El silencio entre ambos jóvenes hombre se instala, no es incómodo, sino más bien de una gran carga emocional, donde la preocupación e incertidumbre se posiciona tan ferviente que se siente asfixiante.
Sin embargo… El de cabellos cobaltos, esta vez no puede huir, pues aunque lo desee, el querer salir e ignorar este sentimiento tan fuerte en su pecho, pero… No lo hará… No va a huir… Debe entender que es ahora o nunca para ser valiente y dar un pequeño paso que sin duda hará que su vida sea diferente, pero no para mal.
-No quiero alejarte…- Habla con un tono suave, bajando la mirada, es tímido en este punto… Apretando su mandíbula, no puede ver a los ojos al latino –Pero… No puedo quedarme a tu lado…-
Al principio, las primeras palabras fueron hermosas, pero rápidamente se volvieron acidas y duras, con lo que culmina el Géminis menor.
Desconcertando al más grande de altura.
Preocupado, sin pensarlo una lagrima traicionera cae por su mejilla izquierda, evidencia de su dolor -¿Por qué… No?-
En estos momentos desearía irse, pues no se siente capaz de seguir hablando, pero sus extremidades no le responden bien, aún está muy débil, y sin embargo sabe que debe proseguir a hablar si desea de verdad decir todo lo que guarda en su corazón.
-Yo hago mucho daño Aldebarán, más del que me gustaría…- Las lágrimas caen de esos ojos azulados oscuros, desviando la mirada, es demasiado duro traer a su mente esos instantes, en donde recuerda heridas en personas inocentes que él mismo provocó –Por esa razón… Deseo estar solo, si lo estoy…- Tiemblan sus manos, apretándolas con fuerza, dejando esa marca de agua en sus mejillas de nuevo –Si, lo estoy… Nadie saldría herido… Yo… No soy bueno para la convivencia…- Declara serio, con las evidencias saladas cayendo, mirando ahora al Brasileño.
-No me importa, si eres capaz de hacerle daño a alguien- Sera fuerte, se mantiene firme en estas convicciones con el peli cobalto, no piensa dar marcha atrás, ya sufrieron mucho tiempo por estas inseguridades, es hora de acabarlas –Puedes hacerme daño si quieres, pero… Ya no me alejes de ti, no me niegues el amarte… Por favor…- Es una súplica combinada con la determinación del segundo guardián.
Puede que sus palabras suenen algo preocupantes, pero… Igual las de Kanon son difíciles de tratar, con mucha más carga de lo que se pudiera predecir.
Niega con la cabeza rápidamente, cerrando sus ojos, mientras las gotas de sal resbalan, desesperado por lo que dice el contrario -¡¡¡NO!!! ¡¡YA NO QUIERO HACERTE DAÑO!!! ¡¡¡TE LASTIME MUCHO CON LO QUE DIJE, Y LO SIENTO… PERO ENTIÉNDEME… SI ESTAMOS JUNTOS, YO… NO SOY UNA BUENA COMPAÑÍA, YO…!!!- No sabe cómo continuar con sus plegarias, siente que no funcionaran ya para disuadir al otro.
-Me lastima más verte triste, herido, sólo…- Sus grandes manos van directamente a sujetar esas mejillas sonrojadas por el esfuerzo del llanto y del habla –Déjame estar a tu lado, pero… Pido, de verdad te ruego, que no solo como amigos…- Sonríe de forma triste, quiere transmitir más de lo que su ser siente, aunque sea un camino muy complejo y difícil.
-Alde, yo no creo ser capaz de ser pareja de nadie… Solo causo dolor…- Su rostro no se agacha, pero su mirada si baja, para no contemplar la contraria y poder hablar abiertamente –Herí mucho a mi hermano, cause que su locura tomara fuerza, mentí al ejercito de Poseidón, engañe a un Dios, esos compañeros… Me odian aun… Tuve que expiar mis pecados… Soportar mucho dolor, pero me lo merecía…- Aprieta su mandíbula, al igual que cierra sus ojos, dejando que una cascada caiga de sus orbes azuladas similar al tono Viridian –Yo no puedo ser feliz con nadie, porque… Yo debo sufrir para que todo el mal que hice, sea perdonado…-
Es difícil mantenerse firme ante esto, su corazón está muy dañado, por sí mismo, logro lastimar a muchos, eso no es una mentira, pero también debe entender que igual como causo problemas, los ha intentado solucionar a su manera, eso es algo que no muchos pueden decir.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO, KANON!!! ¡¡¡NADIE MERECE ESTAR SUFRIENDO DE POR VIDA!!!- Le desespera ver este sufrimiento en el gemelo menor, es que simplemente para el toro dorado, el hecho de haber tenido que sufrir tantos años en una soledad tan dura, tener que abrirse paso por sí mismo ante la sombra de su gemelo mayor, soportar ataques de amigos y enemigos… Ya fue suficiente para expiado sus pecados.
-¡¡¡TU NO LO ENTIENDES!!! ¡¡¡NO CREO SER MERECEDOR DE TU AMOR!!! ¡¡¡DE NADA BUENO EN ESTA VIDA!!!- Intenta alejarse como puede del agarre de Aldebarán, aunque sea un poco, pues sus fuerzas no están presentes y solo quiere mantenerse lejos -¡¡¡¿POR QUÉ CREES QUE AUNQUE ESTEMOS BIEN SAGA Y YO, NO PUEDO ESTAR CERCA DE ÉL?!!! ¡¡¡TEMO HERIRLO DE ALGUNA FORMA!!! ¡¡¡TENGO ILUSIÓN DE VER A MIS SOBRINOS, PERO… SERÉ UN PÉSIMO TÍO!!! ¡¡¡LES HARE TAMBIÉN DAÑO!!! ¡¡¡Y SI A TI… A TI TE VUELVO A LASTIMAR POR MIS ESTUPIDECES Y BOBERÍAS!!! ¡¡¡JAMÁS ME LO PERDONARÍA!!!-
Grita sin siquiera pensarlo, todo el pesar que lleva guardado, todos sus miedos y temores que están tan arraigado en su corazón que cuando salen, puede al fin tener algo de descanso.
Tauro, lo logra comprender… Después de todo no son tan diferentes…
En sí, es cierto… No ha luchado y sufrido como él… Kanon tiene un terrible pesar, que decidió ocultar entre bromas, chistes, peleas, y hacer pensar que realmente nada de esto le importa…
Que la vida es solo una broma y deseo de salir de los ejércitos… Lo puede ver, pues así lo ha estado llevando…
Pero es tiempo de que el peli cobalto entienda que no puede seguir viviendo de esa forma, que debe ayudarlo a entender que las cosas no siempre van a hacer así…
Que necesita dar como se dice coloquialmente, un salto de confianza… Y no precisamente a veces alejar a los demás, si no… Confiar en ti mismo, en que no siempre el mal va a reinar en tu corazón, o que serás imprudente en cometer algún pecado…