Una Copa de Vino

CAPÍTULO 6

Capítulo 6

Luego de la fabulosa aparición de Marissa y la magnifica llamada me siento de mejor humor. Y me ha dado un apetito feroz el hablar del almuerzo de mañana con ella.

Y quiero bajar a la cocina, pero nana no me deja según porque el doctor le dio las indicaciones de que no podía hacer mucho esfuerzos, pero realmente me siento mucho mejor y ya me canse de no bajar de mi habitación, y no salir ni a la sala que tenemos en el segundo nivel. Realmente me molesta que me traten como si me fuese a morir; no es así Sólo estoy embarazada de dos hermosos bebés, el riesgo ya paso. Así que bajaré sin avisarle; porque si le aviso me dirá qué me traerá las cosas a la habitación y no quiero eso en verdad.

....

¡Aquí vamos!

Estoy tratando de caminar lo más lento que puedo; aunque no me duele debo de admitir que si me da miedo, no es la misma distancia que caminar de la cama al baño.

Al salir de mi habitación volteo a ver a todas las direcciones para que ni la muchacha que hace el servicio me vea y también para no encontrarme con Nana.

Quien me viera en este momento diría que soy una niña haciendo una travesura, Paso frente al espejo del pasillo está justo enfrente de las escaleras y veo una sombra más grande que yo...

-¡Dios! Kendal, ¿hace cuanto ¡regresaste!?- llevo una de mis manos a mi pecho tratando de controlar mi respiración, siempre sigo apoyada a la pared con la otra; él solo me ve y sonríe.

-Mi amor- él también susurra- estaba subiendo cuando pude ver que saliste, ¿a donde te crees que vas?- me observa divertido- Sabes que no debes salir de la habitación.-explica.

-Cielo, primero salúdame como debe ser- reclamé, nos acercamos y nos damos un corto pero dulce beso- Ahora si- Esbozo una sonrisa, me hace feliz verlo.- Iba a la cocina, estoy harta de que tú y Nana no me dejen ni ir al baño sola -hago un puchero- estoy empezando a odiar nuestra habitación- él alza una ceja.

-No la odies, allí es donde tu y yo pasamos horas durmiendo y mira como nos gusta hacerlo- utilizo un tono sarcástico, obvio no se refiere a dormir.

-Es cierto como voy a odiarla, tu te haz caído tantas veces de esa cama- su expresión cambió totalmente y a mí solo me causa gracia.-Cambia esa cara- dejo de apoyarme en la pared y me toma por la cintura que es cuatro veces más grande de lo normal y me ve a los ojos, desvío la mirada al espejo y analizo esa imagen.

- ¿Te gusta como nos vemos?- Él no deja de verme y yo lo veo a través del espejo y asiento.

El está vestido con su traje color gris, corbata corintia con zapatos a juego con su corbata y un reloj que le regale para nuestro aniversario, se ve tan guapo. Yo llevo el pelo al natural suelto que cae más abajo de mi espalda, un vestido beige sandalias a juego y maquillada con colores beige y dorados.

-Me encanta como nos vemos los cuatro.- digo y sonreímos- dame tu móvil, está será nuestra primera fotografía juntos- él sonríe y con una mano saca de su bolsillo el móvil sin dejar de verme, me lo da y me meto a la aplicación de cámara.- Ahora no te muevas y no vayas hacer caras raras.- a él le da más gracia y sonríe dejando ver su perfecta dentadura. El sonido de la cámara da aviso que ya sacó la foto y solo me volteo a verlo y le doy un tierno beso en los labios y sacó otra fotografía.

-Este será uno de mis mejores recuerdos - dice sobre mis labios y esbozo una sonrisa, pega su frente a la mía, cierro los ojos y sacó otra fotografía.

-Esto significa que todo lo que ha pasado es real y por más triste o alegre que haya sido; aún estamos aquí de pie siendo la fortaleza del otro- hago una pausa y abro los ojos él me observa, sus ojos azules tiene un brillo único.-Te amo, los amo a los tres.- bloqueo el celular y lo meto en su bolsillo.

-De verdad no sé qué es lo que hice para merecerte, pero sea como sea doy gracias de que tu seas mi compañera de vida y seas la madre de mis Hijos, Lissel- su agarre se vuelve un poco más fuerte- Te amo,  a ti y a mis niños.- le vuelvo a dar un beso, de esos que dan a explicar todo lo que no puedes decir con palabras, esos que tienen más valor que cualquier otra cosa, esos que sin duda dejará claro que yo me siento igual que él, nos separamos por falta de aire.

-Tu has sentido que los bebés se empezaron a mover como locos- dice Kendal, el doctor dijo que ellos sentían todo lo que yo, pero no pensé que fuese tan literal.

-Es su forma de expresarse, ellos también nos aman- nos sonreímos y él acaricia mi gran estómago, no puedo creer que cada día es más grande.

-Los amo a los tres.- se agacha y me da un beso- has sentido se movieron- dice con la sonrisa más grande que le haya visto en el día, solo asiento y hago una mueca uno de ellos se metió en una de mis costillas. Es decir de tanto que se mueven según el doctor me dijo que era o uno de sus pies o un brazo así que...

-Dios mío- Suelto el aire que tenia en mis pulmones.-no de nuevo- acaricio mi costado-muévanse de nuevo, me duele y a ustedes también- Kendal me ve preocupado.

-¿Qué pasa?- susurra.

-Uno de ellos se metió en mis costillas- se queda perplejo.- ya se moverán, vamos a la cocina tengo hambre, luego me envías la fotos- él asiente y camina conmigo bajamos las gradas y nana solo me ve con el ceño fruncido.



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En el texto hay: amor correspondido, dolor, amor tristeza

Editado: 01.11.2018

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