-¡¡¡¿HYOGA?!!!- Andrómeda siendo el primeo en reaccionar, asombrado y deseando ir detrás de ellos.
-No puede ser…- Niega con la cabeza, sabiendo de antemano que las cosas raras donde sea los persiguen -¿Por qué nunca tenemos días normales?- Suspira, para caminar rápido a lado del bronce.
-¿Esto ha pasado antes?- Algo impresionado por saber más de esta situación.
-Sí, muchas cosas peculiares pasan aquí…- Suspira, para dirigir su mirada al frente, localizando el lugar donde se han llevado a su prometido e hijo, dudando en no asesinara a nadie, pero sí que los congelara en cuanto pueda.
Comienzan a dar pasos rápidos, aunque Acuario debe tener más cuidado que nadie, pues evitar los charcos de aceite, ya que es algo que podría salvarlo de una caída y con su estado, podría incluso herir al bebe que lleva en su vientre.
Pero aun así con la mirada violeta que presenta unas ganas intensas de matar a esas personas que tocaron a quienes más quiere en esta vida.
Lamentablemente, los perdieron de vista, ya que estos entraron a un local, por lo cual sería solo un poco difícil encontrarlos, necesitando que estos activen su cosmos solo un poco, y así podrían ser encontrados por acuario y Andrómeda.
Sin embargo los secuestrados, en estos momentos se encuentran asombrados por el lugar donde se encuentran.
Un lugar oscuro, con vestuarios de dudosa procedencia y al fin logrando ver quienes los habían llevado hasta ese punto.
No era un espacio muy grande, hecho de madera en ciertas partes, con una pared detrás y delante se podía ver como una especie de cortina color vino… Apenas si se dieron cuenta de esto.
-¡¡¡¿DÓNDE ESTAMOS?!!!- El Cisne rápidamente cuestiona esto, frunciendo el ceño, ya habiéndose soltado del agarre de quienes los llevo allí.
-¡¡¡¿QUIÉN NOS TRAJO AQUÍ?!!!- El Escorpión también enojado, porque su cubito está solo, y manteniendo su brazo delante del rubio, lo va a proteger sin importar que pase. Aunque tiene en mente la idea de no matar o usar su cosmos, su propia fuerza sería suficiente.
-Oh, no se preocupen- Al fin una de las personas que los llevaron allí hablan –No les pasara nada malo-
-¡¡¡¿CÓMO QUE NADA MALO?!!! ¡¡¡¿SE LES HACE POCO TRAERNOS A MI HIJO Y A MÍ, CONTRA NUESTRA VOLUNTAD A ESTA ESTE LUGAR QUE NO SÉ QUÉ ES?!!! Y ¡¡¡¿DEJAR A MI CUBITO SOLO, ESPERANDO UN BEBE?!!!- Enojado el peli cerúleo, mirando al sujeto en cuestión en cuanto lo localizó.
-No se preocupen, solo será un momento- Sonríe algo coqueto, para acercarse al Griego –Necesitábamos a jóvenes así de guapos y de buena forma- Mira de arriba abajo a Milo-
La mirada de susto de parte del escorpión no se deja esperar, dando un paso hacia atrás, bastante incomodo –¡¡¡OYE, ME DA IGUAL LO QUE DIGAS, DÉJANOS IR O SI NO TE ROMPERÉ LA CARA!!!-
-¿Un hombre tan guapo como tú lo haría?- Pone una mirada compungida, intentando acercarse mas
-Si no tengo de otra- Niega con la cabeza y enfrenta el hombre que presenta también una buena complexión física, con ropas bastante reveladoras y mostrándose lubricado de aceite por todas partes –¡¡¡ADEMÁS, YO ESTOY COMPROMETIDO, Y ALÉJATE DE MÍ, QUE NI A LOS TALONES LE LLEGARÍAS A MI CUBITO!!!- Si no es Camus, cualquier cumplido lo toma como algo meramente grosero y vulgar.
-No te preocupes, no me interesas para eso- Sonríe, dándole la espalda al peli cerúleo –Solo queremos que nos hagas un favor-
-¿Un favor? ¡¡¡OYE, IDIOTA!!! ¡¡¡TÚ NOS ACABAS DE SECUESTRAR!!! ¡¡¡¿PIENSAS QUE TE VAMOS A AYUDAR?!!!- Enfureció el Cisne, ya que también se encuentra indignado que en este país es tan fácil secuestrar a alguien a plena luz del día, y haber dejado a su papá y novio solos.
-No fue secuestro- El hombre de cabellos negros, músculos pronunciados y semblante coqueto habla con una voz suave –Solo fue un préstamo de la calle-
-¿Un préstamo de la calle?- La mirada de escorpio esta contrariada, no entiende esto.
-¿Qué significa eso?- Susurra el rubio, ante la situación tan bizarra.
-No lo sé, la señorita…- Lo piensa antes de hablar –Daniela, no nos dijo algo así-
Sin más una segunda voz se presenta, como otro hombre de características similares al primero, salvo que sus cabellos son castaños y no lleva prenda en la parte superior.
-¿Ya están listos? Vamos a salir en unos minutos- Pregunta tranquilo, per su ceño se frunce al ver a padre e hijo –Salimos en poco tiempo y aún falta vestirlos y cubrirlos de aceite-
-Lo sé, pero no cooperan-
-Pues usa la fuerza-
-Buen, pero no me grites-
-¿Por qué no mejor los atacamos?- Susurra el rubio nuevamente, ahora más enojado por lo que dicen estos sujetos.
-No podemos usar el cosmos, regla básica para visitar México, no matar a su gente, o si no nos ira mal- Le devuelve el susurro, sin dejar de ver a los sujetos de forma precavida y tratando de proteger al Cisne.
-Además, el rubio resulta ser su hijo- Hace un berrinche por este resultado.
-Entonces si es menor de edad, no lo podemos usar…- Sonríe con una idea –Ponlo a vender dulces y listo-
Ambos caballeros no logran entender nada de lo que pasa, hasta que de nuevo se ven acorralados, intentaran luchar en esta ocasión sin matarlos, pero…
Durante la pelea, entre jalones, y rasgadas de ropa, mas por parte de ambos contra Milo, que de buenas a primeras termino con la playera hecha un desastre de hilos apenas sosteniéndose y lo bueno es que los pantalones no se perdieron.
Hyoga quiere ayudarlo, pero en cuestión de segundos, la situación está hecha…
-¡¡¡PADRE!!!- Habla impresionado por como quedo ahora al peli cerúleo, mirando feo a ambos sujetos, su cosmos se presenta con una helada que va en aumento.
Escorpio entra en impresión de terminar semidesnudo por estos sujetos que le desgarraron la ropa, y la emoción de ser nombrado padre por el rubio, esta entre feliz y enojado.
-Ahora solo…- Le arroja ese aceite especial que es para la clase de eventos, que no daña la piel, al contrario lo verían demasiado sexy algunas personas.