Una Inesperada Tarde De Domingo

Capítulo 19: Perdón

Solo quiero que sepas que estoy peleando por dejarte ir

Algunos días lo soporto y luego las noches nunca terminan

Desearía poder creer que algún día volverás a

Pero aún así tengo que decir que lo haría todo otra vez

Solo quería que supieras...

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El tiempo iba transcurriendo y, conforme eso sucedía, las heridas de Daphne cicatrizaban de modo paulatino.

El accionar de Eric demostraba que había entendido el pedido implícito en su último encuentro a solas: que la dejara olvidar en paz, sin rondar a su alrededor. En el pasado mes no lo había cruzado ni una vez en las oficinas de la compañía; en cambio, quien estaba muy activo era el abogado y hombre de confianza de Eric, Jacques Miró.

Parecía éste un hombre muy paciente, metódico y confiable, por lo que Daphne estaba tranquila al tratar el papeleo solo con él. No quería ser curiosa ni deseaba dejarse llevar por el amor que aún anidaba en su interior, por eso no le preguntó nunca a Jacques el porqué de la ausencia prolongada de su jefe. Por otra parte, había notado que el abogado era visitado con asiduidad por la tal Selene, que algunas veces arribaba sola y otras con su pequeño, a quien Daphne observaba de lejos a pesar de morirse de ganas de conocer a ese ser que era parte de Eric.

Toda la situación le parecía sospechosa, máxime cuando la pelirroja se desenvolvía con una soltura y familiaridad extraordinarias dentro de las oficinas de la empresa. Nunca se la había cruzado de frente, pero los chismes no cesaban, y el que más inquietaba a Daphne (porque no quería ilusionarse, cosa que era inevitable) era el que hablaba de un compromiso entre Jacques y Selene. No podía ser cierto, ¿no?

Así estaban las cosas en la empresa cuando Dánae organizó una noche de chicas: cena y películas románticas "para exorcizar tus penas de amor", según había dicho a Daphne. La bella secretaria y amiga de Daph se hallaba en un momento muy especial de su relación con David, pues él le había entregado el anillo de compromiso durante sus cortas vacaciones en las playas de Bahamas. Sin embargo, no dejaba de ocuparse de ella y de sus problemas. Daphne la sentía en verdad como su hermana del alma.

Fue Daphne quien convenció a Dánae de que debían comenzar con los preparativos de su boda: el salón, el banquete, los invitados, la luna de miel... Todo habían revisado, nada les había quedado sin planificar, así que cerca de las diez de la noche ya se habían acabado los temas de conversación y Daphne meditaba acerca de su propia boda truncada con Eric... Se forzaba a sí misma a no pensar tanto en él, pero cada pequeño detalle de su vida se lo recordaba, y tendría que aprender a vivir con el recuerdo, a la vez que se labraba un nuevo destino.

- ¿Estás pensando en él, no?

- ¿Eh? Discúlpame, no estaba escuchando...

- Estás pensando en "el innombrable", Daph. Te conozco demasiado bien. Tendrías que olvidarlo ya, ¡hace casi un año que se separaron!

- Tienes razón, Dánae, pero creo que el corazón no sabe de tiempos... Además, desde que volvió y trajo consigo a su hijo y a esa Selene, me mira con ojos de animalito indefenso... ¡Y yo siento tantos deseos de correr a sus brazos!

Dánae la observó largamente con el ceño fruncido. Ella sabía más que Daphne lo que significaba que un hombre te decepcionara. Por lo que había experimentado en su vida sentimental, dos parejas anteriores le habían sido infieles y con David mismo al inicio las cosas habían sido bastante complejas.

- El mejor consejo que te puedo dar es que lo escuches y lo perdones de una vez por todas. Yo no quería decírtelo, pero Dave lo encontró una noche en Cronos borracho y llorando por ti... Así que me lleva a pensar que él también sufre, después de todo.

- No sé cómo podríamos retomar lo que teníamos con esa mujer y su hijo en el medio... No me malinterpretes: no tengo nada en contra del niño, es de la madre de quien no me fío. Apenas dos meses después de nacido se instala aquí con Eric. Creo que significa que quiere seguir lo que sea que hayan tenido.

- ¿Por qué estás tan segura de que ella está viviendo con Eric? La noche de la que te hablé, mi novio lo dejó en su casa, en la cual no había nadie. Una mujer con un niño tan pequeño sería fácil de notar en un departamento de soltero, ¿no crees?

No tuvo tiempo de preguntárselo. El timbre de casa de Daphne sonó con insistencia. Quien fuera el que estuviera fuera, tenía prisa.

Cuando levantó el tubo del portero eléctrico pudo ver por la pequeña pantalla del artefacto a la colorada voluptuosa, Selene, con su bebé en brazos. ¿Qué hacía esa mujer allí?

- No nos han presentado todavía, pero ambas sabemos quiénes somos y quisiera un momento para hablar contigo. ¿Puedo pasar, amie?

Daph miró pidiendo ayuda a Dánae, que se hallaba su lado con ambas manos en la boca, no sabía si para controlar la risa o por la sorpresa. Su amiga movió su cabeza afirmativamente y entonces se sintió segura de recibir esa visita. No sabía qué se traía entre manos esa mujer y no quería estar sola frente a ella. Además, debía aceptar que había realizado un buen movimiento al llevar al niño. No podía dejarla afuera con un bebé en brazos...




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