Un Pozo Sin Salida

CAPITULO DOS

Jano se fue a la fiesta que tenía sobre las 21:00, mientras nosotros tres nos quedamos en casa viendo una película. Sí, los tres, al final el novio de Peter no pudo venir a casa de Lisa por problemas familiares.

Nosotros estamos viendo Lemonade Mouth, mi pelicula favorita, y como ellos no la habían visto les dije de verla para que me dieran su opinión. De mientras, comemos palomitas y yo canto todas las canciones, aunque también hay que decir que se me escucha más a mí que a la película. 

La calle está oscura y silenciosa, aunque sabiendo que es lunes por la noche, es bastante entendible, las personas están descansando para mañana madrugar e ir a trabajar o a estudiar. 

Bebo del vaso de agua cuando acabo de cantar She’s so gone mientras me siento en el sofá ente Peter y Lisa. Es una de mis canciones favoritas de la película, mi “Top 3” es: Turn Up the music, Somebody y She’s so gone. 

Los actores se merecían ir de gira, les hubiera ido de maravilla. 

Los minutos van pasando y entonces se acaba la película, nos vamos a la habitación de Lisa mientras me agradecen por enseñarles semejante obra de arte, palabras literales. 

Nos dividimos para ponernos el pijama; yo me lo pongo rápidamente intentando que no se me vea nada y cuando estoy vestida me siento en la cama a esperar a que ellos terminen. 

Decidimos dormir en el sofá, porque se puede subir la parte de los pies y hacer una especie de cama, aparte que en la cama de Lisa no cabemos los tres, podrían pasar dos cosas, la primera cosa que podría pasar es que dormiríamos dos en la cama y uno en el suelo y la segunda es que dormiríamos como sardinas, pero en algún momento durante la noche alguno de los tres se caería de la cama.

Antes de dormir, sacamos más juegos para pasar el rato, porque somos los tres iguales y nos cuesta dormirnos. 

Durante todo el rato jugamos al Parchís, al UNO, al Monopoly… No sé cómo acabamos haciendo un Puzzle de Capitán América que tenía Jano guardado en su habitación. 

Pero bueno, las horas fueron pasando, Jano todavía no llegaba y nosotros tampoco podíamos dormirnos, por lo que decidimos poner cualquier cosa en la tele por si nuestros ojos se cerraban solos. 

Efectivamente, nos quedamos dormidos media hora después, pero en algún punto de la noche escuché ruidos, pero no le hice ningún caso porque estaba más dormida que despierta, por lo que me volví  a dormir, esta vez encogiéndome lo máximo posible, porque tenía frío, pero no podía taparme con nada. 

Solo sé que al día siguiente me despierto por la calor que tengo, segundos después me fijo en que la culpable es la manta que tengo hasta los hombros. 

Me destapo y me fijo en que seguimos los tres en el sofá, pero yo soy la única con manta, ellos dos siguen durmiendo tranquilamente. 

Miro la hora y me doy cuenta de que aún queda un buen rato para ir al instituto, pero igualmente decido quedarme despierta por si luego al final me quedo dormida. 

Voy un rato a la cocina a hacerme un Colacao para después sentarme en la mesa del comedor con mi desayuno mientras  miro el móvil, tengo un mensaje de mi madre diciéndome buenos días, así que le contesto el mensaje diciéndole lo mismo. 

Así pasan los minutos, hasta que noto movimiento en el sofá, es Lisa, que se está despertando. La miro mientras ella intenta adivinar donde está, una vez que se da cuenta, se vuelve a tumbar para dormirse otra vez. 

Niego con la cabeza intentando no reírme y vuelvo la vista a mi teléfono, me voy bebiendo mi Colacao poco a poco para no quemarme y una vez terminado voy a la cocina a lavar el vaso que he utilizado. 

El susto que me da al ver a una persona en la cocina no es normal, hasta que reconozco a la persona. A ver si adivinas quién es, porque con la suerte que tengo solo hay una persona con la cual me puedo encontrar en los momentos menos esperados. 

¡¡¡BINGO!!!

¿Cómo sabías que estaba Jano en la cocina? Ni que fuera tan obvio…

Él se gira a verme en cuanto nota movimiento de mi parte, me mira de arriba abajo y luego vuelve a hacer lo que esté haciendo.

Paso por detrás de él para poder lavar el vaso, pero todo sale mal cuando él se gira de golpe, ocasionando que los dos nos choquemos y que se me caiga el objeto de la mano. Miro los restos del vaso en el suelo y luego subo la mirada a Jano, quien está mirándome a mí. 

No quería romper el vaso - me excuso. 

Pues lo has roto

Sí, pero ha sido sin querer, iba a lavarlo y me has dado en la mano cuando te has girado, pero ahora lo limpio no te preocupes

Cuando voy a salir de la cocina me paro de golpe al darme cuenta de que no sé donde guardan la escoba y el recogedor. Me giro para preguntárselo y me encuentro con un Jano apoyado en la encimera mirándome directamente. 

No hace falta, ya lo recojo yo, ves a despertar a aquellos dos anda

Le hago caso para huir de él lo antes posible, me acerco al sofá donde todavía están Lisa y Peter durmiendo. Primero me acerco a Peter, que es el que me queda más cerca, lo zarandeo un poco mientras le digo que se vaya despertando y él me hace caso, le cuesta pero lo hace. 

Con Lisa no es igual, la zarandeo una vez, pero en vez de despertarse se gira hacia el lado contrario dándome la espalda, pero a mí no me importa i la sigo moviendo hasta que levanta un brazo hacia arriba en señal de rendición.

No la muevo más, pero ella no se fía y abre un ojo manteniendo el otro cerrado, suelta un suspiro mientras piensa <<¿ya es por la mañana?, joder, no me quiero levantar>>. 

Dirijo mi mirada a Peter que físicamente está sentado en el sofá, pero mentalmente sigue durmiendo, suelto una pequeña risa, me sentía representada por él. 

Más tarde, cuando ya estamos todos despiertos, nos terminamos de preparar y es entonces cuando nos dirigimos hacia el instituto.




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