La princesa Erany sintiéndose mejor decide ir en busca del hombre que tiene su corazón. No comprende cómo es que alguien como él lo pueda tener, ella asegura que lo robo, que de alguna manera equivocada se encuentra en su posesión.
—Mil veces hubiera preferido a un orco o aun duende que a ese hombre humano sin nada de especial —El general Roth blanquea lo ojos ha tenido que escucharla a todo momento quejarse y lamentarse, está más que seguro que su disconformidad radica en que esta persona no le rindió pleitesía y no se rindió ante ella como está acostumbrada a que pase inmediatamente de que la conocen, muy al contrario, la trato como una niña molestosa y la dejo plantada—, me niego a que ese humano sea lo que mi corazón quiera —la princesa camina en círculos por la alcoba, se aprecia alterada y al general Roth ya le está provocando ansiedad, de pronto se detiene mostrando una expresión decidida— tenemos que quitárselo.
—No estamos aún convencidos de que su corazón no lo haya elegido cómo su verdadero amor y recuerde que anoche inicio el ciclo de luna nueva, solo nos quedan pocos días para que pueda desposarse, aunque creo incluso que tiene menos tiempo que eso, anoche se puso muy mal, la falta de su corazón ya está haciendo estragos.
—No pienso dejar que ese humano me despose, el plan es quitárselo, realizarle un nuevo encantamiento, lanzarlo por el portal y esperar que esta vez caiga en las manos de mi verdadero amor, porque estoy segura de que ese que lo tiene ahora no lo es.
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Jack Storm, está feliz porque el trato con Elliot Bob al final resultó ser un éxito. Que súper amuleto de la buena suerte ha resultado ser su roca, se recarga en su silla de oficina echando la cabeza hacia atrás, sintiendo que nada en ese momento puede perturbar su felicidad.
—Señor Storm, hay una mujer en la recepción que quiere verlo. —Su asistente lo interrumpe apenada.
—No tengo tiempo de atender a nadie Celina, ya se lo había dicho antes que no quería que nadie me molestara.
—Lo siento señor, pero es que esta mujer en realidad no ha entendido razones y ahora está armando un buen relajo.
—Y los de seguridad ¿por qué no la echan?
—Ya lo intentaron, pero ella viene acompañada de un hombre que realmente intimida a todos y no ha permitido que nadie se les acerque.
—¡Qué carajos!
—Señor, con todo respeto, creo que sería mejor que la atendiera, vea que quiere antes de que siga importunando a nuestros clientes.
—¡Santo Dios! ¿se puede creer que alguien venga a mi empresa a hacer lo que quiera?... está bien, hazla pasar, veré que demonios quiere y la echare de aquí como se lo merece y como debieron hacer todos ustedes. —Celina no tarda en salir de la oficina y regresar con la visitante inesperada.
—… ¡¿Tú?! —exclama sorprendido levantándose de su silla—, aparte de bruja y loca ¿ahora también eres acosadora?
—Aun no me regresas lo que me pertenece.
—Si vienes por esto —toma en un puño el dije de piedra el cual no le piensa dar por nada del mundo—, ya te dije que no te lo daré. Ahora fuera de aquí antes de que llame a los de seguridad y haga que te echen.
—Ya lo intentaron, pero el general Roth es muy bueno persuadiendo.
—¡Pero ¿quién diablos te crees?!
—La dueña de ese corazón, y si no me lo entregas por las buenas será por las malas.
—¿Cuál corazón? Esto solo es una piedra —de pronto Jack cree saber lo que está pasando— ¡oh, entiendo! has estado hablando en sentido figurativo, lo que en realidad estás haciendo es intentar llamar mi atención, de alguna manera te has dejado llevar por toda la publicidad que me hacen lo medios y que me hacen resaltar como un excelente partido, un hombre de éxito, millonario, atractivo, seductor y carismático, crees que soy como ese príncipe azul con el que sueñan ustedes las mujeres, pero qué crees, no lo soy.
—¡¿Qué?! —ahora es el turno de la princesa Erany verse demasiado asombrada—, ¿está loco? ¡usted de príncipe tiene lo de un orco!
—Sé que puedes creer que estas perdidamente enamorada y loca por mí, que te he robado el corazón, pero necesito que comprendas que son solo ilusiones pasajeras las que te has formado en tu cabeza, niña, yo no tengo tu corazón.
—Pero es que si lo tiene —eleva la voz —, seguramente por un error garrafal, pero ahora pende en su cuello.
—¿Sigues insistiendo por esta piedra? Si te pertenece, dime ¿dónde la perdiste?
—Me fue arrancado del pecho por mi padre, después que le hizo un encantamiento para que encontrara a su verdadero amor y lo lanzo por un portal al universo y vino a dar a este mundo, y no sé porque razón ahora lo tienes tú, se supone que iría a parar a manos de la persona que llegase a amar, con el cual me desposaré y después de eso me convertiré en la bruja más poderosa de mi reino, combatiré al demonio de Yorkshary y acabare con todo su reinado de terror que por miles de años ha azotado a brujas, hadas, orcos y elfos, en el futuro gobernaré Weiller al lado del que será mi esposo y mi rey, y seremos felices para siempre.
—¡Jajaja! —Jack, obvio se dobla de risa— ¡Jajaja! hay chiquilla, cada que tenemos un encuentro haces que este sea más divertido ¿Cómo haces para tener tantas puntadas? —Ella lo ve irritada.