Adela quedó anonadada ante la repentina acción de Mario. Las emociones de rabia, de molestia, de frustración quedaron a un lado ante la sorpresa de que este hombre que apenas la conocía hace unos meses atrás supiera el día de su cumpleaños. El estómago se le revolvía del centenar de emociones que la estaban invadiendo. Recordó levantarse con tristeza al saberse separada de su padre y de su hermana en una fecha qué siempre celebraban con la misma cena y sin ninguna torta, pero con una Acción de gracias ante Dios. Esa tristeza generó la decisión de olvidarse durante el día de su fecha especial. El cumpleaños era algo tan íntimo y tan familiar para los suyos, que jamás pensó en que alguien externo lo celebrará por ella.
El capataz la bajo con ternura y arrastrándola a las caballerizas, donde ya todos habían sido despedidos a sus casas, la introdujo en el corral vacío de Zeus quién aún estaba atado afuera.
En este había unas lámparas de gas qué iluminaban el lugar de forma mortecina, una pequeña torta en el centro y un par de copas de vino. La muchacha se llevó las manos a la cara con las mejillas rojas como una manzana madura y los ojos cristalinos. Mario le quitó las manos del rostro con su habitual ternura reservada solo para ella, levantó su barbilla para que lo observara directamente a los ojos en los que se perdía cada vez qué la miraban a solas, dónde podía expresarle todo el amor que sentía por ella. Sin más le dio un beso en la mejilla acercándose a su oreja para susurrarle al oído:
- Espero me perdones el pasarme de prudencia y haberme alejado de ti los días posteriores al beso en tu habitación- ella se sintió aún más acalorada al recordar los segundos qué transcurrieron entre caricias, besos, la cercanía del enorme cuerpo de hombre a su lado- sé que te enojas cuando no puedo estar a tu lado o cuando me ausento porque todo te recuerda que yo estoy cerca y al mismo tiempo lejos. Sin embargo, la condición que vivimos me atormenta día y noche, el anhelo incontrolable de tenerte a mi lado y el temor a que todo esto que sucede entre nosotros se rebelen y genere en Julián una reacción de venganza contra tu familia o contra ti misma. Lucho cada día con el impulso de salirte a buscar y al mismo tiempo con la necesidad de protegerte, espero me entiendas y me perdones, una y otra vez te pido me perdones por haber estado lejos de ti durante estos días posteriores a tu recuperación, Germinia estuvo a punto de descubrirnos y puedo permitírselo. Hoy es tu cumpleaños, quería demostrarte lo especial que eres para mí. Feliz cumpleaños nuevamente preciosa muñeca de mi alma- La abrazo con la ternura de la que solo era capaz con ella mientras la muchacha se perdía en ese abrazo, en su regazo, en su fuerza, en el amor que latía en ese pecho donde ella recostaba su oído.
- Te perdono solo porque me trajiste torta, creo que nunca tuve una... ya estoy que lloró de la emoción.
- ¿Nunca tuviste una torta?- dijo el hombre separándola de él para poder mirarla a la cara- bueno te prometo que en adelante todos tu cumpleaños van a tener una torta y otra y otra y otra y otra... Compensando todos tu cumpleaños.
- No te pongas en eso, nunca me hizo falta una torta para sentirme agradecida por llegar un año más de vida, Cómo tan nunca hubo una celebración, más bien era un compartir familiar; pero era bonito poder dar gracias ante Dios juntos. La verdad es que estaba triste, es mi primer cumpleaños lejos de mi papá y de mi hermana, la verdad es que es difícil tratar de acostumbrarse a esta nueva realidad.
- Yo?, ¿ dónde quedó yo?- había un dejó de tristeza en la voz de Mario- ¿no puedo ser tu nueva realidad?
Ella lo abrazó más fuerte, sonriendo ante la tierna cara del hombrezote que se sentía impotente ante lo que ella le estaba manifestando.
- ¿Qué te dije? ¿ya te olvidaste de nuestra conversación? tú fuiste mi decisión y si hoy pasé el día deprimida por la ausencia de mi familia, ten en cuenta que también fue reforzada por la rabia que tenía contigo porque tú me estabas alejando de ti. - lo señaló con el dedo con los ojos entrecerrados a manera de reproche.
- Está bien, quedó completamente claro, trataré de no tomar decisiones a la ligera sin consultarte. Déjame celebrar contigo hoy, quiero verte feliz y quiero verte sonreír.
Se sentaron en el bloque de heno, comieron la torta con el vino entre sonrisas y chistes que él hacía acerca de las caras de molestia que ella ponía de la cada vez que él se acercaba a los cultivos y no le decía nada, las carcajadas del hombre llenaban el lugar y ella nada más reaccionaba dándole un puño una palmada en el hombro.
Adela confesó que cumplía 27 años y que en su pueblo eso era símbolo de una vieja quedada, debida a que las mujeres siempre se casaban antes de los 20. El capataz dijo que tenía 32 cumplidos en la misma semana que la muchacha llegó a la hacienda y él se marchó de viaje.
Terminó revelando que en su registro de matrimonio estaba también su registro de nacimiento y aprovechó para anotar la fecha.
Una hora más tarde, aún compartían entre diálogos y roces entre ellos cuándo Adela decidió ponerse de pie para marcharse.
- ¡No te vayas!
- Tengo que hacerlo y tú lo sabes, Gracias por todo fue bonito.
- Hay un regalo más, quería esperar un poco entrada la noche para dartelo pero como tú eres así te lo entrego ahora- Se dirigió hacia la parte de atrás del Corral de Zeus y sacó una pequeña caja entregándosela a la chica- estaba buscando desde hace días que te podría dar y encontré esto en el pueblo.