Capítulo 4
¿Que estoy haciendo en esta habitación blanca?
No hay salida.
- ¿en donde estoy?
Escucho a niños jugar, volteo... ¡Dios! Esto si que es imposible.
-¡MAMI!- gritan los 3 al unisonó, son niños de tal vez unos 3 años.
-¿Mami?- digo extrañada-¿me hablan a mí?
-Si, mami a ti- dice una niña de ojos azules relucientes, cabello rizado y castaño- estoy jugando con mis hermanitos antes de irme.
-Así es mami, nuestro amigo nos ha contado de que debe irse pero siempre nos vendrá a visitar aunque no la veamos seguido...- dice un niño con los ojos azules, algo tristes y cabello negro cenizo.
-¿Como así que te vas cariño?- le digo arrodillándome para estar a la altura de los tres.
-Si mami, Altaír tiene que irse. No es tu culpa, solo que ella debe estar con nuestro amigo, dijo que es mejor así- dice la otra niña con los ojos color celeste con gris con el cabello castaño oscuro, rizado.
-Cariño no puedes dejar nos, tienes que jugar mucho más con tus hermanos y conmigo. Tu papi tiene que ver cuan hermosos son tus ojos -le digo con los ojos cristalizados.
-Mami no llores... mi amigo me explicó que seré su ángel, de ti, de papá y de mis hermanitos.-dice poniendo una de sus manos sobre mi mejilla mirándome a los ojos- Yo también te amo mamá. Está tranquila que todo va a estar bien contigo y mis hermanitos.
-Y yo a ti, mi Altaír - digo y le doy un beso en la mejilla y la abrazo fuertemente mientras que sus hermanos se unen en el mismo abrazo- Los amo a los tres- digo llorando.
-Me tengo que ir mami, ya es hora ustedes tienen que regresar con mi papi - dice y nos suelta- dile a nana que no los consiente mucho porque sino Hildegart y Nate serán unos malcriados -dice viéndolos a los dos mientras ellos solo se encogen de hombros.
-Te amamos mucho- grita Nate mientras ella corre hacia el otro extremo.
-¡También los amo, los cuidare!- grita...
(...)
Abro los ojos lentamente -la luz tan blanca me resulta ofensiva para la vista- siento un aroma a medicina, vuelvo a cerrar los ojos y recuerdo todo lo que pasó en casa y en el camino, siento húmedos mis ojos y lo vuelvo a abrir, veo a mi nana sentada junto a mí, mientras que de mis ojos solo salen lagrimas.
-Hija, todo esta bien - dice con un tono suave y tranquilo.
-Nana iba a tener trillizos, Altaír se despidió de mí - le digo entre sollozos.
-Mi niña si es así, perdiste un bebé pero no nos dijeron el sexo de el- dice frunciendo el ceño y desconcertada.
-Nana, llama a Kendal por favor- ella asiente.
-Lo voy a llamar si me prometes calmarte- se levanta de la silla- iré a traerlo, pero yo no regresaré con él; son las indicaciones que nos dio el doctor.- sale por la puerta y me voltea a ver de nuevo y yo asiento lentamente.
Ese sueño fue tan real. Yo sentí el calor de mis tres niños.
Altaír me vas hacer falta y a tus hermanos también pero se que desde donde estarás nos cuidaras. Aunque el hecho de que no haya perdido a los tres me hace sentir feliz y me da una tranquilidad única.
Veo la sombra de un hombre alto entrar por la puerta, al aclarar la vista pude ver a mi amado.
-Kendal, mi amor...- lo miro con lágrimas en los ojos y llora junto conmigo.
-Muñeca, pensé... que de verdad te perdía.- se sienta a mi lado.
-no sabes el miedo que recorrió mi cuerpo- me ve a los ojos.
-tu no despertabas y nana no regresaba. - comienza hiperventilar
-me estaba volviendo loco.-me toma de la mano y me ve a los ojos acto seguido lo beso.
En sus labios me siento tan segura.
-Mi Kendal - digo sobre sus labios.
-nosotros estamos bien, puedes estar tranquilo- me separo de sus labios aun con nuestras frentes unidas, veo que tiene los ojos cerrados y está tratando de respirar normal.
-mi nana me dijo que el doctor les dijo sobre el bebe, ¿puedes explicarme?- le pregunto.
-Nos dijo que la doctora, según tu expediente, nunca descubrió que eran tres a lugar de dos y que por no haber tomado la medidas necesarias, tu cuerpo no resistió y por eso tuviste la amenaza de aborto - dice separándose y al fin abre los ojos, puedo percibir que la ha pasado mal porque sus ojos azules se ven irritados y más oscuros.
-Bueno mi amor, puedes acostarte junto a mí te voy a contar algo que te dejará atónito tanto como a mí.- la camilla que está pegada a la pared, sedo lugar en la orilla de la misma- sin caerte por favor- nos reímos y se acuesta a mi lado.
-¿Que cosa es mi amor?- me voltea a ver y unimos de nuevo nuestras frentes.
-Puedes decirme ¿qué nombre te gusta para la nena?- su ojos azules se cristalizan y me ve enternecido.
-Me gusta mucho Altaír, ese nombre es igual de raro que el tuyo y el mío.- esboza una sonrisa y le sale una lágrima.- ¿Por qué lo preguntas corazón?-
-Los soñé a los tres, mientras estuve inconsciente- unas lagrimas salen de mis ojos. Él las limpia suavemente con sus dedos- los trillizos eran dos niñas un niño, él se parecía mucho a ti y las niñas a mí- hago una pausa y observo su rostro, está tan desconcertado como lo estaba nana cuando le dije Altaír- tenían los ojos azules como tu, ellos se llaman Altaír, Hildegart y Nate.- me ve y veo que llora con más intensidad.
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Editado: 01.11.2018