Epílogo

Ethan llevo de luna de miel a Isobelle al bello país de Escocia, donde ella vio bellos paisajes naturales llenos de maravillosos colores y sensaciones que la hacían experimentar grandes momentos. A su regresó a Inglaterra el joven matrimonio vivió en el castillo de Leeds por petición de Lord Bonick, quien al ya ser viejo y vivir muchos años en completa soledad, quería convivir lo que restaban de sus días acompañado de su familia y conocer a sus nietos.
Isobelle y Ethan vivieron muy felices en Inglaterra, muchas mujeres tenían envidia del gran amor que la pareja se tenía, por lo cual llegaban a decir que parecía sacado de un cuento de hadas. Lady Naomi y Lady Danielle visitaban seguido a Isobelle, quien acostumbrada de su compañía tomaba el té todas las tardes con ellas.
- ¿Te encuentras bien? (le pregunto su hermana Danielle preocupada al verla enferma).
-Si, me he mareado un poco (respondió Isobelle algo aturdida por la sensación).
-Yo creo que será mejor que Danielle y yo nos retiremos para que te dejemos descansar (comento Naomi mientras ella y su amiga se levantaban de la mesa).
-No, no es necesario que se vayan (dijo Isobelle mientras se paraba al igual que sus visitas, lo cual provocó que su mareo se intensificará y tuviera un desvanecimiento).
Isobelle despertó después de algunas horas y se encontró recostada en la cama de su habitación, un poco confundida, decidió incorporarse sin mucho éxito, debido a que una mano se lo impedía. 
-Necesitas reposo, el médico entrará a revisarte (dijo Ethan con serenidad), esperare afuera mientras te revisan. 
Ethan esperaba fuera de la habitación de Isobelle junto con su suegro y las amigas de su esposa mientras esperaba que el médico saliera a darles su diagnóstico. 
-Doctor, ¿Cómo se encuentra mi esposa? (preguntó en cuanto vio salir al médico de la habitación). 
-Su esposa goza de muy buena salud (dijo alegre el médico). 
-Entonces ¿por qué se desmayó?
-Es un síntoma común cuando la mujer está en cinta señor, mi más enhorabuena. 
Ethan no espero agradecerle al médico, si no que entro apresurado a ver como se encontraba su mujer y a festejar junto con ella la espera de su heredero. 
Lord Bonick entró a la habitación de su hija junto con Lady Danielle y Lady Naomi para felicitarla por estar esperando a su primer hijo. 
Días después de la gran noticia que lleno de alegría a toda la familia, incluyendo a los Alnwick, el padre de Isobelle llegó en la tarde a contarle otra buena noticia a su apreciada hija. 
-Querida, te tengo buenas noticias. 
-De verdad padre, ¿Cuáles son las buenas noticias? 
-Han encontrado a la familia Jones y están a poco de recibir su sentencia por parte del rey por el daño que te han causado. 
-Entiendo, no me agrada la idea de que reciban un castigo padre. 
-

Lo siento hija, esa familia debe pagar por sus actos, no puedes justificar el daño que te han causado por años. 
-Está bien padre, lo entiendo. 
Isobelle acepto que la familia Jones debía merecer un castigo y que no merecían su perdón, aunque le doliera que así fuera, a pesar de todo los considero su familia la mayor parte de su vida. No quería asimilarlo, pero aprendería a hacerlo y a continuar con la vida tan feliz que llevaba a lado de sus seres queridos, además de esperar con ansias la llegada de su hijo.

FIN.