-Madre, me gustaría caminar por la residencia, ¿Me lo permite?
-Claro querida, pero será mejor que alguien te acompañe.
-Yo la acompaño tía -dijo Ethan llegando en ese momento.
Naomi y Ethan caminaron por la mansión y al subir las escaleras vieron la pintura de una pequeña que tendría como tres años, también vieron pinturas de Lord Bonick cuando era más joven. Al llegar al piso de arriba se encontraron con unas grandes puertas.
-Me pregunto que será este lugar -dijo Naomi.
-No lo sé, pero no creo que sea bueno entrar.
-Toda las personas están abajo Ethan, no creo que pase algo si entro -dijo Naomi abriendo las puertas.
Al abrir se dieron cuenta que era la biblioteca, arriba de la chimenea que se encontraba deslumbraron la pintura de una dama muy bella, era una joven de cabello castaño, piel blanca como la leche y ojos color miel, que traía un vestido vino con bordados en color beige.
-La dama del cuadro me recuerda a alguien. ¿No lo crees Ethan?
-Si, también me recuerda a alguna joven.
-Es mi esposa señorita, o en algún momento lo fue.
Ethan y Naomi se sorprendieron al escuchar la voz de otra persona y percatarse que no estaban solos en la biblioteca.
-Disculpe nuestro interrupción señor, no fue nuestra intención irrumpir en este cuarto -dijo Ethan.
-Sin embargo lo hicieron jovencitos, pero no se preocupen, ya están aquí.
-Entonces esa dama era su esposa -dijo Naomi con curiosidad.
-Si, era muy amable con todos, y tenía el corazón más noble que he conocido.
-Puedo preguntar, ¿Qué le paso? -Dijo Naomi, esperando no ser irrespetuosa.
-Murió hace mucho tiempo, cuando era joven y teníamos un año de haber contraído matrimonio.
-Eso debió ser muy duro para usted Señor -dijo Ethan con respeto.
-Si, pero el tiempo ha ayudado a soportar la pérdida.
-Y ¿Dónde está su hija Lord Bonick?
-Lo siento señorita, yo no tengo una hija. Mi esposa murió antes de concebir un hijo.
Será mejor que bajen al salón, no deberían estar aquí.
-Si Señor, otra vez me disculpo por Irrumpir sin tocar -dijo Ethan.
-No te preocupes joven, pero tengan más cuidado.
-Ethan, porque Lord Bonick habrá dicho que no tiene una hija si en los pasillos se encuentra en cuadro de una niña pequeña, que tiene un gran parecido con su esposa.
-No lo sé Naomi, pero no nos incumben los asuntos de Lord Bonick, y estuvo mal que entraras a esa habitación sin tocar.
-Si lo siento -dijo Naomi muy apenada.
***
Ariana leía una novela en el jardín, era la tercera del mes, cuando llego su hermana con el pequeño Adam.
-Hola hermana.
-Hola Ariana, disfrutando un poco de aire fresco.
-Si -dijo Ariana sonriendo, al ver a su sobrino lo tomo en sus brazos y le hizo mimos. -Me gusta sentir la brisa fresca del verano.
-Es bueno, pero podrías entrar un momento a la casa, John y yo queremos platicar contigo.
-Está bien Danielle.
-Hola Ariana. ¿Cómo te encuentras hoy?
-Bien, gracias Lord Bradford.
-Bueno, te he mandado a llamar para decirte que has avanzado mucho en tus estudios para convertirte en una dama, felicidades.
-Gracias -dijo Ariana sonriendo.
-Mi esposa y yo hemos decidido que sería bueno que nos acompañaras a los bailes para que te integres a la sociedad que perteneces.
-De verdad -dijo Ariana con alegría.
-Así es querida hermana, podrás acompañarnos y tal vez conozcas a alguien, no queremos que te quedes soltera.
-Está bien hermana.
Ariana estaba alegre, iría a un baile como toda dama de sociedad que estaba en edad casadera. Esa noche llevaría un lindo vestido rosa que la hacía ver adorable.
-Te ves hermosa Ariana.
-Gracias Danielle.
-Pero ese vestido, ¿Dónde lo has conseguido?
-Lo compré en el viaje que hice con Lady Naomi.
-Es precioso, nunca antes vi un vestido como ese, todos tendrán puesta la mirada en ti. -Ariana se sonrojo ante el comentario de su hermana.
Al llegar a la velada, Ariana se maravilló del lugar, la mansión tenía un bello jardín lleno de rosas de diferentes colores, el salón era muy amplio y tenía un gran candelabro en centro.
Lord Bradford saludo a otros lores y decidió beber un poco de whisky con ellos en la biblioteca, Danielle decidió saludar a algunas amigas a quienes les presento a su querida hermana.
- ¿Quién es tu acompañante Danielle?
-Es mi querida hermana, Lady Ariana.
-Un gusto Lady Ariana -dijeron las Señoras que conversaban con Lady Danielle.
-El gusto es mío Señoras -dijo Ariana con amabilidad.
- ¿Eres nueva en Londres? -Pregunto Lady Evans.
-Si, vino a vivir hace poco conmigo -Contesto Danielle con rapidez.
-Bueno, eso explica porque no te habíamos visto antes por la ciudad.