Un puente a su mundo

Un momento para dos.

Nuriel apareció en un pueblo pequeño. Era el punto de tp mas cercano al páramo. Donde seguramente había muerto por dejar a su personaje solo. Los habitantes del lugar iban desde humanos hasta chaneques. Incluso había un orco por ahí aunque Nuriel no lo tenía a la vista. Todo eso lo había aprendido de Alex. Lo que la llevó a...
—Alex. Quizá deberíamos ir a practicar los otros elementos.
Esperó un momento, pero no recibió respuesta.
—Alex!
Nada.
—No puede ser.
Miró a su alrededor. El tipo que las había ayudado... Dos. La miraba como si estuviera loca.
—¿Qué pasa?
Preguntó. Nuriel, asustada por lo que podía estar pasando, lo agarro por su ropa. Era más alta que él y con más niveles. Lo levantó en el aire sin apenas esfuerzo y le reclamó.
—¿Dónde está Alex?
El tipo tenía una expresión de horror en la cara y levantaba las manos en señal de rendición. Nuriel lo sacudió con violencia y un letrero apareció en su campo de visión.
[Zona pacífica]
Nuriel lo soltó frustrada y Dos cayó al suelo sin habla.
—Sera mejor que me digas que pasó o te juro que lo lamentarás.
Amenazó. Dos seguía con su cara de idiota y se cubría con las manos intentando protegerse de la ira de Nuriel. Eso la ponía aún más enojada. Justo cuando se le acababa la paciencia una voz conocida le llegó a la cabeza.
«Nuriel. Soy Alex. Estás ahí?»
—Alex! —Estaba tan alterada que se olvidó de seleccionar el canal de susurro para responder. Alex. ¿Dónde estas?
«Nuriel, me escuchas. Responde por favor»
—¡Mierda!
Maldijo por el canal local. Luego se concentró. Siendo una Akuma, como había dicho ella misma, no necesitó usar una interfaz sino que simplemente se concentró en el objetivo y habló.
«Alex! Te escucho. ¿Dónde estás?»
«En la ciudad inicial. Nuriel, no tengo niveles. No puedo pelear.»
Nuriel no podía saber por el tono como se sentía Alex, pero aún así lo sintió. Estaba desesperada. Sabía que si la dejaba sola se pondría histérica. No se lo pensó más, ni siquiera le avisó a Dos. Simplemente pensó en el tp de la zona de inicio y fue hasta ella.
Cuando llegó Alex agarraba su cabeza con desesperación. Puso una mano en su hombro antes de hablarle, consciente del fallo de sonido en el juego. Alex levantó la mirada. Su nuevo pj era igual a la Alex terrenal. La miraba con esos ojos marrones. No estaba llorando pero sus pupilas brillaban cristalinas. Nuriel la abrazo, intentando tranquilizarla. Alex se dejó querer y soltó un sollozo en el pecho de Nuriel. Ella acarició su cabello distraída mente.
«Respira. Respira.»
Le susurró. Ella misma respiró profundamente, como dando un ejemplo. Alex se fue calmando poco a poco. Nuriel, llevada por la situación, besó su cabeza con ternura. Se quedaron así por un buen rato...

 

 




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