Una Copa de Vino

CAPÍTULO 13

Capítulo 13

LISSEL – a ella se le cristalizan los ojos y se abalanza sobre mi- mi amor, ¡NO! ¡¡MAMÁ, PAPÁ, AYUDA!!- La sujeto con todas mis fuerzas y de reojo veo las sillitas, los niños están bien, llorando pero ilesos.

-Dios, ¿que fue eso?- dice mi madre saliendo con tranquilidad de la casa.- ¡DIOS MIO!

-Lleven a los niños dentro y llamen una ambulancia.- volteo a verlos de reojo.- Tu no me vas a dejar- de dónde salió todo esto.

Ella cierra los ojos, su respiración es lenta y cautelosa.

La mujer de mi vida esta en mis brazos, de las mil y un formas de las cuales ella puede estar en mis brazos esta seria en la ultima que hubiese pensado.
El disparo fue directamente para ella. Esto estuvo más que planeado, de eso no hay duda alguna.

-Kendal- susurra.

-No te esfuerces- acaricio su rostro- la ambulancia no tardara en llegar, mi vida.

-Te amo - su respiración es más irregular, aún- cuida de nuestros niños, trata la manera de ser feliz.- recuerda siempre, siempre- toma aire- que estoy loca por ti.

-Vamos amor no digas eso, tú acabas de cumplir nuestro sueño, somos padres, somos una familia feliz y hemos vivido hasta ahora de la manera en la que se nos ha permitido- sollozo- ¡¡tu no me puedes dejar!!! tu no me puedes dejar solo, no ves que no consigo la vida sin ti- la abrazo presionando su herida en el estómago.- no voy a dejar que me abandones- ella me ve ya llorando y más pálida de lo que debería.

-Te amo, no lo olvides- respira con pesadez- me duele sabes- esboza una sonrisa- ahora solo quiero que me beses y me des el mejor momento.- levanta lentamente sus manos, acaricia mi rostro y me acerco.

Le doy un beso dulce, nuestros labios encajan a la perfección, como si ella fuera hecha a la medida para mí. Ella sigue el beso de una manera tan lenta que cuando se separa de mi siento que me falta el aire.
Y en ese mismo momento se estaciona la policía y la ambulancia frente la casa.

-TE AMO- dice lentamente- Cuida de mis hijos y busca siempre tu felicidad, ¿si?

-no te despidas de mi... no lo hagas mi amor- ella me sonríe y vuelve acercar mi rostro, me da un suave beso y cierra sus ojos. –¡¡Dios!! ¡¡MI MUÑECA!!- Los paramédicos se acercan- mi vida yo también te amo- digo abrazándola atrayendo su cuerpo inerte hacia mí -¡¡ayúdenme!!-gritó escandalizado- ella no puede morir- les exijo a los hombres que se mueven rápido para arrebatarmela de los brazos.

-Nana- grito- entrando por la puerta, todas están llorando, nana se acerca.

-Querido ella se pondrá- duda un instante- bien, yo lo sé.- yo solo niego con la cabeza.

-¿En donde están Hil y Nate?- la euforia que recorre mi cuerpo es inevitable.

-Acá- dice mi suegra con los ojos llorosos- André préstale una camisa a Kendal por favor, no resisto verle- yo me veo en un espejo que tienen, Dios es la sangre de mi amada la que me escurre en la camisa.

¡ESTO SI ES REAL! 

 

La estoy perdiendo...

 

-Nate y Hil se encuentran tranquilos con nosotros, vete al hospital.- uno de los paramédicos entra.

-¡Usted!- me señala- me podría indicar quien es familiar de la señorita.- este no me escucho llorar junto a ella.

-Soy su esposo- le digo más seguro que nunca.

-Ella esta en coma y logramos controlar la hemorragia, la llevaremos de inmediato al hospital y debe de ir alguien con nosotros- dice saliendo de la casa.

-Ustedes por favor pórtense bien.- les hablo a mis hijos.- cuiden de ellos por favor, preferiría si no se mueven hoy de acá y si lo hacen por favor, los dejan a ellos dentro- les doy un beso rápido y salgo corriendo a la ambulancia.

Segundo viaje más largo de mi existencia.

Verla respirar con ayuda de esa mascarilla, saber que pueden pasar días sin ver sus dulces ojos color miel, ya no habrá quien me grite, el sarcasmo se acabará.

Esto en verdad me duele, estoy perdiendo a la mitad de mi vida con ella, tiene que continuar con vida. Lo peor de todo es que no puedo hacer nada más que esperar por ella, como ella lo hizo por mi hace años. Mi Lissel tiene que estar para cuando los bebés comiencen a caminar, digan mamá o papá, cuando los llevemos por primera vez a un museo.

¡Dios!

¿Qué voy hacer sin ella?

Nunca creí ser capaz de enamorarme así de profundo de alguien, mucho menos de una persona tan diferente a mí, ella llego a mi vida a colocar el orden que necesitaba, a llenarme de luz con cada una de sus acciones, ella aguanto cada una de las ridiculeces que me pasaban, al fin nos habíamos casado. Y todo eso, por nada. Para que justamente el día de hoy la pierda.

Esto es meramente imposible.

***

Cuando llegamos al hospital todo ocurre con rapidez, la llevaron a cirugía de inmediato. Ella se veía realmente mal, en verdad sigo teniendo la esperanza de que se quede a mi lado.

Ella es mía.

No debe de ir a ningún lado, yo tendría que estar en lugar de ella, yo debería de estar pagando mi pasado, todo esto es mi culpa. Cuando encuentre al culpable lo voy a estrangular, torturar. El solo pensar que por mí pasado tan estúpido ella está así me carcome el alma. Ella me acepto así, tal y como era. Con todo y mis demonios.



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En el texto hay: amor correspondido, dolor, amor tristeza

Editado: 01.11.2018

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