Una intensa navidad con mi jefa

Capítulo 2

Todo comenzó como un sueño, de cuando Josh era pequeño y deseaba más que nadie en el mundo, salir de su hogar en el bosque y ser feliz buscando su lugar en la sociedad lobuna.

Con lo que no contaba era que los lobos eran aburridos, siempre con las mismas tradiciones, aullar a la luna y danzar alrededor del fuego en una fogata para agradecer a la luna la vida y todo lo que como lobos conservaban.

Para Josh eso era agotador y aburrido, una rutina más como levantarse y bañarse, a parte de que los lobos solo pasaban en sus cabañas sin ver nada.

Una vez al año, un lobo de la manada iba a la sociedad de los humanos normales para comprar cosas que en el bosque no podían encontrar y regresaba con interesantes historias sobre los humanos y sus festividades, su imaginación comenzó a volAr y deseó con todo su corazón poder estar con ellos y celebrar con un pastel el cumpleaños con su familia.

También, estaba ansioso por probar chocolates el famoso día de "San Valentin", llevar a su madre a un lugar a celebrar el "día de la madre" y a su padre para su día, comer tamales el "día de los muertos" y colocar luces en un árbol el día de "Navidad".

Esos eran deseos que anhelaba con su corazón y un día se cumplió de la forma más inesperada posible.

"Los humanos quemaron su bosque, su hogar"

Los humanos son personas que entre más tienen, más quieren. En su búsqueda de extender su poder, fueron a su bosque y talaron árboles, así poco a poco hasta que pronto, los lobos de la manada tuvieron que migrar para no ser descubiertos, pero su familia decidió quedarse con los humanos.

En el lugar donde algún día fue su amado bosque aburrido, ahora habia un gran centro comercial y no había rastro de sus cabañitas qué con tanto esfuerzo construyeron.

Así que desde los 12 años, Josh se esforzaba en estudiar con los niños humanos y estaba feliz de por fin comprender más sobre la sociedad.

Ahora con 25 años, se arrepentía solo de una cosa:

"Haberse olvidado de reservar el hotel para su jefa para el día 24 de diciembre"

—¡Maldición Harper! —gritó ella con voz furiosa, podía jurar que incluso tenía la voz ronca —. Te di una tarea... solo una tarea y ni eso puedes hacer bien.

Maldita, por eso todos sus asistentes anteriores habían renunciado, ella realmente era un demonio cuando se ponía de esa forma, aun así sonrió y le dirigió la palabra de nuevo.

—Señorita Newman, aun puedo reservar el día se mañana y no habrá problema, todavía estamos en 16 de diciembre.

Josh se sentía confiado, sabía que si reservaba el día de mañana todo estaría bien, ya que, aun estaban a tiempo antes del 24 y se permitió respirar un poco, antes de volver a escuchar a su insoportable jefa decir:

—¿Estas loco? ¿Quieres morir?—La calma en la voz de la mujer solo era un augurio del infierno que se desataría si volvía a abrir la boca, así que se quedó callado de pie en su lugar—. Ese hotel tiene permitido hacer reservaciones hasta el 16 de diciembre, ¿Sabes lo que eso significa, pobrePer?

Y ahí estaba él grandioso apodo que ella le había dado desde hace unos cuantos meses atrás, pobrePer, por ser pobre y las últimas letras de su apellido.

Y con eso, se estaba comenzando a sentir estúpido y probablemente lo era por la expresión que Karly Newman cargaba en ese momento.

—¿Qué?—tartamudeo al preguntar y Karly levantó el rostro con una mueca qué nunca había visto en ella.

—Qué se acabaron las malditas reservaciones, ya no podrás hacer otra, no hay posibilidades de hospedaje ni siquiera de ir a tomar un café en la terraza de su cafetería —explicó ella con una paciencia increíble y una calma fuera de la normal, para finalmente explotar roja de furia —. ¡Porque todo está lleno!

Vaya, realmente estaba jodido, lo había arruinado con su jefa todo por su maldito rut qué se presentó antes de la fecha.

—Lo siento —murmuró apenado.

Cuando entró a este trabajo por primera vez, lo que todos hicieron nomas verlo fue advertirle de lo tirana que era Karly Stel Newman con sus empleados y se dedicaron a hacerle temer tanto de ella que olvidó disfrutar de cada día en su trabajo.

—Olvídalo, chico desaliñado.

Ahora ella se notaba un poco triste y eso le dejó un sentimiento de desazon a Josh, mejor dicho, se sentía muy culpable por no haber reservado y ahora temía las consecuencias de la tristeza de Karly.

Iba a salir rápido de la oficina, cuando escuchó a su jefa carraspear y llamarle.

—Espera pobrePer —Josh se detuvo con la mano en el picaporte de la transparente puerta y se dio vuelta en cámara lenta, solo para ver como su jefa sonreía de oreja a oreja —. Hay algo que puedes hacer por mí.

Okey, a Josh le comenzaron a sudar las nalgas por el tono que su jefa empleo para decir esas palabras, realmente no quería preguntar nada, pero debía hacerlo o ella se pondría de peor humor.

—¿Qué cosa, señorita Newman? —Preguntó temeroso de la respuesta y cuando la obtuvo, deseó haberse acordado de la dichosa reservación del hotel para ella.

—Me llevarás a tu casa para navidad, chico desaliñado.




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