Alex y Nuriel pasaron cinco días del juego en el valle sangriento.
Por las noches los mobs a los que estaban cazando se escondían en unos agujeros medio ocultos por la hierba de cristal. Así que usaban esos momentos para que Nuriel practicara con las posturas. Usar los elementos básicos no le suponía ningún problema pero las posturas eran su perdición. Los tiempos de enfriamiento de cada habilidad, aunado a los de cada postura era demasiado para controlarlo en poco tiempo.
El primer día Alex alcanzó el nivel 15. No era gran cosa. Sobre todo por que el primer nivel le había costado solo matar uno de esos animales. En ese momento, al nivel 15, ya tenía la capacidad de aprender sus primeras seis habilidades. Nuriel actuó de mentora y con unos cuantos comandos le traspaso ese conocimiento básico. Desafortunada mente un jugador solo podía enseñarle a otro seis habilidades. Para el resto tendrían que buscar a los pnJ especializados en enseñar dichas habilidades.
Se enfrentaron activando un duelo para probar la capacidad de la Akuma. No podian hacerlo de otra manera pues estaban en una área libre de JCJ. Nuriel se opuso un poco al principio pues creyó que sería una pelea desigual. Alex le demostró que se equivocaba dando una cátedra de JCJ en la que mareo a Nuriel con ataques que apenas le hacían daño. Para la cuarta noche Alex ya había alcanzado el nivel 25 aunque seguía siendo débil pues el equipo que tenía era todo de nivel base. El que le había dado el juego al inicio.
Volvieron a enfrentarse. Ésta vez Nuriel casi ganó un par de veces pero siempre cancelaban el duelo antes de que matara a Alex. Ninguna de las dos tenían ganas de volver a recorrer el bosque.
Salieron del valle al finalizar la quinta noche. Frente a ellas había un pequeño río. Alex lo nombró como el río eje. Según ella, debido a que cruzaba el reino humano por la mitad. Del otro lado se encontraron con la banda de ladrones de la que había hablado Alex cinco días atrás.
Nuriel se despacho a seis rápidamente. Su control de las habilidades habían mejorado significativa mente. Cerbero cooperó con retener al primero que atacaron. Alex intentó matar a uno pero sus estadísticas simplemente no eran suficientes para la tarea. Pasó otro día del juego hasta que llegaron al segundo punto de Tp.
Estaba ubicado en un pequeño pueblo sin nombre. Justo donde comenzaba el bosque de la rivera. Estaba fortificado y sus habitantes pnj lo llamaban "el bastión" aunque apenas era un fortín como mucho. En "el bastión" Alex compró su primer equipo decente. Mejor dicho, Nuriel lo compró. No con los pnj pues todo el mundo sabe que esos objetos son de baja calidad.
Nuriel contactó con un jugador. Su nombre era GatoNoname. Un nombre curioso cuando menos. El tipo les vendió un set de nivel 20 que hacía parecer a Alex como una monja. Aunque al estiló RPG por supuesto. Todo muy ornamental.
—Si quieren mi opinión. —Dijo Gato cuando completaron la transacción—. Los bandidos son buena fuente de loot. No subirán mucho nivel, pero algo les dejará.
—Gracias. —Respondió Alex que ya tenía ese conocimiento—. Lo tomaremos en cuenta.
Se alejaron del tipo. Alex nunca había sido muy dada a entablar amistad con los jugadores comerciantes. Continuaron viajando a lomos de cerbero. Ésta vez atravesaron el bosque hasta la rivera del río de Malintzin y siguieron su cause. En su camino encontraron cangrejos gigantes, hombres pez y varias otras criaturas ribereñas. No tuvieron problemas al avanzar pues estos mobs eran, igual que los cerdos de cristal, neutrales.
Tardaron otros dos días del juego en llegar a un lago enorme del que no se podía ver una orilla desde la otra. Aunque eso podía deberse a las restricciones de Ayapán pues el lago estaba dividido en dos mapas.
—¿Tenemos que atravesar lo? —Preguntó Nuriel mientras desmontaba del huargo.
Alex asintió con la cabeza. siguió mirando el lago por un rato. Luego agregó.
—¿Quieres un poco más de lore?
—¿No deberíamos avanzar lo más rápido posible?
—Sera muy rápido. —Contestó Alex con una sonrisa pícara—. El imperio, del otro lado del río ah estado en guerra con el reino durante siglos. Quinientos años o algo así.
»En una ocasión intentaron invadir el reino cuando éste pasaba por una inestabilidad debido a una guerra interna. Cruzaron este lago con botes. Pero en el imperio no eran muy buenos construyendo. Cuando llegaron aquí, a unos cuantos metros de la costa, el ejército del reino los recibió con catapultas y escorpiones. Acabaron con ellos en un par de rondas. Una mujer que venía del otro lado les advirtió y el reino se preparó. Desde entonces este lago fue nombrado en su honor. Adivina como se llamaba.
Nuriel agitó la cabeza negativamente.
—Oh vamos, ni siquiera lo intentaste.
Nuriel se encogió de hombros. Alex suspiró derrotada.
—Malintzin. Este, igual que el río es el lago de Malintzin.
—¿Eso como nos ayudará a cruzar?
—Solo es un dato curioso, aguafiestas... ffuu... Invoca una mantarraya.
Nuriel asintió mientras Alex miraba el lago abatida. La Akuma ignoró eso y busco en los detalles del personaje por una mantarraya. Enseguida la trajo al mundo digital. Era una mantarraya como su nombre lo indicaba. Pero tenía un sistema respiratorio único. Al frente varios orificios enormes recogían aire en cantidades absurdas. Ese aire luego lo expulsaba por la parte inferior de su cuerpo y por detrás. Así se mantenía levitando unos centímetros sobre el suelo.
La montura era de un color gris piedra y tenía varías antenas y bigotes alrededor de lo que podríamos llamar su cara. Ambas se montaron en la criatura y siguieron su camino. Aunque, ¿se le puede llamar camino a cruzar un lago?
Tardaron un día más en eso. No se acercaron al puerto ni pasaron al castillo que cuidaba del paso entre el lago y el bosque de zeltos porque no tenían nada que hacer ahí. Del otro lado del lago los esperaba otro puerto. Alex se refirió a él como Puerto azul. Nuriel señaló la falta de ingenio a la hora de nombrar lugares. Tampoco lo visitaron, sino que siguieron de largo.
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Editado: 26.07.2021