo así pasa no importa- Sonrió confiada -Además... Podemos repetir el momento, hasta que salga bien y nadie se dé cuenta- Se quedó pensativa –Mejor tratemos de evitarlo practicando mucho-
-¡¡¡VAMOS CUBITO!!!- Milo ya parece también fascinado con la idea, sujetándose del brazo al onceavo guardián.
-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Pero el peliaguamarino de inmediato sabe que no dará su brazo a torcer fácilmente -¡¡¡ME NIEGO ROTUNDAMENTE!!!-
-Por favor cubito- Escorpión, de inmediato abrazo a su novio, para tratar de convencerlo –Me gustaría bailar contigo, nunca lo hemos hecho- Sonrió tomándolo de la cintura y alcanzo su mano –Quisiera hacerlo enfrenté de todos, demostrando cuanto te amo, será muy divertido- Se comenzó a moverse junto a Camus guiándolo en un baile improvisado que el otro ni siquiera se dio cuenta.
-No, no, no quiero hacer ese tipo de cosas delante de personas que no conozco, será muy vergonzoso- Se comenzó a poner rojo de solo pensarlo.
-Eso es lo bueno de las vacaciones- Afrodita está sentado tan quitado de la pena, mirando el espectáculo como toda una diva.
Logro llamar la atención de todos, porque es raro que este tan callado últimamente.
-¿Qué?- Alzo sus brazos –Las vacaciones en lugares que nadie nos conozca, podemos hacer el ridículo y nadie lo recordara después y no volveremos a ver a esas personas- Enfatizó su punto de vista que de hecho es bastante cierto.
La Diosa, ladeo la cabeza –Tiene razón-
-¿Entonces Camus?- Milo sonríe de oreja a oreja.
-No lo sé- Bajo su mirada, pues esa sonrisa del peli cerúleo lo logra hacer caer en cualquier cosa.
-Pero…- El león dorado toma la palabra en esta ocasión -¿Cómo se supone que vamos a bailar delante de todos? Si se supone que son parejas de un hombre y una mujer y bueno…- Alzo sus brazos enfatizándose a sí mismo.
-De eso me ocupo yo- Poso su mano sobre el pecho –Solo utilizare mis poderes, para que cada persona ajena a esta casa o de su procedencia, los vea como chicas, será como si tuvieran un disfrazas solo ante los ojos de los demás, nosotros seguiremos viéndolos como lo que son- Su explicación parece sencilla, pero bastante rebuscada.
Al fin de cuenta los Dioses sí que pueden manipular muchas cosas a su antojo, si lo hacen algunos por motivo equivocados y egoístas, este podría calificar como un favor a otra persona.
¿Cae como milagro divino?
-Aioria, ¿Quieres hacer esto?- Capricornio llamo ahora a su novio, pues eso sí que no se lo esperaba.
Alzo los brazos –Podría ser divertido, y me gustaría aprender a bailar- Desvió su mirada algo sonrojado –Si bailo contigo, sería algo lindo… Creo…- Vemos que está haciendo un tipo de movimiento ahora que tiene al décimo guardián para él.