Una Dama Como Cenicienta

Capítulo XXII

Al día siguiente Lord Bonick fue a hablar con su primo para recordar lo que su mente decidió reprimir en todos esos años.

-Buenos días querido primo.
- ¡Elliot! Me da mucho gusto verte, ¿Haz regresado de alguno de tus viajes?
-Si, hace poco regrese del nuevo continente, he estado haciendo unos negocios por allá.
-Me alegro mucho, pero platícame que más haz hecho, ¿Haz traído algún presente para mí?
-En realidad vengo a preguntarte sobre algo que paso hace años y que me gustaría recordar.
-Lo siento Elliot tu pediste que nunca volviéramos a hablar de ese momento.
-Ayer vi un retrato de mi amada Antonette con un bebé en brazos y quiero saber que fue de ese niño, porque no logro recordar que tuvimos un hijo.
-Está bien primo. Hace 19 años Antonette y tu estaban esperando a su primer hijo, deseaban que fuera un varón para heredar tu ducado, pero desafortunadamente el nacimiento de tu hijo se adelantó y se complicó mucho. Antonette dio a luz a una hermosa niña y duro algunos días en cama por lo complicado del parto y por desgracia murió, antes de morir ustedes hablaron y decidieron que la pequeña se llamaría Isobelle y que estaría al cuidado de una de las hermanas de Antonette, le diste una pequeña fortuna a su hermana y a su esposo para que la niña viviera bien hasta la hora de contraer matrimonio, después viniste a despedirte de nosotros pidiéndonos que nunca más te volviéramos a mencionar lo que ocurrió y te fuiste del país a viajar por todo el mundo.
-Dime primo, ¿Sabes dónde está mi hija?
-No, nunca mencionaste el nombre de la hermana de Antonette que se hizo cargo de la niña, trate de buscarla y traerla a vivir aquí en el palacio con mi familia pero no había una pequeña con ese nombre.
-¡Oh! (Dijo Lord Bonick con melancolía) debo encontrar a mi hija y pedirle perdón por lo que hice, por favor primo ayúdame a encontrarla.
-Hare todo lo que pueda para ayudarte.

***

Ariana disfrutaba de una bella mañana acompañada de sus queridos sobrinos, disfrutaba de cuidarlos y jugar con ellos.
Mientras entraba del jardín con sus sobrinos, escucho la peculiar voz de una de sus hermanas, temiendo que con ella viniera su madre decidió dejar a los niños al cuidado de su nana y encerrarse en su habitación. Ariana temía que su madre la encontrara y la regresara a la mansión familiar siendo de nuevo la doncella de sus hermanas menores.

***

Michelle se sentía muy sola en su mansión, su esposo siempre estaba trabajando y no le prestaba mucha atención, tenía mucho que no visitaba a su hermana Danielle por lo que esa mañana decidió ir a visitarla y que su pequeño hijo jugara con sus sobrinos.

-Michelle, es un gusto verte por aquí (dijo Danielle).
-Lo sé (dijo Michelle un poco incomoda) espero que mi visita no te moleste, a no ser que estés ocupada, si es así me retirare.
-No, pasemos a la salita de té para que conversemos.
-Gracias Danielle.

 



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En el texto hay: hermanas, baile, inglaterra

Editado: 09.03.2021

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