8. Un Resfriado y un Naranjo
Frio ... mucho frio
Al llegar hasta el apartamento, titiritábamos del frio y para añadir mas drama a nuestra situación, el temporal arreció más y con el paso de los minutos los truenos fueron evidentes. Me quedo quieta para asimilar el cambio de temperatura; caigo en cuenta que mis pies me llevaron de forma inconsciente hacia Sergio.
Viene a mi mente sus palabras "Me tienes a mi Constanza ... a mí me importas y mucho" sonrió para mi y lo veo caminar de forma apresurada por la estancia, trae toallas, nuestras miradas conectan y siento el peso en las mejillas de estar sonriendo un largo rato
- ¿No tienes frio Constanza? – asiento –
- Si tengo, pero mi cuerpo está acostumbrado a él – bufa y me señala su habitación –
- Yo odio el frio ... te prepare el baño de mi habitación – lo miro extrañada – el agua sale más caliente
- Yo puedo bañarme en mi habitación – niega –
- No Constanza ... entremos y te darás cuenta porque te digo que no
Lo sigo hasta su habitación, al entrar me doy cuenta de que es enorme, parece un apartamento, tiene un vestier que solamente había visto en películas, me señala el baño y es otro mundo, totalmente enchapado en una cerámica lujosísima, el mobiliario en un tono blanco casi inmaculado y abre una puerta a un lado del baño y tiene una bañera que caben dos personas y esta humeante y con olor a esencias de flores
- ¿Me encantaría saber que esta pasando por tu mente? – escucho su voz y lo volteo a ver –
- Que me daría dolor hacer el "2" en este baño – siento que se carcajea –
- Loquilla ... entra en la bañera y quédate ahí hasta que entres en calor – trato de replicar y me hace señas que me quede callada – no quiero un "No" por respuesta
- No he dicho nada – asiente –
- En la cama hay una toalla y ropa mía, que te abrigara bien – se da medio vuelta y carraspeo y se voltea –
- ¿Y tú? Porque... – me interrumpe y se sonríe –
- En la sala hay un baño de invitados, ahí me bañaré – toma su cambio de ropa y sale de la habitación –
Con mayor libertad observo toda la habitación, es muy varonil y su perfume esta impregnado en ella; me centro en la bañera y se sienta el calor y el olor deliciosa que desprende, sin dar mas vueltas me quito la ropa y visualmente ubico un canasto y voy hasta allá y coloco la ropa mojada ahí, me regreso hacia la bañera y primero meto la mano para saber a que temperatura está y al hacerlo siento que está en la temperatura ideal.
Mis músculos se contraen al entrar en contacto con el agua caliente, las esencias florales entran en contacto conmigo y hacen un efecto narcotizante; nunca me había sentido tan cómoda en mi vida, el agua me cubre hasta mis pechos y me doy la libertad de levantar mis piernas y ver los moretones que tengo, unos ya desapareciendo y otros nuevos, decido no atormentarme y me declino por gozarme este baño en la bañera.
Había perdido la noción del tiempo, no sabia que hora era, salgo de la habitación de Sergio cargando el canasto con la ropa mojada y dejando todo en la medida de lo posible, arreglado y acomodado. Al salir siento el sonido del televisor, la tormenta había cedido, camino hasta que me topo con Sergio sentado con una taza de café viendo televisión, al sentir mi presencia se enfoca en mi y se sonríe
- ¿Qué tal? – le señalo el canasto, lo llevo hasta la lavadora, me devuelvo y siento al lado de él –
- Siempre pensé que una bañera era algo banal, que los ricos lo tenían por lujo, pero hoy me he dado cuenta, que no es banal, mas estando en una ciudad como esta tan fría
- Para redondear la idea ... te gusto el baño en la bañera – asiento –
- ¡Total! ... ¿de dónde sacaste las esencias?
- Pues la señora que me hacia el aseo las trajo cuando me vine a vivir aqui, ella me insinuó que esas esencias les gustarían a las chicas que "traería" aquí
- Esa señora ve mucha novela ...
- Así parece, nunca las utilice hasta hoy ... contigo – se levanta y me trae una taza de café -
Me quedo en silencio, una parte de mi subconsciente me dice que Sergio está coqueteando conmigo y la otra me dice lo ilusa que soy por medio pensar lo primero. Así que el resto de la noche me dedico a observarlo y verlo interactuar conmigo y algo estaba claro, él es un hombre caballeroso, respetuoso, atento, pero ahora esas cualidades se habían aumentado, sonreían con mas facilidad y la verdad le lucia mucho.
No quiero que mi mente se vaya por ese lado, simplemente porque no quiero fantasear con una vida después de los 4 meses, porque no llegaré a un 5to mes y menos con él.
Cenamos lo que Sergio había cocinado en el almuerzo y para ser completamente sinceros le había quedado delicioso, una sopa de verduras, pechuga asada, arroz y jugo de naranja; el arroz un poco duro, pero en términos generales es buen alumno.
Después de elogiar su comida y de ver un poco de televisión con él, cada uno se fue hacia su habitación, al llegar a la mía y acostarme en la cama, todo lo que había pasado en el día llego a mi mente como un torrencial aguacero.
Siempre supe la clase de familia que tengo, pero siempre vamos a excusarlos hasta con nosotros mismos; no hay nada más anhelante que tener una familia presente, que te quiera y valore el hecho que se pertenezcan, pero a mi me toco la peor y lo que mas me sorprende es que alguien ajeno a mi familia está comportándose como tal, tomando un rol tan significativo, que a veces quisieras tener mas tiempo.
La mañana nos sorprende con un sol brillante a lo alto, me levanto con energías, trato de evadir el leve mareo que tengo esta mañana, voy directo hacia el baño, me aseo y salgo, no sin antes mirarme al espejo, visualmente no me gusta lo que veo, noto que mi cabello esta mas opaco, sin vida, veo líneas de plata que surcan entre todo el cabello, me horrorizo al ver que son ... canas