@AlbertoDuran
Tecleo en instagram y busco el user. Sí, es él. Miro sus historias y veo que ha compartido algunas imágenes que han subido sus fans.
Desde que he llegado no paro de mirar sus fotos una y otra vez. Todavía no me creo que haya tenido ese encontronazo con Alberto. ¡Alberto Durán! El treintañero más sexy de toda España. Uff, siento como el calor sube por mis mejillas y me abanico. Sigo mirando sus historias. En una de ellas sale hablando sobre su nueva película. La cual todavía no he visto y he de admitir que no sabía de su existencia. Habla sobre sus compañeros de rodaje y lo fácil que ha sido grabar con ellos. Le preguntan sobre las escenas sexuales y él desvía el tema. El vídeo se acaba y no hay más historias. El móvil vibra en mis manos y contesto la llamada.
—¿Estás lista?—pregunta Inés al otro lado de la línea. Inés es una buena amiga de la universidad.
—¿Lista para que?
—Habíamos quedado para salir—me recuerda—¿Te han vuelto a consumir esos apuntes tuyos?
—Mierda—doy un salto del sofá.
—No te acordabas—afirma Inés.
—¿Sí no me lavo el pelo y me lo recojo en una cola alta es de guarras?
—Sí—dice Inés—Pero si eso hace que llegues antes puedes hacerlo.
—Estoy lista en—miro el reloj—Veinte minutos.
—Estamos en Uncibay tomando algo. Te esperamos aquí.
Hace meses que no veía a mis amigos de la universidad y habíamos quedado en salir hoy a tomar algo. Ellos han estado tomando toda la tarde pero como yo tenía que estudiar dije que iría por la noche.
Corro hacia la ducha y me doy un baño rápido. Hago lo que le digo a Inés y recojo mi pelo en una cola alta, me maquillo sutilmente, solo un eyeliner y algo de highliter, y me pongo una falda ceñida y un top. Con mis amigas de toda la vida no suelo vestir tan bien pero mis amigos de la universidad son más pijos y visten mejor y para no llamar la atención me adapto a ellos. Si saliera con mis amigas de toda la vida unos vaqueros y una sudadera con mis bambas estaría bien. A lo que no me niego a abandonar ni por mis amigos de la universidad ni por nadie son mis converses de plataformas negras que aunque se que no me favorece con este outfit me las pongo por que prefiero ir cómoda que guapa. El "antes muerta que sencilla" de María Isabel nunca ha ido conmigo.
Me despido de las peques y les doy un besito a cada una antes de salir. Me aseguro de que tengan agua y comida y les regaño para que se porten bien. Espero que mientras no estoy en casa no formen un espectáculo y despierten a los vecinos.
Uncibay está a unos minutos de mi casa así que ha paso ligero no tardo mucho en llegar. Veo a Inés, Ismael, Tania, Marta y Mateo a lo lejos y caminó hacia ellos. Aunque hace casi un año que no los veo están todos iguales. Cuando terminamos la carrera cada uno tomó su rumbo. Unos se fueron fuera de España, otros volvieron al pueblo y otros seguimos estudiando.
—Ya pensábamos que nos dejarías tirados—dice Mateo.
Mateo es una de las mejores personas que podría haber conocido nunca. Su sencillez y manera de ver la vida es algo que me apasiona. Es una persona sencilla y puedes hablar con él de cualquier cosa a excepción de su salida del armario algo que frente a sus padres, con casi veintisiete años, todavía no ha tenido el valor de hacer.
—Solo se me olvidó. Salí a correr con las perras y...—me callo porque no sé si se creerán lo ocurrido hace apenas una hora. Parece sacado de una película—Bueno, que se me hizo tarde. ¿Dónde está mi cervecita?
Ismael llama al camarero y pide una ronda de cervezas para todos que se acaba en un plis plas y tenemos que pedir una segunda. Ismael sigue igual de sobón que siempre. Su manera de mostrar su cariño es sobándote cualquier parte accesible del cuerpo y aunque sé que no lo hace con segundas intenciones a veces me irrita esa forma que tiene de ser.
—¿Qué te pasa?—me pregunta Mateo—Estás rara.
—Estoy cansada.
—¿Seguro que no es nada más?
—No—niego—No es nada más—sonrío.
—Tania y yo hemos tenido una idea—dice Marta y todos las miramos—¿Qué os parece si mañana vamos de gala?
—¿Cómo de gala?—pregunto.
—Un amigo trabaja en el festival de cine y me ha conseguido pases para la fiesta de después—dice Marta—¿Os apetece ir a conocer famosos?
Las chicas se revolucionan incluidos Ismael y Mateo quienes gritan un sí efusivo.
—Solo tengo tres entradas pero si hago un par de favores...
—Felaciones—interrumpe Mateo y todas reímos.
—Favores—recalca Marta—Puedo conseguir un par más. ¿Quién vendría?
Todos levantan su mano como cuando estábamos en el colegio siendo yo la única excepción.
—Venga Mariam anímate—dice Inés—Los Domingos no estudias. ¿Por qué no te vienes?
—Si llego esta noche tarde mañana no estudiaré y tendré que recuperar el tiempo perdido el Domingo.
—Puedes irte hoy pronto a casa y mañana estudiar más—me anima.
—¿Pronto? ¿Con vosotros?
—Venga vaaaa porfaaaaa—Inés pone ojitos y une sus manos en forma de súplica.
Me prometí que esta vez sería mi último año de máster. Llevo cinco semestre cursando cuando solo era un master de tres.
Hace tiempo que no salgo de fiesta con mis chicas y quizás.... solo quizás... el bombón de Alberto Durán esté allí y se acuerde de mi y de que le salvó la vida a mi Bimba.
—Está bien iré.
—Bien—todos gritan y aplauden provocando que la mirada de todos caiga sobre nosotros.
—Pero hoy me iré antes—miro el reloj—Son las diez y media. A las 12 y media como muy tarde estoy en casa.
—Si eso supone que vienes mañana te dejamos ir antes—dice Ismael.
Finalmente llegó más tarde a casa de los que prometí en un principio con intención de no modificar mis planes para el día siguiente esperando que el café y las ganas por salir, y volver a ver a un chico concreto, me ayuden a aguantar el día que me espera de estudio.