Capítulo IV

Al bailar Ariana se sentía como una princesa y deseaba que la noche nunca acabara, era la tercera vez que asistía a un baile, la primera vez fue cuando sus padres presentaron en sociedad a sus hermanas.

-Gracias por aceptar bailar conmigo señorita, ¿Eh? ¿Cómo debo llamarla? 
- ¡Oh!, lo siento -dijo Ariana que estaba un poco distraída pensando en lo afortunada que se sentía al bailar con alguien muy apuesto -le agradezco mucho el baile y espero volverlo a ver.
-Claro señorita pronto nos volveros a ver -dijo Ethan un poco confundido, esperaba que la joven le dijera su nombre.
-Será mejor que me vaya señor, espero que pase una buena noche. Fue un gusto conocerlo.
-El gusto fue mío señorita.

Después de bailar con ese apuesto joven Ariana decidió ir a dormir, mañana tenía que regresar temprano a la casa de su hermana Danielle.

- ¡Naomi! Muchas gracias por invitarme al baile, fue maravilloso.
-Me alegro de que te hayas disfrutado la velada Ariana.
-Si, y te pido disculpas, pero me retirare a descansar.
- ¿Tan pronto? Aún es muy temprano y el baile continuara por 2 horas más.
-Lo sé, pero mañana debo regresar temprano a casa de mi hermana.
-Está bien, que pases buena noche Ariana.
-Gracias e igualmente Naomi.

Unas horas más tarde el baile se dio por terminado y Ethan acompañado de su prima se fueron a sus respectivos aposentos.

- ¿Te ha encantado el baile querido primo? -Pregunto Naomi que agarraba a su primo del brazo esperando que hubiera disfrutado mucho.
-Claro prima, mis tíos siempre organizan los mejores bailes.
-Así es, lástima que no vengas muy seguido.
-Los asuntos con el ducado me tienen muy ocupado querida prima.
- ¡Oh! Está bien. Pero espero que vengas más seguido.
-Es muy probable, tal vez en Inglaterra encuentre lo que he estado buscando.
-Y puedo saber qué es lo que buscas, querido primo.
-Pronto lo sabrás, por ahora será mejor que vayas a descansar.
-Está bien. Buenas noches Ethan.
-Buenas noches Naomi. -Puede que esa joven de cabellera castaño sea la adecuada para mis necesidades.

Al día siguiente la madre de Ariana, Lady Christine fue a la casa de los duques de Salisbury.

-Lady Anlwick, Lord Anlwick, disculpen la hora de mi llegada pero sé que mi querida hija, Ariana, está aquí y vengo por ella.
-Si Lady Collins, la señorita Ariana se encuentra en nuestra casa -dijo Lady Anlwick.
-Bueno, me gustaría llevármela en este momento, su hermana se ha puesto mal y necesito que ayude en sus cuidados.
-En un momento llamaran por ella, mi esposa y yo esperamos que Lady Danielle se recupere pronto.
-Si, gracias Lord Anlwick.

Ariana soñaba con el baile de la noche anterior cuando escucho unos golpes en la puerta de la habitación que se quedaba.

-Adelante -dijo Ariana con somnolencia.
-Buenos días señorita, me han mandado a decirle que abajo la esperan.
-Gracias, me puede decir ¿Quién me busca?.
-Si señorita, su madre es quién la busca.
- ¡Mi madre! -dijo con algo de espanto.
-Si señorita, solicitan su presencia en este momento.
-Si, gracias, bajare enseguida.