La princesa se aleja de Jack, cansada de luchar con su tonto corazón, se coloca nuevamente frente a él, irritada con otro movimiento de mano donde sus dedos chispean luces lo despierta y lo vuelve a la realidad. Este ni siquiera se ha percatado de que algo extraño ha pasado.
—Y bien ¿no me vas a responder a que te refieres “a las malas”? —continua Jack donde se ha quedado su conversación con ella.
—Está bien, mi corazón te ha elegido, dejare que me desposes, dejare que te conviertas en el rey de mi reino. Aunque no creo que estés preparado para recibir mis poderes y puedas dominar la magia que te otorgue. Tendré que hablar con las siete brujas madres para ver si nos podemos saltar ese pequeño requisito.
—¡Dios mío! Cada que hablas no sé si en verdad lo haces en serio, pareces tan segura de eso al hablarlo, que por poco me haces creer que sí, luego me doy cuenta de los disparates que dices y termino por confirmar que estas recontra loca.
—¿Es que no me has creído nada de lo que te he dicho?
—Claro que no, dices puras locuras ¿o te han enviado mi madre y mi abuela? seguro que sí, me están gastando una broma solo porque dije que nunca me iba a casar y ahora de la nada me dice una bruja, loca, demente, acosadora que su corazón me ha elegido y la tengo que desposar. —Ambos son interrumpidos por el general Roth que ha ingresado a la oficina de Jack, se nota alarmado.
—Princesa Erany, debemos marcharnos lo antes posible al reino de Weiller.
—¿Qué pasa general Roth? —detrás de él ingresa Benet, una bruja guerrera y el amor de Roth y Erany se sorprende aún más. La mujer responde por el general, pero antes realiza una inclinación de cabeza al estar frente a su princesa.
—Princesa Erany, su padre me ha enviado, espera que haya encontrado su corazón y a la persona que este haya elegido, y espera que parta lo antes posible al reino.
—¿Qué ha pasado en el reino, Benet?
—En el momento que partieron, el rey Yorkshary se presentó en nuestras fronteras, pidiendo tener una conversación con usted y de no hacerlo desataría la guerra al reino de Weiller ya que lo consideraría un desaire. El rey Braco y todos los demás brujos tenemos días lidiando una batalla con esos demonios, pero ya no podremos resistir más, sus armas aún son más poderosas que hace cinco años. Los necesitamos.
—¡Maldito! Hizo a propósito lo de dar el plazo del ciclo lunar, esperaba que me marchara y conmigo me llevara a los guerreros más fuertes del reino. Hemos caído en una trampa. General Roth debemos volver.
—¿Qué carajos es todo este circo que están armando aquí? —Jack se muestra molesto, para broma esto ya había tomado desproporciones inmensas.
—Y general Roth, traiga a este hombre, lo llevaremos con nosotros.
—Hey niña, que yo no iré con ustedes a ningún lado. —Jack asegura, y Erany lo enfrenta con decisión, no está para seguir perdiendo el tiempo.
—Claro que lo harás, no me quisiste dar mi corazón cuando te lo pedí de buena manera, ahora has quedado atado a mí, aunque no queramos nos convertiremos en esposos, es necesario porque debo transformarme en una bruja poderosa y temida, y acabar con Yorkshary quien es estos momentos ataca mi reino —se vuelve a la bruja guerrera—. Estamos listos Benet, abre el portal y envíanos a casa.
Benet, realiza un acto de magia con sus manos y al momento se abre un portal en la oficina de Jack. Este no da crédito a lo que ve, ¿Cómo es eso posible? Su madre y su abuela sí que en esta ocasión se pasaron, ahora hasta ilusionistas contrataron. Pero se queda pasmado cuando las dos mujeres atraviesan el hoyo negro formado en su oficina y desaparecen. De pronto es tomado por el brazo por el general Roth y sin tener la menor oportunidad de escape es arrastrado por el hombre al mismo agujero negro, que al ingresar todo se vuelve en un silencio abrumador y en una absoluta obscuridad, solo por unos escasos minutos, ya que después una luz cegadora lo hace cerrar los ojos para evitar que la luz lo lastime. Y cuando los vuelve a abrir ya no está en su oficina, ahora se encuentra en una gran sala de altas columna, arcos y ventanales enormes, una sala al estilo barroco.
—¡¿Qué carajos?! ¿Qué es este lugar? ¿dónde estamos? ¿cómo vinimos a parar aquí? ¡contesta una de mis malditas preguntas! —se dirige alterado a la princesa Erany, quien lo ve calma, mientras Jack piensa que se ha vuelto loco. Pero es ignorado porque en ese momento ingresan a la sala un grupo grande de personas, el hombre al frente porta una capa de rey y una corona.
—Hija mía, ya estás aquí —el rey Braco abraza con efusividad a su hija nada más verla y ella se funde en ese abrazo con él, feliz de verlo con vida, por un momento pensó que algo malo pudo haberle ocurrido con Roth y ella fuera del reino —. ¿Encontraste tu corazón y al dueño de tu amor?
—Sí, encontré mi corazón, ese hombre lo porta. Es necesario padre que me cases inmediatamente con él para que pueda ir con las siete brujas madres y me den su poder.
—Tranquila hija, antes preséntame al que será mi yerno. —Y el rey Braco dirige la mirada a Jack y lo aprecia de la cabeza a los pies, gustándole lo que ve, el hombre tiene porte y autoridad, y no se ve mayor de los treinta años, será un buen rey de Weiller en un futuro, profetiza.
—Padre, él es… —y entonces la princesa Erany se da cuenta que no conoce el nombre del quien su corazón ha elegido. —¿Cómo te llamas? —se dirige a Jack, su padre blanquea los ojos.